Colombia: Tensiones y ‘vientos de guerra’ con Venezuela

Las tensiones entre Colombia y Venezuela, dos países vecinos con relaciones ya enrarecidas, han ido en aumento en las últimas semanas. A mediados de octubre, ocho colombianos fueron secuestrados y asesinados a tiros después de jugar un partido de fútbol aficionado al otro lado de la frontera en Venezuela. Además, los cuerpos de un peruano y un venezolano fueron encontrados en el estado occidental del Táchira. Hasta el momento, nadie ha sido hallado responsable de la masacre, aunque se ha sospechado de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional.

Sin embargo, las autoridades venezolanas dijeron que los futbolistas eran paramilitares, afirmaciones que se suman al conflicto entre los dos países. Fuera de los «incidentes» descritos anteriormente, oficiales de inteligencia colombianos o «espías» como los llama el gobierno venezolano, fueron «capturados» en territorio de Venezuela, 8 «paramilitares» fueron arrestados en Táchira, dos guardias nacionales venezolanos fueron asesinados en la frontera por individuos armados, y otro fue expulsado por el gobierno colombiano. La propia agencia de inteligencia colombiana admitió que unos documentos exhibidos por el ministro del Interior venezolano Tareck El Aissami, incautados a los «espías» capturados en Maracay, eran auténticos.

El gobierno venezolano está molesto por el acuerdo entre Estados Unidos y Colombia, que le permite al primero utilizar varias bases militares en territorio del segundo, el cual ha sido presentado como un pacto de «cooperación». El acuerdo fue firmado a comienzos de noviembre, pero ya había sido el tema de una cumbre extraordinaria de UNASUR realizada en agosto pasado para discutir el asunto.

El 8 de noviembre, el presidente venezolano Hugo Chávez le dijo al ejército de su país, en su programa semanal Aló, Presidente que «la mejor forma de evitar la guerra es preparándose para ella». (ver el video en la entrada de Adam Isacson enlazada al final de esta entrada). Alrededor de 15.000 soldados ya habían sido enviados por Chávez a la frontera. Colombia, que planea enviar 12.000 hombres, llevó el caso a la Organización de Estados Americanos y a las Naciones Unidas, pero la carta enviada por el gobierno colombiano no pidió acciones contra Caracas.

Mientras tanto, el presidente Chávez suavizó sus palabras, afirmando que sus palabras habían sido «manipuladas». Fuera de eso, el ministro de Obras Públicas, que a su vez preside la Comisión de Telecomunicaciones, anunció sanciones para los medios que «distorsionen» a Chávez. No obstante, días más tarde, el mandatario venezolano subió el tono de sus palabras contra el gobierno colombiano, culpando al acuerdo de las bases con EUA de las tensiones de su país con su vecino. Chávez insultó al ministro de defensa colombiano Gabriel Silva, a quien llamó «retardado mental»; y al ministro de relaciones exteriores Jaime Bermúdez, de quien dijo que es un «desgraciado», luego que Bermúdez se mostrara «decepcionado» del silencio de UNASUR ante la retórica de Chávez. Éste también calificó al presidente Álvaro Uribe Vélez de «mafioso» y «traidor» por entregarles «la patria a los yanquis». Brasil, España e incluso los Estados Unidos se han ofrecido como mediadores.

En el blog Atrabilioso, Jaime Restrepo escribe:

Si hay algo repetitivo en el accionar de la dictadura venezolana es el lanzamiento de cortinas de humo. Los venezolanos están tan acostumbrados, ya vencidos por la fuerza de la repetición del mecanismo, que terminan aceptando los torpes montajes que elaboran desde Miraflores, para desviar la atención nacional e internacional.

La última cortina de humo es una ignominia: para tratar de ocultar el secuestro y ajusticiamiento de nueve colombianos en Venezuela, el dictador y su ministro del interior han armado un alboroto sobre la captura de tres presuntos funcionarios del DAS, que estarían haciendo “inteligencia” para “desestabilizar” al progresista de Miraflores.

Restrepo también critica la pasividad del gobierno colombiano. En otro artículo de Atrabilioso, Eduardo Mackenzie escribe sobre «pogroms anticolombianos» en la Venezuela chavista:

Ese hecho y la matanza de los diez muchachos pone al orden del día un nuevo fenómeno: hay un ambiente de pogrom anticolombiano en Venezuela. Pues no sólo alguien los está asesinando sino que ahora algunos están perdiendo sus propiedades y huyendo de Venezuela. Es lo que le ocurrió a la pereirana Sonia Restrepo quien el 15 de mayo de 2009 tuvo que abandonar su fábrica de telas estampadas y huir de Guarenas, cerca de Caracas. Unas 40 personas armadas irrumpieron en su casa en nombre de un “círculo bolivariano” y la acusaron de ser una “extranjera explotadora”. Sin que ninguna autoridad la protegiera, ella perdió así la empresa que había construido durante 30 años.

Valentina Díaz, del blog Realidades Colombianas, ataca a Chávez y, sin mencionar su nombre, elogia al presidente brasileño Lula:

El hecho de que solo hasta hace unos días Chávez haya descubierto la existencia de las teorías de Marx, socialismo comunista, no lo hace una novedad. Fueron escritas en el Siglo 19 (sic). Si no fueron capaces de sostener la revolución bolchevique a sangre y fuego en Rusia, guerra tras guerra, menos lo lograran en América un alocado y despistado mandatario latino. Obsérvese como en el Brasil su gobierno está introduciendo exitosamente lo «social». Nadie evade a su gobernante, por el contrario, lo aplauden y le buscan para que contribuya a solucionar problemas de otros países. Es una persona que no se siente amenazado porque sabe que lo esta haciendo bien, nunca arremete ni inventa guerras con sus vecinos. Se trata de un señor, un estadista, que juzga observando primero el respeto a la dignidad humana de los pueblos, las instituciones y personas. La diferencia es muy grande y por eso al contrario de Chávez en Colombia se le quiere y aprecia.

En un artículo posterior, Valentina critica abiertamente la retórica guerrerista de Chávez:

Si quiere estrenar las armas que les compró a negociantes de la muerte, que las estrenen pero no con sangre colombiana ni gente inocente venezolana. Si Bolívar viviera hoy, habría sacado a Chávez a patadas del palacio de Moraflores.

Sin embargo, Salomon cree que el guerrerismo del presidente venezolano tiene un «objetivo»:

El llamado a la guerra de Hugo Chavez Frias, solo es una medida de distracción a su verdadero objetivo: Controlar a Colombia, para expandir la influencia ideológica de su revolución, y para conseguirlo, está dispuesto a lo que sea, incluso a llevar a la guerra a dos pueblos hermanos.

Alejogalvis de Censurados: Cero siente «pena» del presidente venezolano:

Eso de cerrar frontera cada vez que se le viene en gana deja ver la ridícula posición de este tipo, que en vez de buscar una solución, lo que intenta es enemistar a dos pueblos que se han criado de la mano, antes de la era Uribe ó de la era Chávez. Pena es lo que debería darle a Chávez que amenaza con guerra cuando su país está en pleno racionamiento de agua, luz y quién sabe qué otra plaga falta por caerle a ese país.

Blanca Rolón dice que Chávez, sin querer, ayuda a que se incremente la popularidad de Uribe en Colombia:

  1. No quiere a Uribe como presidente, pero le está haciendo la mejor campaña posible.
  2. MERCOSUR está estudiando milimétricamente el ingreso de Venezuela a este organismo, pues Argentina y Paraguay no son tan retrógrados y ciegos como para no darse cuenta que Chávez no encaja por ser tan imprudente.
  3. Si los organismos internacionales intervienen (OEA, ONU), pues Estados Unidos se mete en Venezuela acusándolo de auxiliar terroristas o algo así, y Colombia obviamente será su base militar.
  4. El miedo de Venezuela a Estados Unidos tiene fundamento, ya que no sólo es por el petróleo, a lo mejor tiene cola de paja y, conociendo el modo de operar EE. UU., fácilmente lo acusará de peligroso para la paz de América, y más rápido lo va a invadir que como hizo con Irak.
  5. Queremos a Estados Unidos fuera del dominio en América, pero con todo esto, lo que se logra es fortalecer su imperio y salvarlo de la crisis económica que tanto bien le hace en este momento a su industria militar un conflicto bélico.

Incluso blogs de caricatura política de frentes opuestos como el uribista Mamertoons y el opositor Uribestiario, hacen eco de estas opiniones en contra de una guerra con Venezuela.

Pero Adam Isacson de Plan Colombia and Beyond no cree que sea probable una guerra [Ing], a pesar de la retórica de Chávez:

1. Las posiciones de ambos países son defensivas. […] Ambas partes se preparan para defenderse de un ataque del otro lado, pero ninguna parece estar planeando un verdadero ataque. No se usan términos como “[ataque] preventivo”. Aunque cada una puede estar provocando a la otra para que dé el primer golpe, ninguna de las partes está a la ofensiva.

2. No hay definición de “victoria”. Es difícil imaginar un escenario de guerra que cualquiera de las dos partes pueda definir como exitoso. ¿Venezuela podría ocupar unos pueblos colombianos fronterizos? ¿Colombia dejaría caer bombas en el palacio presidencial de Caracas? Si es así, ¿qué sigue después? Los escenarios mismos difícilmente tienen sentido.

3. Ambos pueblos carecen de “fiebre de guerra”. Ni en Colombia ni en Venezuela vemos a la gente en las calles llamando a la guerra. Ningún periódico de ninguno de los dos países ha publicado editoriales o columnas que pidan sangre y sacrificio. Ni siquiera hay grupos significativos en Facebook clamando por un conflicto colombo-venezolano. […]

4. Buena parte de esto tiene que ver con la política interna [de ambos países]. Resulta que ambas naciones se encuentran en temporada preelectoral.

Aun así, Miguel Bernal critica el cubrimiento mediático del asunto:

Qué pereza los periódicos caldeando los ánimos. Estoy jarto de titulares tipo «Chávez le echó la madre a no se quién»

Los incidentes continúan a lo largo de la frontera, cuyos habitantes temen [Ing] «que las actuales tensiones escalen hacia un conflicto con Venezuela». El jueves 19 de noviembre, tres personas fueron asesinadas en Arauca, cerca a la frontera, mientras que dos puentes civiles fueron volados por guardias venezolanos en Táchira, como denunciaron el defensor del pueblo y el ministro de defensa colombianos. El gobierno venezolano afirma que estos puentes eran «pasarelas del contrabando», utilizadas por narcotraficantes, paramilitares y contrabandistas. El ministro de defensa colombiano le dijo a la radio de su país que Venezuela emplea «excusas fantasiosas» para justificar la destrucción de los puentes.

Ricardo Ladino dio su opinión sobre este último incidente:

Yo también espero que los puentes [refiriéndose a los fines de semana unidos a días feriados] de diciembre sean legales, de lo contrario Chávez nos acaba el día de las velitas y la navidad.

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