China: El Toro de Nueva York golpea al público

Las críticas hacia los turistas chinos por sus conductas vulgares y la ignorancia de leyes públicas en tierra extranjera son muy conocidas. Pero esta vez, lo de la Escultura del Toro en Wall Street ha despertado las voces de los cibernautas.

El 15 de noviembre, Wang Fang, una presentadora de la televisón de Beijing, escribió en su blog acerca de una imagen que vio casualmente en Wall Street, Ciudad de Nueva York. Varios turistas chinos trepaban, uno después de otro, la famosa escultura del Toro que por mucho tiempo ha sido un monumento, montándolo de una manera muy alegre y posando para unas fotos.

Mientras tanto, Wang Fang grababa el asombro de los espectadores por la mala conducta de los turistas chinos. Acá un extracto:

Mirando fijamente a semejante grupo montando el toro, muchos extranjeros que estaban por ahí meneaban la cabeza ante la «proeza». Alguien preguntó «¿Es usted chino o japonés?» Uno de los turistas gritó orgullosamente «¡Somos chinos!»

Además, citó el comentario de un empleado de limpieza que trabajaba cerca de ahí:

Un empleado de limpieza también se acercó a ver tan escandalosa escena. En la conversación me dijo que era la primera vez que veía a alguien montar en el toro en los dos años que llevaba trabajando ahí.

El post llamó rápidamente la atención en varios importantes sitios web, junto con comentarios de condena que tildaban a los jinetes de «escoria de una comunidad», «vergüenza de China».

8628 comentó:

Lo vi en televísión, sintiendo mucha vergüenza de los chinos. Esas personas vulgares que se jactan luego de tener un poquito de dinero apestoso en los bolsillos son simples advenedizos.

El periódico Sun, con sede en Hong Kong, puso de relieve el incidente con el título «Turistas del continente se ridiculizan a sí mismos al montar el toro, desprestigiándose en Wall Street.

Gran Giro

Empero, el 20 de noviembre, la situación cambió dramáticamente cuando un post de la más grande red de fórums de chinos en el extranjero MITBBS captó la atención del público. El blogger Kyasky publicó muchas fotos más que mostraban extranjeros montados en el toro, burlándose del escándalo de la gente ante un asunto común.

El post: ¿quién dijo que Nueva York prohíbe montar toros?

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La primera respuesta es una afilada burla:

Publica esas fotos en sitios web nacionales para mostrar a esos patanes. Que no se diga irresponsablemente los chinos son esto y lo otro. En el continente el servilismo a los países occidentales es todavía fuerte, sobre todo entre esos trabajadores de medios.

Basándose en el nuevo «hallazgo», la voz que criticaba la auto degradación y el servilismo de los chinos retumbó.

Maxmin comentó:

Montar el toro es simplemente una tradición que no tiene nada que ver con la cortesía y la urbanidad. Esos extranjeros que se pararon alrededor debieron haber estado esperando ansiosamente por montar (no por ver una montada). Así que calma, nadie está desprestigiando a China. No sean tan sensibles y eleven casualmente algo al nivel de estima nacional y la calidad de toda la raza, incluso hasta las Olimpiadas.

Cibernauta The-bull-is-made-for-ride dijo en el erudito blog de Xue Yong:

¡Parece que no solamente los chinos han montado! ¡No se aprovechen de los chinos!

Dan Chun, además, cuestionó que Wang Fang hubiera fabricado la situación del momento:

Wang Fang es bastante irresponsable por inventar hechos acerca del empleado de limpieza que dijo que era la primera vez que veía una imagen semejante. También, Wang deliberadamente añadió una versión sentimental «algunos extranjeros sacudían la cabeza». Aun cuando ella no iba a difamar a los chinos, de todas maneras lo hizo. La investigación demostró luego que no solamente chinos, sino también muchos extranjeros han actuado mal. Es extraño involucrar a la nación entera simplemente por la mala conducta de unos cuantos chinos. No tenemos que salpicar basura sobre nosotros mismos simplemente porque detestamos unos cuantos chinos salvajes.

El 22 de noviembre, Bach R dijo:

La pueblerina ignorante hizo comentarios indiscretos de sus compatriotas.

Intensamente presionada, Wang Fang tuvo que responder. El 21 de noviembre citó un informe periodístico:

La portavoz del Departamento de Parques y Recreaciones de la Ciudad de Nueva York, Christina, afirmó que la agencia prohíbe montar en cualquiera de los 1600 monumentos en los 5 distritos de la Ciudad de Nueva York. Pero recientemente no se ha recibido quejas de que el toro de cobre haya sido montado. Luego de ver las fotos, la portavoz dijo que el toro es uno de los 1600 objetos protegidos que deben ser respetados por los vistantes.

Pero la controversia no dio muestras de disminuir; ahora la atención se desplazó a por qué los chinos deben ser etiquetados como «incultos», «vulgares» por hacer algo que muchos otros han estado haciendo por mucho tiempo.

Novosti respondió en inglés:

Estoy molesto porque es tan irónico que cuando los chinos en Estados Unidos pelean contra la discriminación, esta estúpida perra de China está tirando a los chinos a la basura por hacer lo mismo que muchos americanos o de otros países han estado haciendo, ¡y ella ni se ha disculpado por su estúpido mal comportamiento!-

Un cibernauta llamado Chinese dijo:

Si en China un turista extranjero se monta en la escultura de un toro para tomarse una foto, chinos como Xue Yong (un estudiante que citó el artículo de Wang es su blog) diría, «¡Miren! ¡Qué creativos son los extranjeros que se suben en un toro para unas fotos!»
Si en un país occidental un chino hace lo mismo, entonces diría: «¡Miren! ¡Qué vulgares son los chinos que se suben en un toro para unas fotos!»

Muchos más cibernautas también han dicho que, puesto que muchos visitantes occidentales han hecho cosas vulgares en China, tales como irrestricto deleite al pie de la Gran Muralla y se han deleitado desnudos en el prado público del Palacio de Verano, no tenemos que estar siempre con la lanza dirigidas a nosotros mismos, una actitud inmadura de auto desprecio.

Ahora la controversia se enreda más y más, cuando el problema de si la gente puede o no montar el toro ha sido puesto en una posición menor. Finalmente, me gustaría citar un editoral de Southern Metropolis Paper para terminar mi artículo, una opinión que es la que más concuerda con mi idea personal:

Realmente, los dos lados del debate son débiles. Hemos perdido la brújula para juzgarnos nosotros mismos, de tal manera que debemos apoyarnos en referencias externas para erigir la propia seguridad.

Por lo tanto, la cosa más importante que perder o no el hilo, es que ni siquiera podemos juzgar nuestra civilización independientemente. No tenemos confianza, ni para decir que montar el toro atenta contra nuestra propia autonomía, ni para explicar que simplemente montamos por el mal ejemplo de otros. Frente a eso, ansiosamente preguntamos si ellos nos permiten hacerlo. O, si han hecho ellos lo que nosotros hacemos. Solamente después de eso podemos respirar aliviadamente.

Pero el problema es, ¿nos permitimos nosotros hacerlo? El hecho que la arrogancia y el auto desprecio coexistan ha mostrado de inmediato la debilidad y la pérdida de nuestra civilización.

Escrito por Bob Chen.

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