Rehenes de Realpolitik: La Unión Europea no presta atención a nuevos prisioneros de conciencia bielorrusos

Los bloggers están haciendo circular un video en internet con la finalidad de llamar la atención sobre el destino del prisionero de conciencia bielorruso Mikalaj Autuchovic, que está muriendo. Es el acercamiento de la Unión Europea al régimen bielorruso lo que podría silenciarlo para siempre.

Mikalaj Autuchovic, Jury Lavonau y Uladzimier Asipienka han estado detenidos desde el 8 de febrero de 2009. Han sido acusados de “destrucción de propiedad” en 2005 en el caso que ya ha sido investigado de manera adecuada y en el que la sentencia ya ha sido emitida. La parte agraviada no ha presentado acusaciones oficiales hacia ninguno de los tres.

Mikalaj Autuchovic y Jury Lavonau ya han cumplido una sentencia emitida en un caso ampliamente considerado con trasfondo político y han sido reconocidos como prisioneros de conciencia por ‘Amnistía Internacional’.

Casi no ha se han realizado acciones de investigación. Hasta hace poco, el investigador del caso les había negado encuentros con miembros de su familia.

Mikalaj Autuchovic está en huelga de hambre desde el 16 de abril, exigiendo que su caso sea visto en la corte o que lo liberen. Sin embargo, el 2 de junio el fiscal extendió la investigación en su caso hasta el 3 de julio.

Ha perdido cerca de 30 kilos tras 7 semanas de huelga de hambre.

Hasta ahora, no había recibido apoyo de la Unión Europea. En su informe del 26 de mayo sobre Bielorrusia para la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE por sus siglas en inglés), el señor Rigoni no ha mencionado una sola palabra acerca de la huelga de hambre del señor Autuchovic, que para esa fecha ya duraba un mes y medio. Basados en ese informe, PACE se declaró unánimemente a favor de restablecer la condición de invitado especial del parlamento bielorruso a PACE.

Antecedentes

El 16 de agosto de 2008, el prisionero bielorruso más prominente, Alaksandar Kazulin, fue liberado de prisión, donde había estado cumpliendo una condena de cinco años y medio por “vandalismo y organización de disturbios callejeros”. El señor Kazulin, ex Presidente de la Universidad Estatal bielorrusa, había sido uno de los dos candidatos de oposición en las elecciones presidenciales de 2006, que habían sido masivamente consideradas como arregladas por la comunidad internacional. Fue por liderar la manifestación pacífica de unas dos mil personas al infame centro de detención de Akrescina en Minsk lo que lo mandó a prisión durante cinco años y medio, la condena más dura que se ha impuesto a una figura política de ese nivel. Sin embargo, dos años más tarde ha sido “indultado” en lo que ahora se ve como un intento del autoritario líder bielorruso de arreglar la poco atractiva fachada de Bielorrusia para Europa lo que ha cambiado su postura: la palabra ’sanciones’ ya no había estado en la cabeza de la lista de los diplomáticos que trabajan con Bielorrusia.

La razón para eso ha sido bastante obvia: la invasión rusa a Georgia, que hizo que la Unión Europea mirara la ’programada’ habitual guerra del gas entre Kiev y Moscú a través de los ojos de la reciente guerra que le atrajo atención adicional; las conversaciones sobre los planes rusos de invadir Ucrania han estado circulando persistentemente en Internet. La actitud cambiada del régimen de Lukasenka para el lado de Bruselas ha significado definitivamente llevar a uno de los más antiguos aliados rusos al menos un poco lejos del antiguo imperio.

El momento se eligió correctamente: el deterioro de las condiciones económicas había amenazado la viabilidad del modelo socio económico basado en grandes empresas industriales que nunca han sido privatizadas: sus mercados objetivos empezaron a reducirse, con lo que se intensificó el problema de mantenerse a la par del criterio establecido de aumento salarial, que había sido el punto del orgullo del régimen los últimos 15 años. Dado que la agresión de Rusia en contra de Georgia había caído en el máximo aislamiento y todos los demás países se habían negado a reconocer a Osetia del Sur y a Abjasia, quedaba claro que el tándem Putin-Medvedev redoblaría sus presiones sobre su mayor aliado en Bielorrusia a cambio de favores económicos.

La suposición que esta posición vulnerable haría al dictador bielorruso más tratable con el fantasma de la crisis económica en el horizonte cercano probó ser cierta. Por supuesto que todos los favores vendrían a cambio de algo, y un par de años antes en el caso de Lukasenka eso hubiera sido el cumplimiento de 12 condiciones de la Unión Europea relativas a la democratización del país. Sin embargo, dada la urgencia de la tarea, la Unión Europea dejó de lado sus exigencias: era suficiente que el actual jefe de estado liberara varios de los más prominentes presos políticos, permitir el regreso a la circulación a dos periódicos independientes y retirar a los bastante conocidos Navumau, Paulicenka y Sejman de puestos públicos para allanar el proceso; los tres son ampliamente sospechosos de secuestro y potencial asesinato de los oponentes de Lukasenka, Hancar, Zacharanka, Krasouski y el operador de video Zavadzki en 1999…

Las manifestaciones en las plazas centrales de Minsk son dispersadas tan implacablemente como antes; la única diferencia es que el plazo común de 15 días de cárcel que recibían rutinariamente los participantes ya no son tan frecuentes. Sin embargo, eso no evita que los soldados de las fuerzas especiales de la milicia golpeen a los manifestantes sin hacer distingos entre sexo y edad…

A 16 periódicos se les ha retirado de la red estatal de distribución después de las elecciones de 2001 y siguen estando fuera del alcance del público. Las cifras totales de circulación de los dos periódicos a los que se permitió regresar no exceden de 20 000 comparados con los varios cientos de miles de apenas uno oficial ‘Belarus Siegodnia’…

Los recientemente fundados partidos de ‘Democracia Cristina de Bielorrusia’ y el ‘Partido de la Libertad y el Progreso’ no han sido registrados por el Ministerio de Justicia; tampoco lo ha sido el Centro de Defensa de los Derechos Humanos de ‘Viasna’…

El sistema legal sigue siendo totalmente dependiente del poder ejecutivo. Los derechos de los ciudadanos son violados como asunto de rutina, empezando por el derecho a una compensación para los que viven en chalets individuales que van a ser demolidos para completar los nuevos planes de construcción de la ciudad…

El rol de Rusia

La severa dispersión de varias manifestaciones en Minsk, que ya ha ocurrido después de las declaraciones de ‘liberalización’ y la reacción histérica de Rusia hacia la ‘sociedad del Este’ han provocado que la blogósfera bielorrusa y varios expertos especulen con la idea que, dados los estrechos lazos entre los servicios de seguridad de ambos países, la cruel dispersión de las manifestaciones de paz puedan haber sido ordenadas por alguien en la pirámide de poder a pedido del Kremlin para mantener a Minsk de vuelta en la órbita de Moscú. La lógica más allá de eso había sido clara: nuevos prisioneros políticos, golpizas a los manifestantes, etc podrían provocar que la Unión Europea acuse a Lukašenka de no cumplir con sus obligaciones y podría hacer que volvieran las sanciones. Sin embargo, como en el caso del diplomático polaco arrestado por la policía bielorrusa de fronteras unas semanas antes de la inauguración de la Sociedad del Este (lo que es una completa violación de todas las convenciones diplomáticas), el lado polaco prefirió quedarse callado respecto del incidente, quedó claro que la Unión Europea había sido decisiva en mantener el equilibrio fuera de la influencia rusa en Minsk. Incluso a costa de ignorar significativas violaciones y así legitimando el régimen de Lukašenkan hasta cierto punto.

Estas no son buenas noticias para las personas perseguidas por sus creencias políticas (incluso aunque los estuvieran presentando como delincuentes). Si la Unión Europea no enlazara sus ofertas sobre cooperación con el cumplimiento de exigencias políticas concretas (y ahora es un momento favorable para hacerlo) Autuchovic, Lavonau, Asipienka y otras víctimas potenciales del régimen podrían quedar a merced del régimen…

El suicidio de Jana Palakova

En marzo de 2009, Jana Palakova, abogada y defensora de los derechos humanos, fue sentenciada a dos años y medio de restricción vigilada…

En lugar de protestar, los más altos representantes de la Unión Europea guardaron silencio hasta hoy…

Tres días después del juicio, Jana se suicidó…

Muchas personas creen que la SILENCIARON CON LA MUERTE los promotores y los que toman provecho de la Sociedad del Este…

La oficina para Bielorrusia Democrática, con sede en Bruselas, informó sobre la muerte de Jana en su boletín XXXIX. El boletín se publicó con fecha atrasada, es decir, su distribución fue retrasada hasta que el Consejo de la Unión Europea se decidió por la Sociedad del Este…

El 26 de mayo, el Comité de Asuntos Políticos de PACE tomó en cuenta un informe de Andrea Rigoni sobre la situación en Bielorrusia. No había una sola palabra sobre Jana Palakova….

El Caso de los 14

Tras las protestas de los empresarios a comienzos de 2008, 14 jóvenes fueron sentenciados por cargos de ‘vandalismo y provocación de desorden público’. Dos de ellos han recibido sanciones de cárcel de hasta un año y medio, mientras que el resto ha sido sentenciado a restricción vigilada de hasta dos años y medio y multas enormes.

La restricción vigilada fue un enfoque comparativamente nuevo a la sanción penal en Bielorrusia; los defensores de derechos humanos creen que ha sido aplicada a los participantes del proceso con la finalidad de probar la reacción de la Unión Europea: como la restricción vigilada no implica encarcelamiento sino un rígido control de la policía de los movimientos del condenado, puede ser que la comunidad internacional no los haya reconocido como prisioneros de conciencia, una acción altamente desfavorable para el régimen bielorruso que busca el apoyo de Occidente.

Por la misma razón, los artículos puramente criminales han estado siendo utilizados en contra de esos 14 jóvenes (esto es, Andrej Kim, el que recibió un año y medio de prisión, había sido acusado de golpear a un policía en las manifestaciones, aunque no se ha proporcionado evidencia en el ‘juicio’ que lo probara). Las autoridades pensaron que usar los artículos penales (como más adelante en contra de Autuchovic y Lavonau por destruir propiedad) en casos políticos convertiría a los participantes en meros criminales para Occidente, y así dejarían fuera la posibilidad de reconocerlos como prisioneros de conciencia.

En mayo 2009 Amnistía Internacional reconoció a 11 de ellos como prisioneros de conciencia. La Oficina para Bielorrusia Democrática no informó sobre este reconocimiento en su boletín del 27 de mayo.

No contiene una sola palabra sobre Autuchovic y su huelga de hambre de seis semanas.

Hasta la fecha, las autoridades de la Unión Europea no han puesto su caso en la agenda…

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.