Trinidad y Tobago: ¡Inundados!

Trinidad y Tobago ha recibido en los últimos días una gran cantidad de lluvia que provocó graves inundaciones [en] que paralizaron el tráfico [en], comprometieron infraestructura [en] y causaron estragos [eng] en el sistema de transporte púbico [en].

Pero sólo un puñado de bloggers se ocupó de la noticia (tal vez porque el resto de la gente estaba muy ocupada viendo cómo volvían a su casa). Media Watch [en] agradeció a los medios «por traernos los informes desde el lugar de la inundación, mucho antes de que los noticieros más importantes se dispusieran a hacerlo». Mientras que el periodista/blogger, Paolo Dernahan [en], consideró que «la devastación a lo largo del país y en Puerto España en particular… demostró el estado desesperante de la situación»:    

Las inclemencias del tiempo están, por supuesto, más allá de nuestro control. La respuesta que damos a ésto, es lo que nos hace humanos.

Los trinitenses se vieron forzados a volver a un estado primigenio cuando, como era de prever, los remolinos de agua primero taparon sus tobillos, luego sus rodillas y finalmente su cuellos. En un día seco, City Gate, la  principal terminal de la ciudad se parece a un campo de refugiados en el Congo: una masa humana moviéndose al unísono como un enjambre de langostas, de aquí para allá tratando de escalar hasta lo más alto, sin perder un zapato, o su propia dignidad. Sólo imagínense City Gate esta tarde, luego que los ríos regurgitaran toda su carga hacia South Quay y todolo demás.

La gente estaba realmente luchando; con la frustración que desarmaba los ya raídos nervios, hombres y mujeres apelando a sus instintos más primarios; supervivencia, defensa. Los depredadores muestran los dientes a la espera de atacar cuando aparezca el primer instante de debilidad. Mientras los trabajadores urbanos tratan de volver a casa, los asesinos de los `puntos calientes´ atacan, rompen ventanas y roban carteras y teléfonos celulares. Así, la saga de la supervivencia se juega en los humedales del South Quay (muelle sur).

Mientras tanto, en Jumbie's Watch [en] quieren saber «qué trabajos se realizarán para aliviar esta situación». Paolo [en] no estaba seguro de que fuera a hacer algo, mientras proseguía: 

Hemos reclamado por años una política de contingencia para desastres y un plan de evacuación para la ciudad de Puerto España. No hubo ninguna acción coordinada que les advirtiera a los habitantes de la ciudad cómo debían hacer frente a una inundación a gran escala, que, como dije antes, era previsible.

Twitter [en] tenía unas cuantas publicaciones relacionadas a la inundación:

Mi padre dejó su auto en la oficina, sobre la calle Park y caminó a casa a Diego Martin. Dice que Puerto España está totalmente paralizada debido a la inundación.

@npalughlin ¡mi cámara murió! salí justo cuando comenzó a llover y para cuando llegué a St. Ann el río ya se había desbordado.

…y la blogger Georgia Popplewell [en], que estaba en la ruta durante el aguacero, subió esta foto del desbordado río Diego Martin:

Para finalizar, Paolo [en] le dio un mensaje al Primer Ministro de la Nación:

Esto es lo que yo veo señor Manning, el dinero del primer mundo y la mentalidad del tercero es lo que tiene a los ciudadanos confundidos y asustados, en una ciudad que se ha transformado en una prisión de agua, con bandidos acechando para atacar. Es muy bueno que usted tenga tres personas para sostener su paraguas. Yo, aún estoy herido por la joven madre empapada gracias al error que usted cometió, tomando de las manos a dos niños aterrorizados, sin poder dar respuesta al miedo que ve en sus ojos.

Por eso, alce su copa de champagne en el Hyatt para celebrar su éxito, mientras nuestra gente camina por el agua sucia, con la esperanza de que no tengan el mismo panorama en su propia sala de estar cuando finalmente lleguen a casa.

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