Julian Assange de WikiLeaks: Héroe de Oz o villano

Julian Assange de WikiLeaks es o un héroe o un villano en su tierra natal, Australia. Mucha gente, aquí y fuera, está pidiendo la cabeza del fundador de WikiLeaks. Otros le ven como un campeón del pueblo.

Los blogueros locales se han centrado menos en el contenido de las revelaciones del Cablegate y más en los asuntos éticos y en las posibles consecuencias para un gobierno efectivo.

El blog grupal Club Troppo ha tenido dos autores que han publicado sobre la controversia desde ángulos bastante diferentes. Ken Parish ve las revelaciones tanto contraproductivas como injustificables:

No podría estar más de acuerdo con el experto del FOI Peter Timmins sobre las últimas «revelaciones» de WikiLeaks. No tengo ni idea de si Assange es un violador o no, pero de lo que sí estoy seguro es de que ha tenido éxito poniendo la causa del sector público que denuncia dentro de su propia empresa hace ya una década o más. Los documentos revelados hasta el momento indican poca o ninguna mala conducta de Estados Unidos o de cualquiera, así que, simplemente, no hay un interés público legítimo en esta revelación.
Divagaciones y quejas

El bloguero del Club Troppo, Paul Frijters, está preocupado por el bienestar de Assange y espera que las filtraciones lleven a una mejor responsabilidad:

Bueno, lo han hecho otra vez. El niño de Queensland, Julian Assange y su banda de periodistas alegres y obsesos de las tecnologías de la información han inundado una vez más internet con información sensible que avergüenza a varios gobiernos, especialmente a Estados Unidos, mediante la revelación del contenido de varios cientos de miles de cables diplomáticos.

A Julian Assange le cogerán pronto, si no la Interpol, que parece que están cerca de ofrecer una recompensa por él, los fiscales australianos que querrán averiguar si ha quebrantado la ley o algún otro gobierno occidental. Una vez le cojan, puedo predecir que pasará el resto de su vida en los tribunales.

Diría que Julian Assange está destinado a una vida de comida de prisión, a no ser que encuentre un país que quiera protegerle. Debería aplaudirse a WikiLeaks por su adherencia al ideal de apertura y responsabilidad gubernamental, pero aún no ha establecido el examen poderoso y verdaderamente invasivo de las malas cosas en las que algunos están metidos. Quizás aún está por llegar. Eso espero.
¿Adónde ir para WikiLeaks?

Katy Barnett, que escribe en el blog como Legal Eagle (abogada de altos vuelos) en Skeptical Lawyer (Abogada Escéptica), estudia los aspectos legales y después sopesa los méritos de las acciones de Julian:

Tengo que confesar que soy ambivalente sobre WikiLeaks, a pesar de que se le haga un juicio o no.

…Se tiene que equilibrar con cuidado la libertad de información con otros intereses. Revelar información no siempre es algo bueno. Y es natural que la visión que expresa un gobierno en comunicaciones privadas difiera de la visión que expresa públicamente (esto pasa con las personas también, se llama tacto).
Wikileaks y el nuevo mundo valiente de la libertad de información

Lorenzo en Thinking Out Loud (Pensando en Alto) cree que las filtraciones ponen en peligro vidas y las compara con las famosas filtraciones de los Papeles del Pentágono de Daniel Ellsberg durante la Guerra de Vietnam:

El vertido de documentos de WikiLeaks puede poner en peligro a individuos particulares. Lo que es vergonzoso y una implicación de la maldad de muchas políticas del Medio Oriente. Pero, a pesar de lo que se pueda pensar de Julian Assange y de sus acciones, lo que ha revelado realmente es un mundo diplomático bien cuerdo e informado.
Los estragos causados por los Papeles del Pentágono

En su publicación y respuesta a los comentarios en Personal Reflections (Reflexiones Personales), un ex-expleado del gobierno público, Jim Belshaw, se une a los comentarios que argumentan que un buen gobierno se verá afectado si los gobiernos se hicieran más herméticos y menos cándidos en la esfera privada:

En mi opinión, el mayor daño creado por WikiLeaks yace probablemente en la naturaleza de las respuestas del gobierno. Espero, entre otras cosas, que reduzcan el acceso a la información; que aumenten los riesgos y castigos para aquellos que dicen lo que piensan; y que aumente el taponamiento en los sistemas de gobierno que ya han reducido su efectividad.

No hay gobierno que pueda ignorar lo que ha pasado. En Australia tenemos todo un grupo de trabajo del gobierno dedicado a las implicaciones de las filtraciones. La posición de Estados Unidos es más complicada y peligrosa.
El ego del señor Assange

Luke Miller en Crikey (Caramba) ha estado publicando sobre lo que pueden contener los cables australianos que aún no se han revelado. Sus especulaciones sobre la actitud del gobierno sobre Israel toman un giro:

…una filtración adversa en los próximos días sobre los tratos internacionales de Australia podrían torpedear el intento de Australia de alojar la Copa del Mundo de fútbol, que también depende del último voto de Medio Oriente, que es algo que va a pasar el próximo mes.

No es sorprendente el hecho que el gobierno australiano esté enfurruñado y resoplando.
Los cables de Canberra: ¿el próximo lanzamiento de WikiLeaks será para poner en peligro las intenciones sobre la Copa del Mundo?

Ya que Australia sólo recibió un voto en la FIFA en su intento para el 2022, la demanda podría acusarse fácilmente por ser tan desastrosa como los comentarios dicen.

Antony Lowenstein es un famoso bloguero sobre Medio Oriente. En su Unleashed (Desencadenado) del ABC cuestiona la reacción de los principales medios de comunicación:

Hay una actitud demasiado sospechosa hacia las personas como Assange que se niegan a jugar el juego típico de los medios de comunicación. Es un intruso con información exclusiva. No se ha pasado años cultivando contactos dentro del mundo de los medios de comunicación y no ha pasado la mayor parte de su tiempo libre socializando con empleados políticos, editores y personas con acceso a la información confidencial.

…El trabajo de un periodista de verdad no es insultar a los oficiales o a los gobiernos avergonzándolos, sino investigar historias legítimas que sean relevantes para el interés público.
¿Dónde está la parte fuerte de los medios de comunicación sobre WikiLeaks?

En The Punch (El Puñetazo), Helen Young habla sobre las dificultades de mantener secretos en la era digital:

El último desastre de WikiLeaks para el gobierno estadounidense puede que se centre en las acciones de sus diplomáticos más que en las de sus soldados, pero el Cablegate y la revelación de datos sobre el Diario de la Guerra Afganistán-Irak son crisis de control y de gestión de la información.
WikiLeaks no es el final de todos los secretos

Gary Sauer-Thompson de Public Opinion (Opinión Pública) se hace eco de las preocupaciones de Lowenstein sobre el papel de los medios de comunicación a los que se ve aún actuando como los guardianes:

Lo que resulta interesante sobre los vertidos de Wikileaks (los informes de guerra de Afghanistan e Irak más el vertido del cable diplomático) es que las organizaciones de élite de noticias en la era de internet — en este caso, The Guardian, The New York Times y Der Spiegel, etc —son conductos de material obtenido originalmente no por sus propios periodistas de investigación, sino por otros, como WikiLeaks.

…Lo que tenemos aquí es una colaboración de las mayores organizaciones de medios de comunicación a través de las fronteras internacionales que están de acuerdo tanto en trabajar juntas para publicar el material como qué material debe mantenerse fuera del público. Es un nuevo tipo de periodismo de investigación global.
WikiLeaks: vertido de cables de las embajadas

Para Australia, lo mejor o lo peor aún está por llegar, a no ser que los gobiernos consigan silenciar a Julian Assange para siempre.

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