A pesar de una recientemente anunciada amnistía para los inmigrantes extranjeros en Brasil, que beneficiará mayormente a vecinos sudamericanos, el gobierno boliviano ha expulsado a cerca de cuatro mil trabajadores rurales brasileños, caucheros y granjeros del departamento Pando, región que tiene fronteras con el estado de Acre. La medida afecta a todo extranjero que viva dentro de los 50 kilómetros de la frontera boliviana, pero se ocupa especialmente de los brasileños que viven en la región del Amazonas.

Blog da Amazonia [pt] ha estado siguiendo el caso e informó:

Miles de brasileños que viven en el territorio boliviano están sufriendo la amenaza de expulsión, porque Evo Morales, bajo la afirmación de garantizar la soberanía de su país, quiere instalar a 4 mil familias de campesinos de La Paz y Cochabamba, en 200 mil hectáreas en la región de frontera.

Las primeras víctimas son familias pobres de colonos brasileños, que han sido expulsadas del departamento Pando. Alrededor de 40 familias ya han llegado al pueblo de Plácido de Castro, a 97 kilómetros de Río Branco, la capital de Acre. Acá, el estado de Acre (lado brasileño) y el departmento de Pando (lado boliviano) están divididos por el río Abunã.

Algunos colonos han sido forzados a dejar sus hogares y tierras, en tanto que otros han amenazado a prender fuego a sus posesiones antes que entregarlas a los bolivianos. Las situaciones están descritas en Blog da Amazonia [pt], que muestra la desesperación de los jefes de familia, que han estado invirtiendo dinero y tiempo en esas tierras durante más de 40 años:

Cauchero amenazado Djalma Soares dejó sus pertenencias en Bolivia. Foto de Alisson Ferreira y Altino Machado/ Publicada con permiso

El cauchero Djalma Soares, 55, había vivido en territorio boliviano desde los nueve años. Durante más de 46 años allá, nunca acumuló riquezas como cauchero y recolector de nueces de Brasil.’ – Los funcionarios bolivianos dijeron que iban a ir río abajo y que no querían verme ahí de nuevo cuando regresaran. Les dije: Está bien, regresaré a mi Brasil. Así que me llevé solamente una hamaca, sábanas y tres ollas. El resto lo dejé: tazón, hacha, machete, cabras y las otras herramientas para trabajar. Allá, podría sobrevivir. No sé cómo será mi vida acá en la ciudad, sin trabajo’.

Aunque ha prometido a los brasileños que pierdan sus propiedades que serán reinstalados en un área más distante de la frontera boliviana, el gobierno de Evo Morales no ofrecerá ninguna compensación por las pertenencias como casas o trabajo hecho en la tierra. Ni tampoco pagará por las propiedades donde los brasieñños se instalaron. Debido a esto, hay algunas personas que dijeron que no dejarán la tierra de manera pacífica, como también informa el Blog da Amazonia [pt] en una entrevista con otra víctima:

¿Qué pueden hacer ustedes, entonces?
Bolivia no lo tendrá fácil, para nada. Hay muchos brasileños indignados por la situación. No dejaré nada detrás de mí y no quiero ir a ningún sitio que me ofrezcan. Preferiría prenderle fuego a todo y regresar (a Brasil) a reasumir mi vida.
¿Tiene el valor de hacerlo?
Si, lo tengo. No puedo darme el lujo de gastar lo que no tengo. Por ejemplo, he gastado R$ 7 mil (aproximadamente US$ 3,780) para construir mi casa. No voy a dejarla lista para que un boliviano venga y se la quede.
¿Hay más personas que piensen como usted?
Hay personas pensando peor que yo.
¿Qué quiere decir?
Hay muchas familias brasileñas pensando en hacer algo tonto con los bolivianos. Hay algunas personas pensando en quedarse y matarlos. Cuando están acá en Brasil, los bolivianos parecen santos, pero allá son despiadados. Por ejemplo, esta semana los vi incautando caucho. Un cauchero iba río abajo en una canoa y ellos (los bolivianos) fueron allá y tomaron su caucho. Caramba, tengo al menos una pequeña propiedad acá, en Brasil, pero hay muchos que solamente tienen lo que queda en Bolivia. ¿Quién va a salir de Bolivia con las manos vacías? Ninguno de nosotros va ir dentro de Bolivia, nadie quiere.

Muchos colonizadores han sido molestados, aunque el gobierno boliviano ha fijado el 14 de diciembre como la fecha límite para que el problema se resuelva. Según Blog da Amazonia, Brasil ha invertido US$10.2 millones en la Organización Internacional para la Migración (IOM) para que aborde específicamente este problema dentro de Bolivia.

Hay blogs, como Tomando mais uma [pt], que están profundamente desilusionados con la situación y la manera en que el gobierno brasileño se está ocupando de esto. El blog no solamente destaca las presuntas conexiones de Evo Morales con cocaleros, sino que también dice que asuntos electoreros y políticos están detrás de la expulsión:

Hombres, mujeres y niños están siendo obligados por los funcionarios bolivianos a dejar sus propias tierras con nada más que lo que llevan puesto. Eso es porque el departamento de Pando, durante muchos años, ha apoyado al grupo de oposición a Evo (…).
Y peor, esta “gran marcha de cocaína” que está causando la expulsión de los brasileños viene menos de un mes después que Lula aprobara la Ley de Amnistía Migratoria, que permite la residencia temporal para los ciudadanos extranjeros que están en situaciones ilegales en Brasil, que ha beneficiado a cientos de miles de bolivianos que van por ahí tocando la flauta andina. ¿Dónde está la reciprocidad? Oh, Amorim (Ministro del Exterior Celso Amorim), ¿puedes tratar de hacer algo que valga la pena…?

Brasileño Francisco Siqueira y su familia también fueron expulsados de Bolivia. Foto de Alisson Ferreira y Altino Machado/ Publicada con permiso

Ednei Muniz [pt] agrega que las elecciones venideras de este diciembre son la principal razón detrás de las acciones de Evo Morales:

Los políticos de oposición a Evo Morales, según la prensa boliviana, han acusado al gobierno de hacer uso de reformas agrarias para cambiar la tradición electoral de Pando, donde siempre han ganado los candidatos de oposición.

La oposición dice que Evo quiere mover a militantes del ‘Movimiento al Socialismo’ al departamento de Pando; son un grupo político que apoya al presidente. Las elecciones generales son el 6 de diciembre – y porque Bolivia no ha superado el ‘fantasma del golpe‘, se recomienda que el gobierno brasileño esté alerta – más todavía ahora que probablemente los brasileños estén involucrados en esos conflictos, debido a disputas de tierras causadas por las medidas adoptadas por Morales.

Además de esto, los conflictos dentro de Pando (setiembre de 2008) que involucraban a campesinos que apoyan al gobierno y los que están en su contra, dirigidos por Leopoldo Fernandes, han dejado hondas heridas en la región, y también la creencia que el problema – considerando la tradición boliviana [de conflictos recurrentes] – volverá a aparecer en las elecciones de diciembre.