Un video tomado con un teléfono celular donde se ve a un grupo de personas atacando a una familia con palos y piedras, dejando a la mayoría de ellos inconcientes, se ha determinado que muestra a 10 refugiados colombianos atacando una familia de residentes peruanos que volvian a casa luego de una fiesta en la ciudad de Iquique en Chile el 3 de agosto del 2008. Esta evidencia en video fue utlizada por el abogado de distrito en el procesamiento y apresamiento de al menos dos de los refugiados colombianos, que posteriormente fueron liberados.
De acuerdo a los testimonios de las víctimas, los refugiados colombianos les hablaron como chilenos, diciendo que querían matar al menos a uno. Este violento acto ha avergonzado a muchos colombianos, quienes se han disculpado por sus compatriotas en el área de comentarios del video, pero también han aparecido comentarios de odio y banderas de guerra sobre el tema. En CiberAmérica, el autor publica una pregunta referente a la liberación de los colombianos, aún luego de la evidencia en video:
La justicia reacciona en forma desconcertante al considerar como riña un episodio que aparece como un ataque a una familia donde todos fueron lesionados.
¿Hubiera sido la misma reacción si las víctimas hubieran sido chilenas?