La ciudad de Quito, capital de Ecuador, es el centro del medio de transporte terrestre ya que, con sólo tomarse un ómnibus, una persona puede llegar prácticamente a cualquier lugar del país. Durante la segunda semana de julio, la Empresa Municipal de Movilidad y Obras Públicaas (EMMOP) decidió cerrar una de las estaciones de ómnibus más utilizadas del país, la Terminal de Ómnibus Cumandá.

Las autoridades de transporte decidieron hacer esto debido a que la vieja terminal ya no podía responder a la demanda del alto número de pasajeros que necesitaban trasladarse a través del país, aun cuando ésta se encontraba situada en el centro de la ciudad. Además de esto, las autoridades declararon que el sistema de la terminal era ineficiente y obsoleto para las necesidades de los pasajeros. En su lugar, dos nuevas terminales de ómnibus se abrieron: una ubicada en Quitumbe, al sur de Quito, para todas las rutas que se dirigen al sur; y la otra en Carcelén, al norte de Quito, para todos las rutas con destino al norte del país.

Vista interior de la terminal de buses inter provincial Quitumbe al sur de Quito. Foto usada bajo permiso de Nati Wolf

Ahora, en lugar de dirigirse a la Terminal Cumandá, de donde todos los ómnibus solían salir, los pasajeros deben dirigirse a una de las dos terminales, según el destino al que deseen llegar. Esto generó gran confusión entre los pasajeros y provocó que emplearan más tiempo en entender el nuevo sistema, y averiguar de cuál de las dos terminales salía su omnibus, que el tiempo real que les llevaría viajar a su destino.

El blog Carei es Carei utilizó a seis periodistas para investigar los beneficios, costos de transporte e información otorgada para cruzar Quito y llegar a cualquiera de estas dos terminales. Se comprobó que, a través del ómnibus urbano, los pasajeros necesitarán entre 90 y 107 minutos para llegar tanto a Quitumbe como a Carcelés. Aquellos que utilizen un taxi, necesitarán entre 35 y 55 minutos para llegar. Sin embargo, aquellos que se dirijan a la Terminal Quitumbe desde El Valle de los Chillos:

A esa hora [7 am, los viernes] es imposible tomar una unidad vacía y los viajeros se acomodan apretadamente en el bus 3632 para llegar hasta La Marín, en Quito. Los empujones y pisotones son inevitables. Subir con maletas es casi imposible. El bus tarda 43 minutos hasta llegar al playón de La Marín.

Allí no hay información para los usuarios que deseen llegar a Quitumbe. Dos policías de tránsito no atinan a contestar ¿qué bus tomar para llegar a la nueva terminal?

El objetivo de la EMMAP es reducir gastos, tiempo de viaje, contaminación y ruido provocado por la construcción de estas dos nuevas terminales. Atravesar las nuevas rutas para llegar puede significar, al principio, un dolor de cabeza hasta para los vecinos de la zona. No obstante, al llegar a cualquiera de estas terminales, alguno pensará que valió la pena todo el tiempo y el esfuerzo empleado. Nati Wolf, de Chica de la Luna, vive cerca de la terminal de sur, y decidió conocer la Terminal Quitumbe resultando gratamente sorprendida:

La curiosidad mató a la lobita y así fue que me aventuré a conocer la nueva terminal “Quitumbe” en el Sur de Quito. Desde mi casa hasta allí me demoré como 5 minutos y al llegar estaba tan perdida como el resto, pero al final estuve paseando por todos lugares posibles y hasta me convertí en guía, jeje. Me gustó mucho como está ordenado y hay bastantes personas en diferentes puntos dispuestos a ayudar a los viajeros que llegan a la terminal.

Las boleterías a los distintos destinos, están divididas por regiones. También podemos encontrar allí mismo lugares para comer, comprar regalos, ropa, etc. Es un gran cambio para los que estaban acostumbrados a ir a la terminal de la Cumandá, que a mi criterio, ya parecía cárcel, por lo oscuro y desordenado.

Para ver más fotos de la nueva Terminal Quitumbe visite su espacio en Flickr.