Filipinos conmemoraron 150 años del nacimiento de Jose Rizal

El pasado 19 de junio fue un importante hito en la historia, nacionalismo y sentido de identidad filipinos. Se celebrararon 150 años del nacimiento del héroe nacional del país, José Rizal.

Muchos saben quién es José Rizal -genio, mártir, escritor, poeta, ilustrador, arquitecto, oftalmólogo, esgrimista. Mencionen lo que sea y la posibilidad es que Rizal, o Pepe por su apodo, también supiera hacerlo.

Sin embargo, hay más en el héroe nacional filipino que ser un Héroe Nacional o cualquiera de esos títulos que vienen unidos a su nombre.

Pero primero, un dato acerca de José Rizal. Es uno de los masones filipinos más famosos de nuestra historia. Iligan Lodge No 207 tiene unas notas fantásticas sobre José Rizal como masón [en]:

José Rizal pasó a ser Maestro Masón el 15 de noviembre de 1890 en la Logia Solidaridad 53 en Madrid, España. Se afilió a una logia en la jurisdicción de Grand Orient de France el 14 de octubre de 1891, y pasó a ser Maestro Honorario Honorable de la Logia Nilad No. 144 en 1892. Ahí dio una conferencia titulada «La Masonería».

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En 1912, la familia de Rizal rechazó una petición de los jesuitas de volver a enterrar a su famoso pupilo. En cambio, ese honor fue conferido a los masones, encabezados por Timoteo Páez, quienes, con todo su traje de ceremonias, llevaron los restos de Rizal en una larga procesión al Templo Masónico en Tondo para los ritos fúnebres, antes de enterrarlos en la Luneta en diciembre de 1912.

Dennis Villegas cuenta más de un aspecto poco conocido del héroe nacional en José Rizal: Comiquero (caricaturista/ilustrador) [en]:

Dibujar era el pasatiempo favorito de nuestro héroe nacional. Quería mantener un registro visual de las cosas que veía o de las personas que conocía. No había cámaras portátiles en el siglo XIX, así que Rizal dibujaba escenas e imágenes mientras estaba en los muelles de los barcos o esperaba llegadas de trenes sin hacer nada.

Solamente podemos imaginar lo solo que estuvo nuestro héroe durante sus viajes a Europa y América. Para escapar del aburrimiento y la nostalgia por su hogar, llevaba cuadernos que llenaba con dibujos y bocetos: una vista de la línea costera de Manila mientras desaparecía de la vista, una imagen de un hombre gracioso, la cabeza de Voltaire, un chino o cualquier cosa que captara su atención y picara su interés. Rizal pasaba días y noches dibujando paneles humorísticos que ahora llamamos historietas. Afortunadamente para nosotros, muchos de estos dibujos todavía existen y nos pueden dar una idea de lo que Rizal pudo haber visto en un momento determinado.

De Rizal el caricaturista, pasamos al escrito de Cedric Valera sobre José Rizal como viajero [en]:

Así leí sobre José Rizal. Descubrí que fue un gran viajero, al interior y al extranjero. A los 24 años, ¡ya había estado en París y tomaba barcos de vapor! Tengo 28 años y todavía no he estado nada cerca de Europa y tenemos todos esos jumbo jets que viajan a la velocidad del sonido.
Viajar debe haber sido algo romántico entonces. Subirse a barcos de vapor, vestirse elegantemente, gente despidiéndote, gente dándote la bienvenida.

Incluso leí un relato donde Rizal viajó a Saigón por primera vez, después a Japón. Desde Japón tomó un viaje súper largo en un transporte a América, y desembarcó en California. Luego siguió por tierra hasta Nueva York. Desde ahí cruzó el Atlántico y viajó a Londres, continuó hasta Francia, Madrid y el resto de Europa. Después regresó a casa a través del Canal de Suez, pasando por Singapur. Al regresar a Manila, había circunnavegado el globo. Poco después, lo arrestaron por crímenes en contra del gobierno.

Raisa Robles [en] toma el último poema de Rizal y pone al héroe nacional en contraste con el fallecido dictador Ferdinand Marcos:

En verdad fue la primera vez que lo entendí  – Rizal fue una persona real.

Y empecé a preguntarme por qué es un héroe hasta para indonesios y malasios. ¿Por qué es tan admirado? Nunca peleó una batalla en el Paso de Besang como alguien sostuvo. Nunca le disparó a un hombre a sangre fría y luego presumió por eso.
¿Qué hace que un héroe sea un héroe?

Un hombre puede ser un villano al comienzo y luego morir como un héroe. O viceversa.
En el caso de Marcos, creo que lo que hizo en la última fase de su vida borró lo bueno de sus primeros años. Este líder mató y le robó todo a su propio pueblo.

Además de los muchos títulos de Rizal, su nombre también ha sido objeto de muchos misterios históricos e historias que normalmente no se encuentran en los libros de texto de historia ni se discuten en los salones de clase.

Knox Balbastro [en] tiene un excelente resumen de esas historias llenas de misterio sobre José Rizal, desde que era el padre de Adolf Hitler, que era homosexual, un conocido asesino en serie y que se convirtió en un dios.

Rizal se ha convertido más que en un héroe nacional, una figura de la historia, un producto de leyendas y misterio. Se ha convertido en uno de los símbolos más perdurables y prolíficos de lo que es ser un filipino.

Es por eso que terminaré este resumen con unas cuantas palabras de Perry Hugo [en] que enfatiza la razón por la que seguimos celebrando la memoria y la vida del hombre y lo llamamos héroe:

Muchas historias pueden ser apócrifas. De todos modos, es el material del que están hechos los héroes. A pesar de la Veneración sin Entendimiento, Rizal es nuestro héroe. Y en esta época necesitamos héroes que transciendan el tiempo, la política y los deseos personales. El hecho que los estadounidenses auspiciaran el ascenso de Rizal al elevado trono de Héroe Nacional no disminuye sus logros y heroísmo. Ni hace que no se merezca que se le llame así.

Que Rizal haya nacido en la clase más alta de la sociedad no le impide ser el héroe nacional. Su martirio por sí solo sigue inspirando. Esa capacidad de inspirar no tiene prerrequisito de clase.

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