HiperBarrio: Voces que expresan miedo, indignación y esperanza

La Loma, Medellín. Image By Oso CC BY-NC

La Loma, Medellín. Foto de Oso CC BY-NC

Durante los años 80 y 90 Medellín, Colombia, fue tristemente célebre por los carteles de drogas, secuestros, alta tasa de homicidios, etc. Después de un periodo de prueba de paz, reconciliación y esperanza [en], los fantasmas de la violencia en Medellín, especialmente San Javier La Loma (distrito 13) están volviendo. Los crímenes tales como asesinatos y secuestros por pandillas armadas y carteles de la droga han aumentado en los últimos meses. Los miembros del proyecto HiperBarrio [en], que cuenta con el apoyo de Rising Voices, son testigos de los acontecimientos y expresan su temor, indignación, incertidumbres y esperanzas vía entradas de blog.

Crazyflowamen en Convergentes Blog informa:

La situación de orden público está muy tensa en La Loma y tiende a ponerse peor. Hay enfrentamientos a bala a tempranas horas del día y la soledad abunda en las calles.

Acabo de entrar a casa y mi abuela y me comentó que debería irme del barrio por que me han convertido en el blanco de los grupos que se están disputando el territorio y que no respetan nada.

¿Hasta cuando esta lucha de pandillas o de gente intolerante nos va a seguir agobiando? ¿Por qué las personas inocentes pagan?. Son muchos los interrogantes que me hago. No sé ni qué pensar. Estoy llorando … no lo puedo creer.

Camela. Photo by Oso CC BY-NC

Camela (Carmen Paniagua). Foto de Oso CC BY-NC

Camela en Convergentes Blog narra las terribles dudas:

Es más de media noche y no puedo dormir; y es que es difícil hacerlo cuando la muerte anda tan cerca. Tampoco puedo concentrarme en la lectura, porque los disparos se escuchan cada vez más cerca y con mayor frecuencia.

Los perros ladran sin parar, lo que me hace pensar que “esos hombres” andan por ahí, muy cerca de esta pequeña casa, que es nuestro único refugio y nuestra única morada.

Hace unos ocho años los habitantes de la vereda La Loma vivíamos una situación igual. Vivimos en San Gabriel, en medio de este juego cruzado y absurdo, o mejor será decir que sobrevivimos, porque ver la luz de un nuevo día se ha convertido en un verdadero milagro.

Es indignante tener que dejar de hacer nuestras labores, dejar tirada la comida por el piso y todo cuanto hacemos, para salir corriendo a escondernos en el lugar más seguro de la casa como ratones asustados tratando de salvar sus vidas.

¿Por qué nuestras sanas costumbres tienen que cambiar? ¿Por qué no podemos salir a la hora que nos plazca, a caminar por la vereda a celebrar una noche de luna llena con la tranquilidad que solíamos hacerlo?

No, ya no podemos, porque unos insensatos decidieron poner límites a nuestra libertad, a nuestro libre albedrío, a nuestros pasos, a nuestra vida.

Estoy hablando o, mejor, estoy escribiendo desde mi rabia, desde mi dolor, desde mi impotencia y desde mi miedo, y sé que son muchos los que sienten lo mismo y tienen que tragarse su rabia, su dolor, su impotencia y su miedo porque hablar significa morir.

Aún tiene esperanzas:

Pero afortunadamente existe este espacio, en el que por medio de la palabra podemos compartir todos estos sentimientos encontrados que confluyen dentro de nuestras mentes tristes y cansadas de tanta injusticia; cansadas de la sangre, de la muerte, de escuchar el llanto de las madres que con dolor le reclaman al cielo que les devuelva a sus muchachos.

Catalina Urquijo, Image courtesy Álvaro Ramirez, HiperBarrio

Catalina Urquijo, Foto cortesía de Álvaro Ramirez, HiperBarrio

Blueandtanit (Catalina Urquijo) escribe:

La violencia no cesa, mientras algunos se creen dueños de un territorio que es público y roban, matan, atemorizan a la gente… En Medellín volvemos a los paros de transporte público, a eso de que “el taxi va nomás hasta aquí, yo por allá no subo“,  a las fronteras invisibles que quien cruza muere, … Y es que la guerra, como siempre se supo, nunca terminó,

 Alvaro Ramirez informa que:

Los vecinos de La Loma se encuentran en un momento de alto riesgo y a la espera de un ataque inminente. Hay sectores donde no se puede salir de noche y las balaceras protagonizadas por grupos ilegales de jóvenes armados se repiten sin remedio, asustando a todos los vecinos y haciendo imposible conciliar el sueño y el merecido descanso.

Las autoridades fueron alertadas y se hicieron presentes hace algunos días en La Vereda La Loma. [..] Pero la violencia  continúa de manera implacable a aterradora.

Alvaro agrega, citando el periódico El Espectador, que hay indicios de que la policía está trabajando con un grupo para luchar con el otro – por lo que los ciudadanos no pueden confiar en ellos.

Yesenia. Image by Oso CC BY-NC

Yesenia. Foto de Oso CC BY-NC

Al volver de la Conferencia de Global Voices en Chile Yesenia comparte su experiencia de cuan anormal parece ser La Loma  y hace la importante pregunta «¿Qué hacemos?»

Juan Carlos, un comentarista en su post comparte este optimismo:

Los unicos dueños de nuestro destino somos nosotros mismos…ni presidentes, ni alcaldes…nadie es dueño de nuestras vidas. La eleccion esta en nuestras manos, somo mas los buenos!!!
unamonos y volvamonos comunicadores de paz….!!no mas! no mas vacunas, no mas odio, no mas muerte!…

Las Vecinas Imaginarias también tienen estas preguntas que hacer al barrio:

¿Debemos tolerar que personas inescrupulosas que hacen el mal, no sólo de una forma violenta, si no también explotando y humillando a diferentes seres humanos?

¿Y qué es el futuro  si no trabajamos para cambiar éstas realidades del presente?

Esperamos con ansias saber como los ciudadanos de La Loma recuperan su ciudad de la violencia, desarman a los jóvenes y rechazan a los que quieren hacerles daño.

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