Armenia-Azerbaiyán: Superando estereotipos negativos en el sur del Cáucaso

[Este post de Onnik Krikorian, editor regional de Global Voices parael Cáucaso, fue publicado originalmente en el blog de Conflicto y Desarrollo del Banco Mundial. Presentado por el equipo que trabaja en el próximo Informe 2011 de Desarrollo Mundial, Conflicto y Desarrollo del Banco Mundial, para debatir sugerencias prácticas acerca de cómo abordar los conflictos y la fragilidad a nivel local, nacional, regional y global, y también se le puede seguir en Twitter en @wbconflict]

En los 16 años desde que el acuerdo de cese al fuego de 1994 suspendió el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por el disputado territorio de Nagorno Karabakh, donde la población es mayoritariamente armenia, la paz sigue siendo tan escurridiza como siempre. La guerra que se luchó a comienzos de los años noventa dejó más de 25,000 muertos y obligó a un millón de personas a dejar sus hogares, con lo que las fuerzas de etnia armenia, respaldadas por Armenia, quedó en control de más del 16 por ciento de lo que la comunidad internacional considera territorio soberano azerbaiyano.

La situación tal vez sea típica para los conflictos congelados, pero lo que hace que esta disputa sea todavía más complicada es la casi constante retórica de odio por ambos lados. Casi dos décadas después del estallido de los problemas, las nuevas generaciones de armenios y azerbaiyanos no pueden recordar la época en que ambos vivían juntos en paz. Por ejemplo, el último presidente de Armenia, Robert Kocharian, declaró que los dos eran ‘étnicamente incompatibles’, mientras que su contraparte azerbaiyana, Ilham Aliyev, todavía en el cargo, amenaza regularmente con una nueva guerra.

Los analistas regionales temen que esas amenazas no sean meras palabras vacías. Avivados por los masivos ingresos por el petróleo, el ejército azerbaiyano se está rearmando rápidamente y la guerra entre Rusia y Georgia de agosto de 2008 por Osetia del Sur fue una llamada de alerta suficiente para que la comunidad internacional dirija nuevamente su atención hacia los conflictos no resueltos en el Cáucaso.

Tal vez, en una situación como esa, la posibilidad de una reconciliación parezca débil, sobre todo cuando los medios locales de ambos lados perpetúan regularmente los estereotipos negativos del otro, publican poco más que propaganda y hasta desinformación en algunos casos. “Sin información más exacta y objetiva […] sin retórica ni estereotipos negativos, armenios y azerbaiyanos se seguirán viendo como enemigos sin nada en común”, decía un reciente informe de los medios locales del Centro de Investigación de Recursos del Cáucaso.

Aun así, en los últimos 18 meses, se puede encontrar un desarrollo sin precedentes de comunicación a través de las fronteras en la popular red social, Facebook, donde una nueva generación de jóvenes activistas en Armenia y Azerbaiyán pueden ahora cruzar virtualmente la línea del cese al fuego.

Aunque no era la intención en ese momento, los primeros pasos tentativos hacia esto se dieron a través de Global Voices, un sitio web de medios ciudadanos cofundado por Ethan Zuckerman, investigador de la Universidad de Harvard, y Rebecca MacKinnon, ex editora de CNN Tokio y Pekín. Como editor del Cáucaso para el sitio, mi propio contacto físico inicial con bloggers azerbaiyanos pronto llevaron a muchos más en línea. A través de una combinación de e-mails, programas de chat, redes sociales y blogs,se construyeron relaciones en línea, forjando la escena para cooperación futura.

Pero el verdadero paso ocurrió en julio de 2009 cuando dos jóvenes activistas de video blogger, Adnan Hajizade y Emin Mili, fueron detenidos y luego encarcelados en Azerbaiyán. Global Voices pasó a ser el principal recurso en línea para seguir el caso contínuamente, y cuando lo empezaron a notar algunos armenios, también empezaron a hacer contacto son sus contraprtes del otro lado. Ciertamente, si en algún momento era impensable que se diera esa abierta comunicación, pronto se volvió algo casi rutinario.

También fue ahí cuando empecé mi propio proyecto voluntario personal, superando los estereotipos negativos en el sur del Cáucaso, en cooperación con bloggers y periodistas de Georgia y Azerbaiyán —y la idea fue simple. Aunque es común la idea según la cual armenios y azerbaiyanos no pueden vivir juntos, esto está muy lejos de la verdad fuera de la zona de conflicto. Por ejemplo, en la vecina Georgia las personas de etnia armenia y azerí coexisten en las mismas aldeas y pueblos. Hablan unos el idioma del otro y a veces se casan entre ellos.

Aun así, los medios en Armenia y Azerbaiyán nunca informan sobre esas historias, prefieren poner énfasis en las dferencias en lugar de las semejanzas, y es ahí donde los blogs y las redes sociales han entrado a tallar. Con una penetración de internet todavía baja en la región, la audiencia podría seguir siendo poca, pero han empezado a llenar una brecha que está vacía hace tiempo. Ciertamente, era impensable incluso la propia idea de una historia colaborativa sobre un matrimonio étnico azerí en Georgia con un nombre armenio y uno azerbaiyano lado a lado trabajando juntos.

Para este momento, las organizaciones de la sociedad civil también han empezado a notar este trabajo, con algunos desesperados por tener contactos de jóvenes en ambos lados para incluirlos en sus propios programas. Como han fracasado en identificar participantes adecuados por medios tradicionales, sobre todo en un clima por lo general más en contra que a favor, las ONG están ahora dispuestas a incluir a los que ya están comunicándose en línea. Desde entonces, sus números han aumentado significativamente y Facebook se ha convertido en un medio crucial para que los participantes sigan en contacto una vez que regresen a casa.

Eso tampoco quiere decir que esas herramientas no acarreen riesgos ni defectos, por supuesto. En una reciente conferencia, Blogs y balas: evaluahdo el impacto de los nuevos medios en conflictos, en el Instituto de Paz de Estados Unidos, tal vez hubo más críticas acerca de cómo a veces Facebook polariza la conexiones con motivaciones nacionales, sociales y políticas. Aun así, en el contexto de las relaciones Armenia-Azerbaiyán se ha convertido en un recurso increíblemente valioso —al menos, por ahora. Mientras que alguna vez se usó internet para perpetuar el conflicto, ahora se le usa para promover la paz.

Como resultado, y aumentando su cobertura de medios ciudadanos durante la guerra Rusia-Georgia de 2008, Global Voices ha procedido con su propia página de cobertura especial, Voces del Conflicto en el Cáucaso, que resume algunas de las nuevas conversaciones que se están llevando a cabo entre los bloggers armenios y azerbaiyanos. Cierto, puede que todavía sean una minoría, con el uso de esas herramientas aún en su etapa inicial, pero hasta hace poco esa comunicación ni existía. Está por verse si esas novedades continúan o si los que se oponen a la paz también los utilizan para ahogar esas voces.

Onnik Krikorian y una activista en Azerbaiyán usan nuevos medios para romper la barrera de la información en la región. Fue una rara conversación directa entre Ereván y Bakú, llevada a cabo con Skype, el programa de voz de Internet.

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Este post fue publicado originalmente acá. También es parte de la cobertura especial de Global Voices en Voces del Conflicto en el Cáucaso.

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