Łukasz Kaprowicz, un periodista que trabaja para Fakty Mosińsko-Puszczykowskie, un diario polaco local y, durante un largo tiempo autor, del blog Mosina.blox.pl [pl], fue demandado por difamación después de haber criticado a Zofia Springer, la alcaldesa de Mosina [en], en los artículos de su blog.
Como él escribe en este blog [pl], la sentencia que ha recibido lo obliga a:
- No trabajar en su profesión durante un año
- Pagar 500 PLN de honorarios a la Cruz Roja polaca
- 10 meses de libertad limitada + 300 horas de servicio comunitario
- Publicar disculpas en el periódico local Glos Wielkopolski
- Cubrir el costo de las pruebas psicológicas y psiquiátricas (3 artículos)
Los bloggers y usuarios de los medios sociales son muy críticos de la acusación y defienden al blogger. Una página especial de seguidores en Facebook ha sido creada: Popieram Łukasza Kasprowicza skazanego za bloga. Stop cenzurze władzy («Yo apoyo al blogger condenado Łukasz Kasprowicz – detengan la censura»).
Piotr Wajszczak comenta [pl] en su blog:
¡¡¡El comunismo ha vuelto completamente a mi ciudad!!! Yo no esperaba esto de la Alcaldesa, la Sra. Zofia Springer. Al parecer, [ella] ha olvidado que la PRL [Polska Rzeczpospolita Ludowa – República Popular de Polonia] acabó hace años. Łukasz Kasprowicz estaba criticando las acciones de la Alcaldesa, pero lo importante es que lo estaba haciendo con un alto nivel. Él estaba tomando los quasi-éxitos y convirtiéndolos en duros cuestionamientos en su blog.
[…] Estoy sorprendido por lo que ha sucedido en Mosina y que la crítica constructiva pueda haber sido una razón para enviar a un periodista y blogger profesional al desempleo. […]
Por otra parte, Piotr Vagla Waglowski [en], un blogger que escribe sobre internet y leyes, trata de definir lo que podría significar el término «material de prensa» para el juez y señala varios escenarios en los que un blog puede ser llamado «material de prensa» o no.
Si de hecho la corte de Poznań setenció al hombre por no hacer su trabajo profesional como periodista, eso significa que el juez cree que la auto-publicación en un portal de internet (es decir, en un «blog») es en realidad hacer este trabajo.
Olgierd Rudak resalta diferentes aspectos del caso [pl]:
El blogger sentenciado no sólo se postuló para el concejo municipal con una comisión diferente a la de la Alcaldesa, sino que estaba escribiendo para una revista local -y no Merkuriusz Mosiński, la cual -¡que sorpresa! pero muy típico- apoya totalmente las acciones de la Alcaldesa. Creo que podemos decir que el juez se involucró de alguna manera en un conflicto local de «honor político».
Olgierd señala al final:
Para resumir, creo que tenemos el primer blogger polaco al que le fue prohibido por un juez escribir su blog.