Pakistán: Multitud lincha a presunto blasfemo

En un espantoso e indignante incidente en Bahawalpur, ciudad metropolitana en Punjab, una muchedumbre enfurecida atacó a un presunto blasfemo y lo quemó vivo. Según informes locales [en], el presunto criminal estaba bajo custodia policial cuando una multitud de unas 2.000 personas frenéticas irrumpió en el edificio de la cárcel y pidió la entrega del preso. Cuando la policía se negó a cumplir con su ilegal pedido, la multitud comenzó un motín y causó estragos. Como resultado, la policía se vio obligada a usar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Desafortunadamente, el gas lacrimógeno no sirvió de nada. La multitud irrumpió en la cárcel, sacó al supuesto blasfemo fuera y lo quemó en público.

La muchedumbre sostiene que esta persona había profanado la sagrada escritura de los musulmanes, el Corán.

The Noble Quran.Copyright: photo by YIM Hafiz on Flickr

Muchacha recita el Noble Corán. Foto de YIM Hafiz en Flickr.

¿Era un blasfemo?

No existe la más mínima prueba de que la persona muerta fuera un blasfemo. De acuerdo con los informes de la policía [en], se trataba de un enfermo mental que estaba detenido por la policía porque algunas personas manifestaron que había profanado el libro sagrado de los musulmanes.

Nadeem F. Paracha, destacado columnista, lo considera un vagabundo [en]. Tenía un historial sufi sin sentido del mundo actual y del presente. Era un seguidor de Mansur Al- Hallaj -famoso santo sufí del siglo X, erudito y poeta que fue condenado a muerte por las autoridades de Irak por haber cometido blasfemia.

¿Puede llamársele blasfemo a alguien mentalmente enfermo? ¿Es el vigilantismo un comportamiento saludable en cualquier sociedad civilizada? ¿Puede una multitud enfurecida ser la defensora de la justicia de Dios en el mundo actual? ¿No pensaron que la misericordia final de Dios vendrá a ellos? La respuesta a todas estas preguntas es un simple «No”. Nadeem Paracha escribe:

La nación escuchó y vio su fe y los textos sagrados ‘vengados’, no por hombres temerosos de Dios, sino por una turba de retrasados, de suciedad infrahumana.

El hombre en llamas en la calle gritaba desesperadamente, mientras que cientos de hombres veían esta barbarie con los ojos bien abiertos. Wajiha Noor comenta [en]:

Tal vez soy inculto o no pertenezco a su religión, pero no conozco el libro de Dios que predica tal fanatismo y brutalidad.

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La blasfemia es un tema espinoso en Pakistán. El año pasado, el señor Salman Taseer, gobernador de Punjab, fue asesinado por su propia guardia de seguridad [en], con el pretexto de haber cometido blasfemia. El gobernador fue asesinado a plena luz del día, mientras que el asesino es ahora considerado un héroe en Pakistán. El gobernador se había solidarizado con una mujer cristiana pobre que fue detenida tras ser acusada de blasfemia cuando fue convertida a la fuerza al Islam.

Una razón para que continúen tales actos horrendos son las leyes sobre la blasfemia incorrectamente redactadas en Pakistán. Un comunicado de prensa de Amnistía Internacional dice [en]:

Las autoridades paquistaníes también deben reformar urgentemente las leyes de blasfemia para asegurarse de que no se puedan utilizar de forma malintencionada para resolver disputas o que los ciudadanos solucionen el asunto con sus propias manos.

Una gran proporción de personas acusadas bajo estas leyes son musulmanas. Sobre todo, estas leyes se utilizan para arreglar renciillas y desacuerdos personales. No tiene nada que ver con la religión.

En segundo lugar, la radicalización de la sociedad paquistaní también acelera esos actos. Los medios digitales también son una fuente de radicalización [eng] en el país. Mumtaz Qadri fue inspirado para matar al gobernador Taseer por el sermón de un clérigo [en]. El gobierno de Pakistán no logra manejar a los medios de comunicación y a los clérigos en Pakistán, que están causando terrorismo en todas partes dentro del estado.

Condena
Aunque las palabras no alcanzan para definir esta barbarie, el incidente recibió enérgica condena de la sociedad en general.

Zara Mazhar comenta [en]:

Sólo tengo una cosa que decir – su Dios va a quemar a todos y cada uno de ellos de la misma manera…

Suroor dice [en]:

El Islam no enseña esto, ¡los MULLAHS bárbaros incultos son los responsables de lavar el cerebro de estas personas sin educación!

El obispo de Rawalpindi / Islamabad, Rufin Anthony, condenó [en] este acto con la más fuerte de las palabras.

La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP por su nombre en inglés) condena [en] enérgicamente este incidente:

La HRCP también condena enérgicamente que se haya quemado a un hombre hasta matarlo en Bahawalpur, al que se había acusado de profanar las páginas del Corán, y también el fracaso de las autoridades al evitar un crimen horrendo, no completamente inesperado.

La hija de Salman Taseer, Sara Taseer tuitea:

Tufail Malik criticó [en] el crimen del silencio:

Fizza Arrehman quiere justicia:

Zafar Malik crítica [en] el papel de los clérigos islámicos:

Mullhas y sus descerebrados seguidores están convirtiendo a Pakistán en un manicomio. Qué pena…

Últimos acontecimientos

Desde el 6 de julio 2012, se han presentado dos primeros reportes de investigación en contra de las 2.000 personas que irrumpieron en la cárcel. Mientras tanto, todavía no se arresta a nadie por el crimen. También se tiene que hacer una investigación sobre el papel de la policía. Feroz comenta [en]:

La primera cuestión que necesita investigarse es el verdadero papel desempeñado por la policía en este incidente y su afirmación de que se resistieron.

Por otro lado, todavía no se conoce la identidad del supuesto blasfemo. Probablemente, nunca se sepa debido a que su familia tendría miedo de salir en público.

Gabriela Garcia Calderon Orbe revisó esta traducción.

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