Para la mayoría de las personas fuera de los Balcanes, el nombre Dinko Šakić, la localidad de Jasenovac, y el grupo llamado Ustachá tendrán poco significado. Sin embargo, para los croatas, estos nombres continúan regresando una y otra vez en el tiempo para repercutir a nivel nacional e internacional.
Para explicar la importancia de esto, es mejor comenzar con Ustachá. Este era el nombre del grupo ultra-nacionalista y fascista que tomó el control de Croacioa durante la Segunda Guerra Mundial y actuó como gobierno mascota para el régimen Nazi con Ante Pavelić como cabeza de estado. Ellos tuvieron la distinción de probar no sólo que eran tan brutales como sus contrapartes Nazis, sino que de hecho lo eran más.

Imagen de la bandera de Ustachá tomada de Wikipedia

Como ejemplo estuvo la creación del Campo de Concentración Jasenovac que el régimen croata usó para encarcelar, torturar y matar judíos, serbios, rumanos, partisanos (croatas que luchaban contra el régimen Ustachá), y cualquiera que ellos consideraran un enemigo. Es difícil establecer el número exacto de prisioneros asesinados en esta versión croata de Auschwitz, pero la cifra oficial y generalmente aceptada es de aproximadamente 70.000 a 85.000 personas, con otros estimados en el pasado que elevan el número a 500.000 (cifras más altas han sido desacreditadas por estar infladas). El comandante del campo fue un hombre llamado Dinko Šakić, quien logró salir de Europa para esconderse en Argentina una vez que el régimen Ustaša cayó en 1945.

Marko del blog Greater Surbiton resumió el legado de Ustachá:

La historia del movimiento Ustasha, en otras palabras, fue absolutamente vergonzosa -no sólo desde una perspectiva moral, sino de una perspectiva patriótica croata. No obstante, desde que el régimen Comunista en Croacia cayó en 1990, ha habido esos croatas que han tratado de perpetuar la desgracia con sus fuertes declaraciones, manteniendo el legado del antiguo régimen Ustasha.

Dinko Šakić de uniforme en Jasenovac (Foto de Wikipedia)

En 1998, Šakić fue encontrado en Argentina y poco después fue extraditado a Croacia para ser sometido a juicio por su período como comandante de la prisión Jasenovac. Fue sentenciado a 20 años de cárcel, de los que sólo cumpliría la mitad ya que murió recientemente, el 20 de Julio del 2008. Su muerte fue un evento menor dado que tenía 86, pero su funeral ha causado una gran controversia en Croacia y con los judíos principalmente, de quienes él dirigió el exterminio en Jasenovac.
Para su funeral, él pidió ser enterrado con su uniforme de Ustachá. Cuando se toma fuera de este contexto croata y es transportado a otro escenario, muchos pueden encontrar esto ridículo, como fue señalado por Matthew en el portal de noticias serbio B92:

¿Podrían imaginarse semejante funeral para el comandante de Auschwitz?

Por si fuera poco, como lo estableció Marko de Greater Surbiton:

…en este funeral el clérigo que lo presidió, Vjekoslav Lasic, dijo que la ‘corte que sentenció a Dinko Sakic condenó a Croacia y a la nación croata'; que el ‘NDH es la base de la patria croata moderna’, y que ‘cada croata honorable debería enorgullecerse del nombre de Sakic’.

Tengan en cuenta que esta no es una opinión compartida por todos los croatas, pero estas palabras fueron más allá con su significado. Tanto en el ámbito nacional como internacional, aquellos que fueron afectados por los asesinatos del comando de Šakić en Jasenovac estaba escandalizados por estos eventos, como lo expresó LimbicNutrition Weblog:

El Vice-presidente de la comunidad judía, Jasminka Domas, reclamó por “los vergonzosos eventos que ocurrieron en el funeral de Dinko Šakić en Zagreb que insultan la memoria de todas las víctimas del régimen Ustachá, y manchan el buen nombre de la República de Croacia”.
El director del centro Simon Wiesenthal en Jerusalén, Efraim Zuroff, ha escrito al Presidente croata, Stjepan Mesić, para expresar su disgusto por la forma en que fue organizado el funeral de Šakić y por el discurso del sacerdote.

Ari Rusila de BalkanPerspective también comentó sobre el tema al citar lo que Shmuel Meirom, el Embajador de Israel en Croacia, dijo del funeral:

“Estoy convencido que la mayoría del pueblo croata está impresionado por la forma en que el funeral del comandante y asesino de Jasenovac, vestido en su uniforme de Ustachá, fue conducido”, dijo el Embajador Meirom en una declaración escrita a la agencia estatal de noticias Hina. “Al mismo tiempo, condeno firmemente las inapropiadas palabras del sacerdote que sirvió el funeral y que dijo que Sakic era un modelo para todos los croatas”, dijo Meirom.

Y de hecho Zoran Oštrić de Zelena Lista (La Lista Verde) [croata] es uno de esos croatas que está en contra de honrar a un hombre como Šakić y lamenta cómo la cultura popular de Croacia lo preserva como un croata digno de respeto:

Es un infortunio que, cuando Croacia lo sentenció hace diez años, bien fuera a instancias de sus abuelos o propios, su nombre [Šakić] fuese cantado en partidos de fútbol por muchos jóvenes.

¿Por qué esta gente se convierte en iconos culturales a pesar de los duros hechos de que ellos hayan asesinado a innumerables personas? La sencilla respuesta a esto es que es mucho más fácil olvidarse de estas cifras en la historia, tan opuestos a realmente llegar a comprender las acciones que hicieron a requerimiento del gobierno de ese momento. Una frase en Ljevica (La Mano Izquierda) [croata], un blog de extrema izquierda establece:

Lo sentenciaron porque fue la persona con la pistola que mató a cuarenta detenidos y ordenó la horca de 22 prisioneros de guerra, pero ahora esto no es importante.

Si bien es una admisión de los crímenes que él cometió, se ha visto que aquellos que estuvieron directamente afectados por los asesinatos ordenados por Šakić no están de acuerdo en que sólo porque él ahora está muerto, lo que hizo ya no importa.