Egipto: 80 latigazos = Un país al revés

¿Qué pasa cuando se mezcla a un dictador desesperado, un corrupto líder religioso, voces de oposición y una nación vulnerable? Una unión disfuncional Hosni Mubarak, Al Azhar University y sus condenas anti-libertad, dicen los blogger egipcios.

A continuación, parte de mi análisis de los antecedentes…

El desastre más reciente en esta locura llamada “Fatua” (edicto islámico religioso) por el Sheikh egipcio de Al Azhar, Mohammed Tantawy. Él dio un discurso el lunes frente a una audiencia que incluía a Hosni Mubarak, declarando que “aquellos que esparzan rumores” deberían recibir 80 latigazos, haciendo referencia a críticas recientes de periodistas.

¡¿Ochenta latigazos?! Quizás hay algo en la ley Sharia que pudiera interesar a Mubarak después de todo.

De Nora Younis

El Sheikh de la mezquita de Azhar predicó ante una multitud de oficiales estatales, incluyendo el Presidente Mubarak, dando bases religiosas para azotar 80 veces a los que difundan rumores.

Esto sucede mientras editores y periodistas de medios independientes son sentenciados a prisión por publicar un amplio rumor local acerca de la muerte del Presidente Mubarak.

La persecución de Mubarak a la libertad de prensa no es exactamente nueva como apunta Baheyya, pero se ha incrementado:

Ambos incidentes no representan una inminente represión sobre la prensa, por la simple razón que el régimen de Mubarak ha estado reprimiendo e intimidando contínuamente a los periodistas independientes desde principios de los 90 hasta la actualidad. Así que yo advertiría contra convertir estos casos como represiones sin precedentes a la libertad de prensa. Lo que es más interesante para mí acerca de estos eventos recientes es lo que revelan acerca del desarrollo de una prensa adversa en Egipto.

La represión de voces de oposición ha estado remontando rápidamente en el último año, es la desesperación general sentida por el régimen. Kareem Amer fue la víctima más notable y hace un par de días él publicó su carta más reciente desde prisión…

Aparentemente, mucho tiempo ha pasado desde el día que fui injustamente sentenciado a cuatro años de prisión. Hasta hace poco, no podía comentar acerca del suceso porque no tenía acceso a los medios y estaba privado de intercambiar correspondencia o de hablar. Pasé más de dos meses en las celdas destinadas a los sentenciados a muerte y sirviendo penas punitivas. Los oficiales de la prisión alegaban que no había lugar apropiado para mí. Me privaban de tener lapiceros. Cuando quería escribir una carta, ¡no tenía más opción que dictarla!

Ahora, las cosas han cambiado para bien. Al menos, ya puedo escribir e intercambiar correspondencia, aunque no con total libertad.

No todo está perdido, la gente tiene una voz gracias al World Wide Web. El Arabist presenta algunos videos por y para la gente. Prepárense para reír, he aquí un ejemplo…

Escrito por D B Shobrawy.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.