El discurso político de la semana pasada del Jefe Ejecutivo Donald Tsang no le dio ninguna sorpresa a la gente. El aspecto más polémico fue el Legislador Raymon Wong Yuk-man, Presidente de la Liga de Social Demócratas, quien le lanzó una banana a Tsang en el Consejo Legislativo durante la sesión de preguntas y respuestas. Esto marca el comienzo de una nueva cultura política. ESWN nos da el trasfondo de la política banana del 17 de Octubre en su resumen diario.
Aquí está un video de youtube que muestra lo que pasó ese día.
Lanzar o no lanzar, esa es la cuestión-pregunta (juego de palabras en inglés)
1. Ellos han prometido durante la campaña electoral que pelearían por el incremento del subsidio mensual para los ancianos, la idea del sueldo mínimo. Claro que tienen que actuar en el Consejo Legislativo (Legco)
2. Algunas personas temieron que la Liga de Social Demócratas (LSD) volvieran el Legco de Hong Kong un similar de Taiwán. Si has escuchado el programa de radio por internet de Raymond, la mayoría de sus partidarios lamentan que él fallara el blanco, por lo que Raymond respondió que falló a propósito porque tiene que ser responsable…
A los tres miembros de la LSD, por favor dense algo de respeto a ustedes mismos. La lucha es necesaria y la gente votó por ustedes para contrarrestar al gobierno. Sin embargo, no queremos ver un grupo de matones que irrespetan las reglas y sólo hacen un griterío. Los necesitamos para usar su cerebro y reflejar la opinión de la gente con una mejor técnica. Espero que Raymong Wong pueda seguir el ejemplo de Pelo Largo de expresar su opinión racionalmente.
Parece razonable pedirle a los legisladores que actúen con la intención de gobernar por la educación de nuestra siguiente generación, sin embargo, el secretario de gobierno necesita entender que Raymond Wong es elegido por el pueblo y es un representante del mismo mientras que el gobierno no lo es. Hay algunas personas en nuestra sociedad que quieren llevar la cultura de la protesta callejera al Consejo Legislativo y ellos hacen esto al emitir sus votos. Los miembros de la LSD no habrían entrado al Legco sin el apoyo de la gente. En los últimos días, algunos de sus partidarios les pidieron que entrenaran y no fallaran el blanco la próxima vez. Por supuesto, está dicho que no quieren ver la cultura política de Taiwán importada a la central porque tenemos diaras demostraciones en la calle y no necesitamos repetir eso en el Legco. Los legisladores ajustarán sus tácticas apropiadamente, están probando el agua, no hay necesidad de reaccionar tan fuertemente en este asunto.
Además, comparar la acción con estudiantes lanzándole una banana al profesor está muy mal. Los funcionarios del gobierno tiene que ganarse el apoyo de los representantes del pueblo, no darle lecciones. Los legisladores tiene que ser responsables con sus votantes, no con los funcionarios. Si a ellos les falla la lógica, ¿cómo pueden obterner el apoyo de la gente?
En el Facebook, hay hasta ahora 4 grupos concernientes a la acción de la banana de la LSD en el Legco, 3 de los grupos apoyan LSD y sólo uno se opone.
Claro está que el asunto no es sólo si la gente apoya o no al LSD de haber lanzado la banana, sino también acerca del cambio en la cultura política en Hong Kong. Soho escribe un artículo sobre «la teoría política del lanzamiento de banana» en inmediahk.net: [en chino]
El lanzamiento de banana del diputado Raymong Wonf Yuk-Man ha llamado a muchísima discusión, muchos jóvenes repentinamente empezaron a hablar sobre política y comentaban el asunto. Estoy lejos de algunas voces opositoras, que están hablando en el estilo «madre», diciendo que la acción fue una «mala conducta» e «irrespetuoso», etc, etc. Siento que la sociedad de Hong Kong es demasiado inocente e ingenua.
Cuando examinamos la cultura política en el Asia Oriental, como Taiwán, Japón y Corea del Sur, algunas veces los diputados pelean en el consejo legislativo, y lanzar una banana es nada. Por supuesto, no estoy abogando o apoyando la violencia, sin embargo, cuando un sistema no puede reflejar la opinión del público ni reformarse a sí mismo, la acción radical es necesaria para atraer la preocupación pública y presionar al gobierno.
En la sección de comentarios del artículo, fc dice:
De acuerdo. Hay que darle a LSD un montón de crédito por energizar al electorado. Sus actos no son radicales sino prácticos dado el hecho que todas las leyes y aduanas favorecen el status quo. La desobediencia (pero sin violencia) es definitivamente el camino a seguir.
Como la canción del musical, Evita, «la política es el arte de lo imposible.»
Sin embargo, Jane Tse discrepa y relaciona la acción con el notorio (en el contexto de Hong Kong) anterior Presidente de Taiwán, Chen Shui Bian, y sus políticas populistas, en la misma sección de comentarios: [en chino]
Raymong Wong y Pelo Largo actúan así porque no tienen la razón dominante en el Legco como para ganar el apoyo de otros representantes. Su acción barbárica es sólo una expresión de sus emociones, y le dice a sus votantes que no saben cómo usar la razón. Ellos no debieron entrar en el Legco y deberían haber permanecido en las calles. Con esa posición, ellos pueden protestar en el Legco con sus bananas y tomates sin convertirse en un chiste internacional. De esto, tenemos razones para creer que la gente sin una apropiada formación, una vez que alcanzan el poder, ¿tienen menos voluntad para resistirse a la corrupción? Chen Shui Bian es un buen ejemplo. La democracia es sólo una excusa para él para obtener beneficio personal. A él no le importará la desintegración de la sociedad y motiva la independencia de Taiwán para crear desorden. Pero el fin último es ayudarse a ganar interés. Aún peor, la situación ha provocado que el votante «verde» esté perdiendo su capacidad para identificar los hechos buenos y malos. La cultura violenta en Taiwán, por tanto, se ha convertido en un chiste mundial y avergüenza al pueblo de Taiwán. Creo que Hong Kong es una comunidad civilizada y espero que este grupo de auto-proclamados legisladores de élite dejen de realizar estos actos estúpidos que humillan al pueblo de Hong Kong.
Macdonald discrepa con Jane Tse y señala: [en chino]
El Legco en Hong Kong ha perdido su función por mucho, la deliberación en el consejo no tiene impacto en la política y la élite gobernante continúa con su política colonial. La situación no puede ser resuelta siendo «racional» y «pacífico». No creo que podamos comparar la cultura de los consejos legislativos del área democrática con Hong Kong. La democracia tiene distintos significados en distintos contextos. En la historia, la nacionalización y democratización usualmente viene acompañada con algún tipo de cultura violenta en el consejo. Esto no es resultado del populismo (aquellos que usan este término no tienen sentido de su significado), sino es un proceso necesario de traer el sistema un poco más cerca de la necesidad real…
Creo que muchos hongkoneses están asustados del estilo de Taiwán en el consejo legislativo. Sin embargo, ¿de qué están exactamente asustados? ¿Que nos volvamos una copia de Taiwán? ¿Que podamos espantar a aquellos capitalistas que han amenazado con migrar de Hong Kong mientras aprovechan cada oportunidad para obtener ganancias aquí? ¿O estamos asustados de herir la relación con nuestro padrino (gobierno continental) que ya está creando una relación con Taiwán? ¿O tememos perder nuestra sensación de seguridad al estar atados al sistema por demasiado tiempo? Ahora paree que no nos importa la violencia sistemática derivada de la política real, regulaciones, la composición del Legco, etc, las cuales están contra el interés del pueblo, perdiendo nuestro tiempo en discutir quien no se puso un traje y corbata, quien habló muy alto, quien fue irrespetuoso, etc. Aquellos que ignoran la complicidad del gobierno con intereses corporativos, dirigiendo la atención pública hacia el chisme, son conspiradores.
La gente estúpida sigue la norma, aquellos que engañan a la gente estúpida para seguir la norma tienen mala intención.
Este tipo de actitud «siguiendo de la norma» ha penetrado en cada esquina de nuestra sociedad, desde las escuelas hasta las tiendas, pasando por el transporte público y hasta el Consejo Legislativo, en todos lados podemos ver las sombras de los guardias de seguridad y la policía. Desde la demostración callejera al muelle de la Reina hasta el «lanzamiento de una banana», cualquiera envuelto en estas acciones es etiquetado como «alborotador» o «radical» o incluso «turba». La demanda de «seguir la norma» ha encubierto la discusión esencial en: ¿por qué no podemos bosquejar nuestro propio espacio público? ¿Por qué la gente no debería resistirte a las maquinarias corporativas? ¿Por qué el lanzamiento de banana no puede ser un medio para alterar la falsa armonía política?