Marruecos: Fadoua Laroui, nuestra Mohamed Bouazizi

Cuando el joven Mohammed Bouazizi se prendió fuego en el pueblo de Sidi Bouzid, no pudo imaginar la cadena de acontecimientos que su acción iniciaría. La autoinmolación como acto de protesta y desesperanza se difundió rápidamente por la región, y se reportaron al menos diez casos [en] desde Mauritania a Egipto en las semanas que siguieron.

A mediados de febrero, Fadoua Laroui, una joven madre soltera marroquí, se prendió fuego frente a la alcaldía de Souq Sebt, donde vivía. La autora marroquí Laila Lalami escribe [en] en The Nation:

Según informes [fr] de los periódicos, el gobierno local destruyó la cabaña donde vivía con sus hijos y después le negó acceso a una vivienda social de reemplazo porque era una madre soltera. Murió en un hospital en Casablanca dos días después.

Fadoua Laroui

Imagen del blog Moroccans for Change (Marroquíes para el cambio)

Según un blog [en], las últimas palabras de Laroui antes de suicidarse fueron «¡Alto a la injusticia, la corrupción y la tiranía!» Aunque muchos dicen que no tenía ninguna inclinación política en particular, las acciones y palabras de Laroui han inspirado a una nueva ola de protesta en Marruecos. El blogger Mouad lamenta [fr] la sociedad que ha generado tales acciones:

Puede ser que si la vida hubiera sido menos dura para ella o si hubiera podido beneficiarse de un medio dispuesto para estudiar, trabajar y realizarse en medio de una sociedad igualitaria y sin hipocresía, su vida se hubiera salvado…

En el blog Moroccans for Change (Marroquíes para el cambio), un autor ve el suicidio de Laroui como un llamado a la acción [en]:

¿Qué tipo de cambio estamos buscando?

El cambio que marca una diferencia positiva en la vida de todo marroquí. El tipo de cambio que hubiera permitido a Fadoua Laroui alimentar y dar casa a sus hijos. El cambio que le hubiera ganado a Fadoua el respeto de la gente por ser una trabajadora madre soltera, más que despreciarla por no tener suerte. Buscamos el tipo de cambio que pone comida en el plato de los dos niños de Fadoua y un techo sobre sus cabezas. El cambio que permite que todo niño marroquí crezca querido, protegido y educado, y que toda mujer y madre trabajadora se sienta segura y apreciada. El cambio que dice no a la indiferencia, si a la responsibilidad.

El cambio que se necesita con desesperación.

El funeral de Laroui llevó a cientos a la calle y fue captado en video. También se ha abierto una página de Facebook para conmemorar a Laroui.

Mientras algunos ven el acto de Laroui como heroico, otros discuten las condiciones sociales y psicológicas que la llevaron a esa acción. Roumana, sin pelos en la lengua, escribe [en] en Kobida sobre la psicología detrás de la elección de Laroui:

Los marroquíes se preguntan ¿por qué? Después de todo, no es la única mujer pobre, de barriada y sin hogar en el país. La condición de madre soltera, altamente estigmatizada, todavía deja mucho que desear. Aunque los que hacen apología del status-quo responderán alegando que el Moudawana, el más reciente código de familia de Marruecos, ya le garantiza “demasiados” derechos a la mujer. ¿No tenía temor de Alá? dijeron algunos mientras regurgitaban un Hadith o dos condenando a las víctimas del suicidio al infierno. Pero la cosa es que los que estaban parados en la vereda preguntándose en su confusión y viendo a Fadoua mientras su carne se quemaba nunca entenderán por qué prendió el fósforo, pues nunca han sentido las verdaderas llamas que ella sintió, mucho antes de rociarse gas.

Continúa:

Mientras Fadoua decidía poner fin a su sufrimiento dando el paso, otros Bouazizis están diluyendo la muy lúgubre realidad recurriendo a un siempre atractivo escapismo. Ahora no estoy en posición de juzgar a nadie que prefiera la compañía de antidepresivos, alucinógenos o una botella de vino barato para nublar el sufrimiento. El Señor sabe que a veces lo necesito. Aunque lo que desprecio es nuestra alarmante indiferencia al sufrimiento de otros marroquíes o peor todavía, algunos patéticos intentos de trivializar esas condiciones desafortunadas e inhumanas. Tal vez esta apatía es otro mecanismo escapista de defensa, quién sabe.

El blogger Son of Words ve la sociedad como el desencadenante, y discute [fr] por qué las acciones de Laroui son ciertamente políticas:

Algunos no verán en el actuar de Fadoua nada más que una angustia psicológica que se manifiesta de manera extrema. Otros, con muchos menos escrúpulos y una falta total de empatía, verán el acto de una mujer que según las costumbres no merecía ninguna simpatía. Pero la acción de Fadoua es eminentemente política, y apela a una acción colectiva también política. En efecto, ella hubiera podido resignarse a su triste suerte que comparte con tantos otros, pero se negó. Ella creyó en el sistema y tomó sus múltiples laberintos para ser brutalmente expulsada. Hubiera podido expresar su destreza de otra manera, pero eligió confrontar su última arma, su cuerpo y este sistema injusto en su manifestación más inhumana y más kafkiana.

En el blog semisatírico C.J.D.M., Aboulahab escribe [fr] de la mundanidad de la vida de Laroui y su semejanza con la vida de tantos marroquíes:

Fadoua no era una heroína, no ha hecho nada en ela vida que mereciera ser destacado. Pues Fadoua tuvo esa clase de vida banalmente miserable, que hubiera podido prolongarse para parecerse a las de millones, para apagarse un día, víctima de la falta de camas o de personal médico en un hospital público.

El blogger concluye:

Llegará el día, cuando sea el turno de los Majzen* de consumirse en las llamas de nuestra voluntad de cambio. La situación de las Fadoua no mejorará de la noche a la mañana, lo admito. Pero la responsabilidad no será más la de un órgano político abstracto e ubicuo que lucha por su propia sobrevivencia, sino la de toda la sociedad, de todos los individuos, de todos los sujetos en adelante ciudadanos. Y creo sinceramente que cuando su destino está en sus propias mannos, los Hombres lo usan de la mejor manera posible.

*Majzen es un término que se usa para referirse a la élite gobernante de Marruecos.

1 comentario

  • Saharaui

    se ha muerto por impotencia y la indiferencia que genera el miedo y la desconfianza que ha sembrado almajzan entre los hijos de Marruecos, una madre soltera y con dos hijos que no sé cuantas veces ha estado muerta abrazando a sus hijos en una miserable choza, pensando continuamente en el pan de mañana en una sociedad anclada en la intencionada ignorancia que incentiva la corrompida familia Alaui, y que la rechaza y la empuja hacia la desesperación, mientras los generales y cercanos al poder derrochan los recursos del pueblo en ocios y pecados, ella la difunta las ingeniaba con sus hijos con cuentos para que se les olvidaba el pan que casi nunca había.
    y el pan escasea en todo marruecos y casi para todos los marroquíes y su ausencia se llena de miedo, miedo a las autoridades a los corruptos y hambrientos policías y a la vez son los perros del poder,
    mi pésame a las hijos y familiares de Fadoua.
    viva la lucha del pueblo Sahraui.

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