Malasia: La verdad sobre el aceite de palma

El aceite de palma ha sido objeto de críticas por parte de ambientalistas y activistas verdes en los últimos años. De hecho, solamente este año Nestle, Marks & Spencer's y General Mills han cambiado su actitud en lo que se refiere al aceite de palma, ya sea negándose a comprarles a los proveedores que son supuestamente no sostenibles, o reforzando su postura ante la destrucción de bosque lluvioso primario y zonas de alta biodiversidad en el sudeste asiático.

La polémica que rodea al aceite de palma, una fuente de ingresos agrícolas para muchos países del sudeste asiático, especialmente Malasia e Indonesia, surgió hace unos meses cuando apareció en Youtube un vídeo de Greenpeace que parodiaba un anuncio del chocolate KitKat de Nestlé. El vídeo presenta a una oficinista abriendo un KitKat para «tomarse un descanso», pero en lugar de comerse un barquillo de chocolate parece morder un dedo de orangután. El vídeo, que aparece más abajo,  es parte de la campaña del grupo ambientalista contra el uso por parte de Nestlé de aceite de palma proveniente de plantaciones no sostenibles en Indonesia.

En lo que podría interpretarse como una consecuencia de este vídeo, Nestlé anunció que dejará de comprar aceite de palma a Sinar Mas, un proveedor indonesio de aceite de palma. Team Orangutan informa:

Considerando la cantidad de aceite de palma que Nestlé usa en sus productos, les va a ser difícil conseguirlo de plantaciones que utilizan prácticas sostenibles.

No existe el aceite de palma sostenible. La tierra que se utiliza para producirlo es limitada. No se puede suplir la demanda sin destruir la selva. Es por esto que es necesario alentar a las empresas para que busquen otros tipos de aceite. El problema no desaparecerá hasta que las empresas reemplacen o eliminen el aceite de palma de sus productos.

Aunque la decisión de Nestlé es solo una victoria temporal, debemos pensar que podemos cambiar esta situación y marcar la diferencia en el mundo en que vivimos.

Palm fruit, photo courtesy of Scott Parker

Frutos de la palma, fotografía cortesía de Scott Parker

A una escala mayor, Team Orangutan informa sobre una noticia alarmante:

Las autoridades indonesias han declarado que planean aumentar a más del doble la producción nacional de aceite de palma crudo -hasta un total de 40 millones de toneladas antes del 2020- mediante una mejora en el rendimiento y la ampliación de la superficie plantada.
La destrucción del bosque lluvioso en Indonesia convierte a este país en uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero en el mundo. También causa la muerte de cientos de orangutanes cada día.
El aceite de palma es un aceite innecesario. Tenemos que seguir educando, y seguir esforzándonos.
Podemos hacer esto juntos. Juntos, podemos salvar a los orangutanes de este genocidio.

El blog Malasian Agriculture ofrece más información sobre el aceite de palma en Malasia, citando un artículo de Ahmad Ibrahim del periódico New Straits Times:

Hace tan solo un año, el negocio de la palma de aceite estaba boyante. Era el motor de la economía nacional. El precio del aceite de palma crudo (APC) superó la cifra de 4.000 ringgits malayos para llegar a los 4.312RM por tonelada el 3 de marzo del año pasado. El precio se mantuvo por encima de los 3.000RM durante aproximadamente siete meses, lo que supuso un máximo de todos los tiempos.
Las compañías productoras de aceite de palma pagaban primas sustanciosas a sus empleados. Muchas anunciaban que generarían altos dividendos para sus inversores. Los propietarios de pequeñas plantaciones de palma obtuvieron jugosos beneficios. Nadie pensaba entonces que los precios de la palma bajarían hasta el punto de hacer que el cultivo de la palma no fuese rentable. La mayoría estaban convencidos de que el precio no volvería a bajar otra vez por debajo de los 2.000RM por tonelada.
Esto demostraba la confianza abrumadora que muchos tenían en la industria del aceite de palma.
Lo ocurrido en las últimas semanas ha borrado esta confianza. El 24 de octubre del año pasado los precios del aceite cayeron a un mínimo de 1.390RM por tonelada, una bajada en picado desde los 4.000RM por tonelada.

Al menos parte de esta desaceleración en la industria del aceite de palma se pone de manifiesto en un reportaje de investigación realizado por Martin Hikman, titulado ‘Los secretos sucios del aceite de palma: ¿está usted contribuyendo sin saberlo a la destrucción de los bosques lluviosos?’ [eng], acerca de cómo el aceite de palma está destruyendo la selva virgen y amenazando la supervivencia de los orangutanes, entre otras especies protegidas, en Malasia e Indonesia. Este reportaje recibió el premio al mejor artículo del año sobre medio ambiente por la Asociación de Prensa Extranjera.

El artículo declaraba:

La palma de aceite es una súper planta. Este cultivo originario de África occidental es increíblemente productivo: su cosecha anual es de 3,6 toneladas por hectárea comparado con media tonelada de la soja o la colza. El aceite de palma es único en cuanto a que se puede «fraccionar», es decir, sus propiedades se pueden separar fácilmente al calentarlo para obtener diferentes productos. Aunque es alto en grasas saturadas que obstruyen las arterias, es mucho más saludable que las grasas hidrogenadas. Para los productores este aceite tiene otra ventaja significativa: a £400 [unos 620 dólares] por tonelada, es más barato que la soja, la colza o el girasol.

Indonesia está intentando acabar con la tala ilegal, pero a cientos de kilómetros de Yakarta reina la corrupción. Las imágenes satelitales muestran que la tala se ha extendido al 90% de los parques nacionales de Borneo y, según el Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA) «[n]uevos estudios indican que el 98% de la selva de [Indonesia] puede desaparecer antes de 2022, mucho antes la selva de las tierras bajas».

A causa de los múltiples usos de esta planta, la palma de aceite ha sido un cultivo muy extendido en toda la región. Es interesante sin embargo que la Palmoiltruthfoundation está en desacuerdo con lo anterior, al menos en lo que se refiere a Malasia:

Prácticamente toda la expansión de la palma de aceite en Malasia se lleva a cabo mediante la conversión de plantaciones existentes de caucho, cacao y coco, o en áreas de bosque talado que han sido designadas para la agricultura. Además, de un área total de 30,2 millones de hectáreas, solo 6 millones se han designado para la agricultura bajo el Tercer Plan de Agricultura de Malasia. El cultivo de palma de aceite no sobrepasa la superficie reservada para agricultura. Irónicamente, el área forestada se mantiene en más del 60%, ciertamente mucho más que el de los países desarrollados donde se ha armado tanto alboroto a causa de los orangutanes.

Es hora de que el mundo descubra estas campañas insidiosas y falaces y eso solo será posible cuando las personas tengan el buen juicio suficiente para ver a través de la niebla y dejar de ser lembus [vacas]. Esto puede ir en contra de la intuición, pero el instinto de rebaño solo puede superarse mediante la educación y programas claros de comunicación e identidad institucional. Programas que conseguirán revelar las mentiras y medias verdades que parecen ser la inclinación y casi la única ocupación del CSPI [Centro Científico para el Beneficio Público] y otros de su calaña.

Además el director ejecutivo del Malaysian Palm Oil Council [Consejo de la Palma de Aceite de Malasia], Tan Sri Yusof Basiron, respondió varias preguntas en el periódico malayo The Star sobre prácticas sostenibles y ecológicas en el cultivo de la palma de aceite. Respondiendo a una pregunta sobre la protección de los bosques:

Existe una preocupación válida sobre la protección de la biodiversidad de la jungla y los bosques naturales. Esto se consigue designando áreas de conservación claramente demarcadas. No es necesario conservar toda la jungla. Hace muchos años el Convenio de las Naciones Unidas para  la Diversidad Biológica decidió que debe conservarse el 10% de los bosques del mundo para proteger la biodiversidad forestal. En Malasia más del 50% de la superficie nacional se ha reservado para este propósito (la media europea es de un 25%), en un compromiso que asumimos en la Cumbre de la Tierra que tuvo lugar en Río de Janeiro en 1992.

Quizás lo que más preocupa en lo tocante a la palma de aceite es, por una parte, la paradoja de la destrucción de los bosques a manos de las empresas involucradas en la cadena de producción del aceite de palma, y por otra sus iniciativas de «responsabilidad social corporativa». Por ejemplo, según el blog de Rainforest Action Network:

General Mills, una empresa que ha sido reconocida por su política de responsabilidad social corporativa el mismo mes en que su jefe de desarrollo sostenible se niega a hablar con la RAN [Red de Acción en pro de los Bosques Lluviosos] acerca de su política de producción de aceite de palma, claramente no está muy comprometida con la «sostenibilidad».

En el mundo de la responsabilidad social corporativa, las dos últimas semanas han sido muy provechosas para empresas como la General Mill, que recibió el premio «Top Corporate Citizen», ocupó el puesto 47 entre las 50 Compañías más admiradas y el 29 en la Lista de Biodiversidad. Estos premios reconocen la sólida reputación global de la compañía, al menos según el criterio de Fortune Magazine y de los líderes de los negocios globales. Pero lo que no sabe este pequeño grupo de personajes influyentes es que la expansión del cultivo de la palma en Indonesia amenaza a millones de pueblos indígenas, especies en peligro de extinción y bosques… todo gracias a General Mills.

Tampoco ayuda el hecho que para algunos, ciertas iniciativas para ayudar a limpiar la industria no son más que un «lavado de cara» ecológico. Según el blog de Canadians For Climate Change Action:

Los activistas del ambiente denuncian que la Conferencia sobre el Aceite de Palma Sostenible, que comenzó como una iniciativa para eliminar las prácticas dañinas para el ambiente en la producción de palma, se ha convertido en poco más que una herramienta para hacer más ecológica en apariencia la producción de palma, con la aprobación de las ONG. Rebecca Zhou, de Reportage/enviro, informa.

La Conferencia sobre el Aceite de Palma Sostenible (CAPS) fue creada por el World Wide Fund (WWF) para alentar a las empresas a crear formas de producir aceite de palma que fueran más sostenibles. Sin embargo, los expertos en ambiente creen que no solo la CAPS es ineficaz, sino que además se ha convertido en una manera de darle una apariencia ecológica a las prácticas inadecuadas.

«La CAPS proporciona a las compañías una fachada ecológica y promueve un consumo mayor, que es precisamente la causa del problema», dijo Valerie Phillips, activista de Greenpeace para la protección de los bosques en Papúa Nueva Guinea, uno de los países que más se han visto afectados por la industria del aceite de palma.

De hecho, el Rainforest Portal informa que en noviembre de 2009 se entregó a la Conferencia sobre Aceite de Palma Sostenible (CAPS) y al World Wildlife Fund (WWF), uno de los fundadores de la CAPS, una carta abierta, firmada por más de 80 organizaciones de 31 países, en la que se apremiaba a las partes a detener la certificación de las plantaciones de palma que no fuesen sostenibles. El portal declara:

Según la carta abierta, las compañías productoras de aceite de palma certificadas por la CAPS son responsables directamente del daño ambiental: el transtorno del medio de vida de las poblaciones locales, la destrucción de los bosques y turbales, la contaminación de suelos y ríos, y la contribución al calentamiento global. Es por estas razones que «la monocultura de palma de aceite no es ni puede ser nunca sostenible y la «certificación» sirve para perpetuar y expandir esta industria destructiva».

Aparte de estos acontecimientos negativos, se está trabajando para conseguir producir «aceite de palma responsable». Por ejemplo, The Forest Trust (TFT), un organismo internacional sin fines de lucro, ha propuesto a los minoristas europeos una política de compra responsable para el aceite de palma. El sitio Web de TFT declara que es consciente de las críticas que se han hecho al plan de la CAPS y por ello está trabajando para formar un grupo de productores alimenticios con el fin de: establecer sistemas de control y de determinación de origen para asegurar que las plantaciones cumplan los estrictos requisitos de la CAPS; y proporcionar asistencia técnica a los agricultores, especialmente a los minifundistas que consiguen la certificación de la CAPS.

Sin embargo, a fin de cuentas lo que ocurre es muy distinto. Como resume sucintamente Peak Oil:

Las plantaciones de palma de aceite desempeñan un papel importante en los crecientes problemas de deforestación y emisiones de gases con efecto invernadero en Indonesia y otras regiones de bosque tropical en el mundo. La reunión de la Conferencia Internacional sobre la Palma de Aceite y el Ambiente (CIPAA) que tuvo lugar la semana pasada, es un intento por conseguir que la industria del aceite de palma sea parte de la solución.

La idea de que la industria del aceite de palma pueda efectivamente ser parte de la solución es algo que causa divisiones entre los productores, fabricantes, minoristas y, naturalmente, los grupos de defensa del ambiente. En un extremo la producción de aceite de palma sostenible se considera una contradicción. En el extremo opuesto se cree que los críticos del aceite de palma se han dejado engañar por una maquinación de los países desarrollados contra los granjeros pobres, basada en mitos sobre la extinción de las especies y el cambio climático, y financiada por los productores rivales de aceites y grasas.

3 comentarios

  • Muy interesante. Acabo de regresar de Malasia y me ha llamado muchísimo la atención las grandes extensiones de palmeras que allí tienen. Ahora ya sé un poco más acerca de sus dudosas y poco sostenibles técnicas para ganar terreno a la selva.

    ¡Gracias!

  • […] de selva virgen esta relacionada con el consumo industrial de aceites y plantas. Madagascar, Malasia, Indonesia, Thailandia, Nueva Guinea, Costa de marfil, Colombia, Ecuador … Son países que han reducido drásticamente […]

  • Ahora los «expertos» dicen que el aceite está asociado a muertes humanas por enfermedades cardiovasculares.

    El estudio es Estadounidense publicado en la revista «Globalization and health» en 2011.

    Todo ésto lo he visto en una nota periodística de la cadena de noticias RT en castellano, titulada «Nutella y otros 30 alimentos que podrían provocar cáncer» 5-2-2017

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