Paseando por blogs libios: Rock Francés en Trípoli y asuntos de la Embajada USA en una cafetería.

Las relaciones franco-libias, especialmente en cultura y educación, jamás se cortaron completamente, ni siquiera durante los años ‘difíciles’ de las sanciones. El Instituto Cultural Francés, aunque discreto en su ubicación en el cento de Tripoli, ha llevado a cabo desde su base cursos des idioma y servicios de biblioteca desde que tengo memoria.

El autor de Flying Birds, A. Adam fue recientemente a un festival de música patrocinado por la ICF y llevado a cabo en la hermosa Escuela Islámica de Artes.

«Este año traen a un grupo de rock BIKINI MACHINE (ELECTRO ROCK / Francia) que probó que el rock francés existe, hubo música inspirada en el Soul de los sesentas y pop inglés de los noventas; pero antes que nada recordaron traer bandas libias para tocar música árabe»

Esto justamente prueba que hay más cosas para unir a la gente que para separarla. Se preguntan de quién disfrutaremos la póxima vez?

Khadijateri trajo a colación el tema de la Embajada norteamericana en Tripoli, que está usando la cafetería del hotel en el que está ubicada para tener entrevistas con ciudadanos libios nacidos en Estados Unidos y que solicitan su pasaporte estadounidense

«No se les permite entrar a las oficinas de la Embajada arriba, sus asuntos son discutidos pudiendo ser oidos por quienes se encuentren por casualidad en la cafetería Corinthia. Estos libio-norteamericanos son por lo general jóvenes demasiado avergonzados para hacer problemas por ser entrevistados en la cafetería porque piensan que si lo cuestionan sus oportunidades de conseguir un pasaporte (a lo que tienen justo derecho) podría ser una negativamente influenciadas»

Esto ha traído a la superficie el doloroso asunto de las solicitudes de visa que se hacen aún en Túnez

De acuerdo con el website, «El 31 mayo de 2006 los Estados Unidos de Norteamérica y los Árabes libios Jamahiriyah intercambiaron notas diplomáticas confirmando el ascenso de la Oficina de Enlace de E.E.U.U a Embajada». Esto significa que ahora es una Embajada en completo funcionamiento. Estoy pensando que es probablemente una mejor idea hablar con potenciales ciudadanos estadounidenses en una cafetería que en las oficinas, pues en ellas es donde probablemente NO podrán tener privacidad.

Hay dos asuntos aquí: los solicitantes no se atreven a pedir más privacidad y piensan que no se les permite pasar a los establecimientos. Aunque yo mismo no he visitado el lugar todavía, no creo que haya habido malas intenciones. Es refrescante ver jóvenes libios tomando la iniciativa, poner en orden sus documentos o incluso buscar a Khadijateri y pedirle consejo acerca de cómo comunicarse con el personal de la Embajada.

Escrito por Fozia Mohamed.

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