Serbia: Niños reciben entrenamiento militar en campamentos rusos

Serbia es un país profundamente dividido con respecto a la principal orientación de sus relaciones exteriores: mientras que a algunos partidos políticos y aproximadamente a la mitad de su población les gustaría ver a Serbia en la Unión Europea lo antes posible, otros políticos y ciudadanos miran hacia Rusia y le gustaría que su patria se convirtiera en una provincia rusa, como Tomislav Nikolic dijo en el Parlamento de la República de Serbia en 2007.

Los últimos pertenecen a la extrema derecha política e incluyen varias asociaciones de nacionalistas, la Iglesia Ortodoxa Serbia y algunos grupos sociales cuyos miembros se llaman “patriotas” (como los vándalos que recientemente demolieron el centro de Belgrado, expresando su “actitud” hacia el Desfile del Orgullo Gay de Belgrado e hicieron disturbios en Génova, confirmando su “amor” por la selección nacional y un alto nivel de patriotismo.

En lo más alto de la más reciente discusión pública sobre patriotismo y el origen de la violencia en la sociedad serbia, el periódico Danas de Belgrado informó el 19 de octubre que hace dos años, muchachos serbios de entre 11 y 15 años, pasaron 16 días en campamentos de exploradores en Rusia, donde los entrenaron para ensamblar y desmantelar armas, arrojar bombas y disparar rifles.

Esos niños fueron enviados a Rusia por el Frente Patriótico, una asociación de veteranos de la guerra serbia de 1990-1999 (la guerra civil en la ex-Yugoslavia, incluida la guerra contra la OTAN).

Zoran Vranesevic, Secretario General de la asociación, dijo a Danas que los dos grupos, que consistían en 20 hijos de veteranos de guerra, habían asistido a campamentos de exploradores en Rusia con la finalidad de aprender sobre tradiciones de Rusia, su cultura y religión, para desarrollar su espíritu patriótico y aprender a luchar contra sus vicios.

El principal objetivo del Frente Patriótico no era capacitar a los chicos en puntería, sino asegurarse de que los muchachos no herederan los complejos de sus padres, los veteranos, que son marginados por la sociedad, agregó Vranesevic.

Durante la inusual y singular estadía en Siberia, los muchachos tuvieron la oportunidad de participar en una competencia de redacción con un tema simple – “Mi estadía en Rusia” – que había sido anunciada por los anfitriones (en su mayor parte, la asociación patriótica rusa Frente de Kosovo).

U. L. (13) escribió que los rusos les habían dado conocimientos sobre armas, los habían estado entrenando en esgrima y en arrojar cuchillos, enseñándoles cómo tener habilidades y ser persistentes. Agregó:

Pasamos por un bautizo de fuego en el primer campamento donde fue lo más difícil. Vivimos ahí cerca de la naturaleza, comiendo lo nuevo, platos muy simples y nada usuales con mucha fruta, quesos amargos, lavando los platos en el río, bañándonos ahí, participando en batallas, nos ejercitamos en campos de tiro, ensamblar y desmontar rifles, como en el verdadero ejército, montar caballos…”.

M. K. (15) describió su experiencia en uno de los tres campamentos donde se quedaron:

En este campamento, teníamos diversos entrenamientos durante el día, como vencer el campo de tiro, montar a caballo y bajar de los árboles en sogas. Cuando terminábamos esos ejercicios, almorazábamos, pero a nadie le gustaba. Pero comíamos porque teníamos hambre. En la noche, bailábamos danzas cosacas tradicionales. Al día siguiente, íbamos al campo de tiro de rifle donde disparábamos y tirábamos bombas. Ese día estuve disparando tanto que mis oídos estuvieron sonando los siguientes tres días.

El psicólogo Zarko Trebjesanin dice que a los niños no se les debería entrenar en el uso de armas, sino a comunicarse tolerantemente. El entrenamiento militar podría tener efectos muy negativos en niños que son emocionalmente inestables y que no tienen suficiente socialización.

El sociólogo Ratko Bozovic dijo esto, entre otras cosas:

Tirar bombas y disparar rifles son atracciones para los niños y encuentra autoconfirmación en esos actos de violencia.

Tamara Lukšić-Orlandić, Sub Defensora del Pueblo para derechos de los niños de Serbia, dijo a Danas que a los niños no se les debe entrenar en uso de armas porque no es adecuado para su edad comportarse “como guerrillas”. Recordó que Serbia tiene obligaciones internacionales para proteger a los niños, porque es firmante de la Convención de los Derechos del Niño. Según ella, no es deseable ningún contacto de niños con armas, porque podría tener efectos negativos en el desarrollo de una persona.

El sitio web de Abrasevic Media, que se centra principalmente en el análisis de la sociedad en Bosnia y Herzegovina, el país donde se cometieron los mayores crímenes de guerra por parte de algunas personas de etnia serbia, y que después fueron sentenciados en el Tribunal de La Haya, publicó un artículo de comentario, del cual tenemos un extracto:

Serbia, un país eternamente pacífico, tolerante y amistoso, siempre nos da sorpresas: después de la celebración clerical-fascista en las calles de Belgrado concernientes al Desfile del Orgullo y la instalación de arte en Génova, hemos descubierto que algo que se llama Asociación de Veteranos de Guerra de todos los países serbios 1990-1999, el Frente Patriótico, existe libremente en este país. […]

[…] Para los niños ortodoxos, el Frente Patriótico Serbio organiza estadías en campamentos rusos, donde los niños pueden aprender todo lo relacionado con armas: cómo disparar un rifle, cómo acercarse al enemigo desde atrás, cómo amar a Putin más que a sus propios padres, cómo convertirse en verdaderos fascistas serbios y ayudar al país a luchar en contra de muchos de sus enemigos […].

A continuación, una selección de comentarios que los lectores dejaron en el foro del sitio web vidovdan.org, dedicado principalmente a las tradiciones serbias y a la llamada “cuestión nacional”.

Tragalac:

[…] Si los niños fueron donde los gays a aprender cómo usar vaselina bajo todas las circunstancias, eso estaría bien.

zorajde:

[…] La gente está mandando a los niños a campos de reconocimiento para que los entrenen en el uso de armas, y yo lo haría obligatorio, porque dentro de algunos años, si la gente quiere sobrevivir en esta democracia, deberán empezar a cazar […].

Zlatni Bogdan:

Si solamente nuestro ejército y país organizara esos campamentos.

El sitio web B92 volvió a publicar algunas partes del artículo de Danas, y los lectores  han dejado más de 70 comentarios. Acá hay solamente tres de ellos:

1.

En lugar de mandar a los niños a visitar el Museo del Chocolate en Bruselas para que disfruten del mejor chocolate del mundo, los están mandando a Moscú a pasar por un entrenamiento para convertirse en pequeños terroristas.

2.

No le veo el drama. En Gran Bretaña, tienes el derecho de unirte al ejército si tienes 16 años, y muchos británicos se enrolan. Si estas cosas las controlan adultos, no veo qué está mal en ese caso.

3.

Alguien estaba entrenando a los niños en disparar y usar diversas clases de armas y de esa manera cometieron un acto criminal de terrorismo y sabotaje según el Estatuto Criminal…

Según Danas, el Procurador Público de la República de Serbia revisará la información del caso, y si encontrara algún elemento criminal, actuará de acuerdo a ley.

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