Francia: Disturbios en la Comunidad Itinerante tras tiroteos desata escándalo

En la política francesa, usualmente la somnolencia veraniega es un momento favorable para aprobar dolorosas reformas -pensiones de jubilación, por ejemplo- o drásticos recortes presupuestarios. Desafortunadamente, el verano no hace que los problemas sociales se tomen un descanso. El 18 de julio, la tranquila ciudad de Saint Aignan en el Valle del Loira se vio estremecida por disturbios e inmediatamente revivieron reacciones tipo la-ley-y-el-orden, mientras que también se destacaban las prácticas discriminatorias hacia la comunidad itinerante -a la que en francés se denomina como «Gens du voyage» (gente viajera).

A lo largo del río, del usuario de flickr Bolt of Blue, licencia CC

Los disturbios estallaron en la ciudad de 3,400 habitantes, luego de que Luigi Duquenet, de 22 años, muriera a tiros cuando pasaba por un puesto de vigilancia policial. Miembros de la comunidad itinerante reaccionaron ante su muerte atacando la estación local de la policía, botando árboles, saqueando una panadería y hasta quemando autos. El presidente francés Nicolas Sarkozy convocó a una reunión en su oficina del Elíseo para discutir el tema de las comunidades itinerantes en Francia y «los problemas creados por su comportamiento». Sarkozy reiteró su postura de «guerra contra los delincuentes» y anunció que se expulsaría a los pueblos itinerantes que vivan en lugares ilegales.

¿Una discusión política?

Ni en el campo político presidencial el anuncio obtuvo aprobación unánime. Como lo informó el periódico Le Monde [fr], el senador Pierre Hérisson, del partido Unión de Movimientos Populares (UMP), que escribió un informe sobre el tema en 2008, teme que el «incidente de Saint-Aignan» pueda plantear «confusión». «Lo que pasó en Saint-Aignan es asunto de derecho consuetudinario. No es un problema relacionado con la comunidad itinerante», dijo, y después recordó al público que de ninguna manera se debería considerar a la comunidad romaní como equivalente de la comunidad itinerante. Aunque mencionadas una junto a la otra en la oración de Nicolas Sarkozy, las dos comunidades no comparten ni la misma historia ni la mismo condición legal, y no están en contacto entre ellas. Stéphane Lévêque, director de la organización comunal Federación nacional de asociaciones solidarias de acción con los gitanos y la gente viajera (Fnasat, por sus siglas en francés) explica [fr]:

«De un lado, está el pueblo romaní, que son ciudadanos extranjeros de la Unión Europea [principalmente de Rumania y Bulgaria], y de otro lado, las gens du voyage [gente viajera], que son ciudadanos franceses plenos, y han sido franceses durante mucho más tiempo que los bretones y los saboyanos».

La indignación de los bloggers encontró apoyo incluso en los moderados medios de comunicación principales. Jean-Pierre Dacheux enfatizó este punto citando a la estación de radio Europe 1 [fr]:

Hay noches en que los hechos hablan solos. Hasta los medios «moderados» se dan cuenta del exceso de un gobierno desesperado.

En una columna en la revista en línea Rue89, el sociólogo Laurent Mucchielli denuncia [fr] la explosión de violencia por parte del gobierno. Concluye sarcásticamente:

¡Pero divagamos! No hace falta reflexionar, buscar las causas, diagnosticar los contextos, informarse por anticipado ante los actores locales, nos arriesgaremos a «dar excusas a los delincuentes» y de cuestionar la creencia según la cual el Estado y su primer representante van a arreglar, de una vez por todas, todos nuestros problemas.

Estigmatización

Zona para la gente viajera, del usuario de flickr user Lafontanell, licencia CC

La indignación surgió rápidamente en todas partes, desde ciudadanos preocupados a organizaciones de apoyo. Jean-Pierre Dacheux escribe [fr]:

«Francia está mal, nuestro presidente está mal. Busca desviar a la opinión pública hacia blancos fáciles», declaró Saimir Mile, portavoz de la Voz de los Romaníes. «Nos preparamos a recibir una paliza como siempre ha sido el caso durante las crisis políticas, pero esta vez, todavía una vez más. La situación es muy grave… Francia no quiere a los romaníes».

[…]

Igualmente, la reunión de próximo miércoles tendrá por objeto decidir «las expulsiones de todos los campamentos en situación irregular», según un comunicado del Elíseo. Para Coralie Guillot, de la asociación Parada France, que trabaja con los romaníes de Seine-Saint-Denis, «no vale la pena que se reúnan porque ya está decidido: nunca se ha visto tantas evacuaciones en Ile-de-France que desde hace dos o tres meses».

[Un informe completo sobre las barriadas acá.]

ZEC plus ultra enfatiza [fr] que Francia fue condenada recientemente por el Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa por las condiciones de vivienda que ofrece a la comunidad romaní. Además de citar los principales puntos de la decisión (la decisión completa puede ser leída acá), el blog facilita enlaces -incluido el sitio web Romeurope- y una lista de libros para leer más acerca de la comunidad romaní.

Leyendo un informe sobre el tema en una revista, Feufol percibe una tendencia de estigmatización y confusión que lo incomodan [fr]:

Se me hace difícil no ver más allá de la medida de apariencia que oculta la expresión «algunos dentro de la gente viajera», que esconde una evidente estigmatización de algunas categorías de la población que, a mi parecer, no tiene lugar en el discurso del jefe de estado.
¿Toleraríamos esta frase si hubiera sido pronunciada en contra de los judíos, los musulmanes, los homosexuales o los morenos con anteojos?
También está esta amalgama que me molesta, que parece designar a todos los nómades; cíngaros, gitanos, gente de circo y esos romaníes de cuyas persecuciones apenas sabe el público.
Y sin embargo -y tal vez sea la principal razón de mi cólera- apenas encuentro en la prensa los ríos de indignación que esas declaraciones deberían provocar.

Aporismes es todavía más específico en su mordaz crítica [fr]:

Al mismo tiempo, si usaran un signo distintivo, podríamos reconocer a esos romaníes. Eso permitiría evitar todas sus reprensibles acciones. Pues es bien conocido, lo tienen en la sangre, está en su raza. ¿No? Una pequeña señal. No una estrella, tiene connotación. ¿Un tatuaje? Límite…

¿Crees que Aporismes exagera? ¿Que eso no podría pasar en este país?

Relee este artículo de Libération. Verás que en Francia, en 2009, a la gendarmería no le pareció chocante marcar a los romaníes con un sello. Historia de poner orden. Es en ese tipo de acciones, donde sus autores verdaderamente no ven que nada se repite, que podemos medir el retroceso en ese punto en que Nicolas Sarkozy instauró una república de desprecio.

Ahora bien, del desprecio al odio hay apenas un paso.

Mientras tanto, las voces al interior de las propias comunidades itinerantes o de los simpatizantes siguen mesuradas.
La blogger y novelista en línea Anna Galore escribe [fr]:

En esta triste historia en torno a la muerte de Luigi, hay más que los hechos y mucho menos de lo que se puede leer en cualquier parte. Tratemos ya de no incriminar ni a los policías ni a los romaníes en general, sino de buscar siempre aprender a conocernos mejor para vivir juntos en mutuo respeto.

El blog dROMa da un relato básico de los hechos [al] y enlaza al sitio web de la estación de radio de France Info para más comentarios de la comunidad [fr].

Ligue des Droits de l'Homme (Liga de los Derechos Humanos, LDH) organización de derechos humanos, concluyó en su declaración nt [fr] del 21 de julio:

Los informes oficiales se suceden para denunciar la situación de los romaníes y de las gentes viajeras en Francia (CNCDH 2008, Halde 2009, Ecri /Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa 2010…). Más que hacer de chivos expiatorios y de exacerbar pasiones, el gobierno debería seguir las recomendaciones que se hacen para afirmar la igualdad de los derechos.

[Si conoces blogs de romaníes en francés, por favor contribuye con enlaces en la sección de comentarios.]

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