Pakistán: Condena a los disturbios en Gojra

Gojra, la capital de Gojra Tehsil, es una ciudad localizada en el distrito de Toba Tek Singh, en Panyab, provincia de Pakistán. El sábado pasado estallaron disturbios por toda la ciudad, debido a presuntas profanaciones al Sagrado Corán. Además de los disturbios, fueron quemadas 50 casas que pertenecían a la comunidad cristiana, dejando siete muertos y otras 18 personas gravemente heridas. De acuerdo a varias fuentes, la mayoría de las casas fueron quemadas por un grupo de jóvenes que tenían sus caras cubiertas por un velo, quienes tiraron bombas de petróleo indiscriminadamente. La extendida violencia comunal ha sido severamente condenada por la blogosfera paquistaní y por los medios masivos de comunicación.

Zaheer Kidvai de Windmills of my mind condena estos asesinatos en un post llamado «¿Qué demonios le pasa a nuestra gente?»:

Los asesinatos en Gojra de los que la minoría cristiana ha sido blanco, no son incidentes aislados. La actitud facista de varios grupos religiosos se ha convertido en una cicatriz en la cara de Pakistán, que si no se cuida, desfigurará la cara hasta que sea irreconocible. Los talibanes podrán haber sufrido derrotas en las recientes batallas y escaramuzas, pero las repugnantes ideas que han sido plantadas en un gran número de mentes por una amplia gama de fanáticos religiosos (y es poco frecuente ver en TV la cara de alguien que no sea un Mulla) tienen que ser enérgicamente rebatidas.

Samson Simon Sharaf de Pak Tea House les llama las «víctimas de la ley media» planteando:

Todo el trayecto de Jhang a Gojra, en las ciudades de Mian Channu y Shantinagar se han presentado incidentes similares de odio religioso encabezados por grupos militantes. Una y otra vez tales incidentes ocurren con impunidad y notable presteza. No hay duda de por qué la administración local es tomada por sorpresa y por qué no hay medidas ni acciones preventivas.

Él después habla del fracaso de las autoridades para enfrentar la crisis:

Según se informa, cerca del 18 de julio, las agencias de inteligencia habían emitido una advertencia al gobierno de Punjab sobre probables incidentes terroristas en los que enclaves de minorías paquistaníes podrían ser blanco. En lugar de tomar esta información seriamente, el gobierno provincial consideró oportuno actuar tal como lo hizo, permitiendo libre acceso a los grupos militantes para provocar incendios y muertes.

Aunque las fuentes consideran que cerca de 200 personas fueron arrestadas después del incidente, la mayoría no está aún satisfecha. La condena continúa y las autoridades son frecuentemente acusadas de su negligencia.

Kalsoom Lakhani de CHUP! -Changing up Pakistan sugiere que se necesita hacer muchísimo más:

No es suficiente llevar a estos perpetradores ante la justicia. El gobierno también debe entender y comenzar a dirigirse a la raíz y las causas subyacentes de estos incidentes. La violencia contra las minorías paquistaníes [De acuerdo con el factbook de la CIA, solamente el 3% de los paquistaníes son minorías – principalmente hindúes y cristianos] no es extraña; de hecho, el Grupo Internacional de Derechos de las Minorías encontró que Pakistán tuvo el más alto número de amenazas contra las minorías el año pasado, siendo clasificado como el séptimo país más peligroso para éstas en el mundo.

La violencia comunitaria ha sido duramente condenada en los principales medios masivos. Naveen Naqvi cuestiona el incidente como «¿Negligencia o complicidad?», además comparte detalles sobre su «sesión de preguntas y respuestas» con el académico religioso Khalid Zaheer.

Hablamos de un aumento del extremismo islámico en el que cualquier desacuerdo no es tolerado. La blogger Sana Saleem me pidió por twitter preguntarle a mi invitado durante el desayuno, Khalid Zaheer, si él u otros académicos liberales islámicos condenarían los atentados en Gojra así como lo hicieron contra las atrocidades talibanes. Su respuesta fue decepcionante pero comprensible. Él dijo, «No. Ésta es la parte triste de la historia». Los hombres religiosos que han protestado contra esta interpretación extremista del islám que está consumiendo a Pakistán han sido en muchas ocasiones blanco de atentados. En un principio, ellos  lidiaban con amenazas y después,  eran asesinados por su punto de vista. Los talibanes asesinaron a Maulana Hassan Jan, un académico religioso de Peshawar, quien emitió una fetua contra los ataques suicidas, llamándolos no-islámicos.

Moin Ansari de Rupee News habla de los disturbios en Gojra haciendo referencia al Corán y las enseñanzas de Jinnah:

Le pedimos a la sociedad paquistaní en general involucrarse seriamente en un dialogo significativo y enfocado a mirar cómo varias leyes están siendo abusadas al quitar los derechos de las minorías en el país. Necesitamos ilustrarnos a nosotros mismos y al mundo sobre cómo estos crímenes están en contra de los principios y el espíritu de creación de Pakistán, al igual que la esencia y enseñanzas del Corán.

Las autoridades han dicho en repetidas ocasiones que actuarán al respecto. Sin embargo parece que el incidente no es aislado y se necesita tomar medidas para prevenir futuros incidentes. En mi propio blog, en un post titulado: «Gojra: Flames of Zia's theocracy» he discutido las maneras en la que la ley de la blasfemia está siendo utilizada para justificar la extendida violencia comunal.

Han pasado 31 años desde que la ley fue introducida y aún la nación no muestra escrúpulos en cumplirla por medio del sistema. Un sistema que buscaba inculcar puntos de vista engañosos y hacer florecer una sociedad conservadora. Ésto involucra la expulsión de la sensibilidad del amor y la razón subyacentes en la tradición religiosa de nuestra cultura.

Permitir o no  que las llamas de Gojra extingan las ideologías fanáticas es una decisión que está aún pendiente. Así que dejemos que las víctimas de esta ciudad abran nuestros ojos a los errores descaradamente grabados en nuestras mentes y que nos dirijan a un cambio bastante necesitado.

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