Puerto Rico: Debate sobre censura

Afice anticensura publicado en Flickr por Andréia

Afiche anticensura publicado en Flickr por Andréia

Recientemente, el Departamento de Educación del gobierno de Puerto Rico eliminó cinco libros del currículum del undécimo grado del sistema escolar público: Antología personal de José Luis González; El entierro de Cortijo de Edgardo Rodríguez Juliá; Mejor te lo cuento: antología personal de Juan Antonio Ramos; Reunión de espejos, antología de ensayos editada por José Luis Vega (todos autores portorriqueños); y Aura, de Carlos Fuentes de México. La entidad pública justificó su acción diciendo que los libros “contienen lenguaje y vocabulario inaceptables, que son extremadamente groseros y vulgares.”

El gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, apoyó la decisión: “Creo que he sido muy claro, y que todos los padres y madres entienden perfectamente que los libros que puede leer una persona de 18 años no deberían ser leídos por alguien de 12”. Numerosos escritores y artistas en Puerto Rico dieron a conocer públicamente sus preocupaciones y describieron las acciones del gobierno como censura. La Federación de Profesores también condenó la decisión y afirmó que “refleja ignorancia acerca de la realidad social en la que viven nuestros estudiantes, y una visión retrasada de la literatura moderna como parte del currículum académico”. Después de tal presión pública, el Departamento de Education dijo que solamente habían eliminado permanentemente un libro, pero que seguían evaluando el resto.

La Asociación de Periodistas de Puerto Rico convocó a escritores, profesores y artistas a un acto de protesta frente al Departamento de Educación en Hato Rey, donde leyeron fragmentos de los libros que habían sido retirados. En YouTube se publicó material de una manifestación en contra de la eliminación de los libros en el sistema escolar público.

Los bloggers también han estado comentando intensamente. La escritora Mayra Santos Febres dice en Lugarmanigua:

Temo a la censura. Sobretodo le temo cuando se utiliza “la formación integral de nuestros niños y jóvenes” como excusa para privarlos del contacto con experiencias y sobretodo con libros que los ayuden a desarrollar herramientas para pensar. La reflexión tiene que hacerse en un contexto amplio, sin verjas ni “no pases”. Es imposible pensar: es decir, “sopesar ideas”, cuando estas ideas diferentes, divergentes son sacadas de en medio desde un principio. Cierto es que la educación debe tener en consideración la capacidad de jóvenes y niños para asimilar y digerir información. No vas a servirle churrasco a un bebé de cuatro meses que no tiene dientes. Pero los muchachos de undécimo grado que configuran el estudiantado de Escuelas Públicas de nuestro país, a su edad, ya tienen dientes. Tienen dientes, uñas y garras. Algunos ya tienen bebés de cuatro meses. Ya pueden comer churrasco.

La experta legal convertida en blogger recientemente Dora Nevares-Muñiz analizó la controversia desde una postura legal:

La censura de textos literarios de parte del Departamento de Educación es inconstitucional y viola derechos de los estudiantes… La censura, aparte de coartar el libre flujo de las ideas y la libertad de expresión atesorada en nuestra Constitución, constituye un acto de violencia de parte del Ejecutivo hacia unos estudiantes que tienen el derecho a recibir una educación que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y al reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales. El acto de censurar es de por sí un atentado a la libertad de pensamiento y expresión, típico de sociedades intolerantes y totalitarias…La censura no debe tener espacio en el sistema educativo. Una de las metas del sistema escolar debe ser que el estudiante internalice actitudes de tolerancia y respeto ante la diversidad y las personas que tienen ideas discrepantes. Este es uno de los primeros pasos para prevenir la violencia. Los libros censurados se leían en grado undécimo. Se trata de obras reconocidas en Puerto Rico y en el extranjero por su calidad literaria. Un estudiante de Escuela Superior debe tener desarrolladas las destrezas de pensamiento crítico y análisis lógico necesarias para analizar esos libros.

En su blog Lecturas urbanas, Javier Valentín Feliciano recordó su experiencia en el sistema escolar público en Puerto Rico:

Cuando cursé mis doce años de estudios en la escuela pública nunca conocí a ninguna de estas autoras puertorriqueñas, tampoco conocí a escritores hispanoamericanos que estaban en todo su auge como Gabriel García Márquez, el propio Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Luisa Valenzuela, la lista es inmensa. Tuve que esperar muchísimos años para poderme reconocer como hispanoamericano con estos autores. En la escuela pública no los leí, nunca los asignaron. Quién sabe y nunca los hubiera descubierto.

*La imagen es de de la galería de fotos de Andréia en Flickr y se ha publicado bajo licencia de Creative Commons.

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