Estudiantes africanos de Pekín organizaron una vigilia por las víctimas kenianas de Garissa

Participants wrote messages and sealed them in envelopes for the families of the Garissa victims.

Los participantes escribieron mensajes que fueron guardados en sobres cerrados para las familias de las víctimas de Garissa. Foto de Filip Noubel.

Un grupo de estudiantes, sobre todo de Kenia, se reunieron en Pekín el 18 de abril 2015 en ocasión de una vigilia en memoria de las 147 personas asesinadas el 2 de abril 2015 en la Universidad de Garissa, en el norte de Kenia.

Aun cuando los medios de comunicación a nivel internacional, incluyendo los de China, inicialmente cubrieron las noticias de la masacre de Garissa, el interés disminuyó rápidamente. Como se ha señalado, las reacciones a nivel mundial han sido generalmente menos destacadas en comparación con incidentes similares recientes en cuanto a pérdidas de vidas.

Esta falta de visibilidad en el área de noticias incitó a estudiantes kenianos y de otros países africanos a reaccionar en Pekín, a pesar de estar a miles de kilómetros de sus países de origen. Así, el 18 de abril organizaron una vigilia en el parque Chaoyáng en el centro de Pekín a fin de rendir homenaje a las víctimas y sus familias.

Una vigilia en un país que prohíbe las protestas

En Pekín se encuentra una de las mas grandes comunidades de estudiantes africanos que a menudo viven en los dormitorios de campos universitarios y crean sus propios comunidades muy solidarias que superan las barreras de país de origen y del idioma. La idea de realizar una vigilia por las víctimas kenianas nació de Tebogo Lefifi, representante de Brand South Africa para China. El sitio está a cargo de la promoción de la imagen de África del Sur.

Lefifi contó a Global Voices que se inspiró «por muchas personas que en WeChat [equivalente chino de WhatsApp] reclamaban que el mundo no toma en serio a las 147 víctimas».

Además, dice que un correo electrónico de Africa2.0 Capítulo de Kenia, una fundación que apoya iniciativas africanas, que comentaba los sucesos de Garissa, le recordó que ella es parte de una generación que África ha estado esperando para implementar un cambio positivo. Ella no está satisfecha con la campaña en Twitter #147isnotjustanumber (147 no es solamente un número), y dice que nombrar las víctimas es inadecuado para crear un resultado positivo. Ella cree que es más importante organizar las comunidades africanas para expresar su apoyo a sus amigos kenianos.

Finalmente la vigilia fue organizada por Lefifi y otras tres estudiantes kenianas. Una de ellas, Tina Kinuthia, explica cómo finalmente la idea tomó forma:

We think African and Kenyan lives matter, this cannot fall into oblivion so we created a WeChat group where very rapidly we had about 100 people who also shared the poster we made for the vigil in their own circles. Some even used the WeChat to send messages to be later written on paper cards and sent to the families of the victims. But we had also a lot of people trying to sabotage the event, saying we shouldn't do something that has no official permission.

We had no money, no sponsor so we decide to organize ourselves limit to one hour to avoid problems and went for it.

Pensamos que las vidas de africanos y kenianos cuentan, esto no puede caer en el olvido, así que creamos un grupo de WeChat donde rápidamente reunimos 100 personas que también compartieron el afiche hecho para la vigilia en sus propios círculos de amigos. Algunos incluso usaron WeChat para enviar mensajes que posteriormente se transcribieron en papel para enviar a las familias de las víctimas. Pero también hubo algunas personas tratando de sabotear el evento diciendo que no debiéramos haber organizado nada sin tener autorización oficial.
No teníamos dinero ni patrocinadores oficiales por lo que decidimos organizarnos nosotros mismos limitando a una hora la ceremonia para evitar problemas y realizarla.

Aunque organizar una vigilia pública puede parecer una idea simple a implementar, hay muy poca tolerancia para manifestaciones de la opinión pública, incluso el duelo, en el espacio público en China sin un largo y complicado proceso de obtener autorizaciones oficiales. En este caso, los estudiantes decidieron ser creativos y diseñar un evento que permitiera expresar sus sentimientos y preocupaciones sin causar problemas innecesarios a los participantes.

Poster for Garissa vigil in Beijing.

Afiche en Pekín para la vigilia en memoria de los muertos de Garissa. Foto de Filip Noubel.

Los organizadores corrieron la voz en WeChat y a través de conversaciones fuera de línea para que las personas se reunieran discretamente en el parque Chaoyáng, uno de los mas grandes en el sector comercial de Pekín. Técnicamente, las reuniones de menos de 500 personas no necesitan de permiso en ese parque, aunque tener una vigilia incluso frente a la embajada de Kenia u otro lugar comercial podría necesitar de una engorrosa burocracia. Una de las instrucciones compartidas en el grupo WeChat dice:

The optics should look like a normal picnic in a park. Bring some blankets.

La idea es que tenga aspecto de un picnic normal en un parque. Traingan algunas mantas.

Otro participante recordó que:

There is usually a gathering of 50 yoga practitionners in the park, and they don't have a permit.

Generalmente se reúnen unas 50 personas que practican yoga en el parque y ellos no tienen permiso.

Mientras Tina Kinuthia explica:

We wanted a gathering in an open space, because this is also where vigils were organized in Garissa and Nairobi and we wanted something spontaneous.

Queríamos una reunión en un espacio abierto porque también es ahí donde las vigilias se organizan en Garissa y Nairobi y queríamos algo espontáneo.

El evento incluyó una lectura de una poesía original, una minivigilia con un minuto de silencio y también la creación de cartas dirigidas a las familias de las 147 víctimas para ser posteriormente enviadas a Kenia.

El impacto de la vigilia

Around 70 African students gather near an entrance of the park to join the vigil.

Alrededor de 70 estudiantes africanos se reunieron cerca de la entrada del parque para unirse a la vigilia. Foto de Filip Noubel

Afortunadamente, el tiempo estuvo bueno el 18 de abril al atardecer mientras los estudiantes comenzaban a reunirse en una de las entradas del parque Chaoyáng para conmemorar a las víctimas. Cerca de 70 personas, incluyendo estudiantes de África y China, se sentaron en un alejado rincón del parque frente a un improvisado altar hecho con velas. De pronto los estudiantes kenianos comenzaron a hacer cortos discursos expresando el dolor pero también la preocupación sobre el futuro de la sociedad keniana. Varios oradores insistieron en que Kenia debía superar sus diferencias y aprender a vivir juntos a pesar de las diferencias en cultura, etnicidad y religión.

A esto le siguió la lectura de varios poemas escritos en inglés especialmente para la vigilia. Un poema de Amina Jarso, una estudiante keniata residente en Pekín, dice:

Her soul wanted to speak,
To ask of her accused crime,
She wanted to reason with him,
If only he'd give her more time.

His eyes bloodshot with anger,
Her eyes teary with fear,
He fights to silence his conscience,
She struggles not to shed a tear.

They pause and inhale together,
Two heartbeats synchronizing ,
the gun between has no pulse,
An intruder in their first meeting.

Let's listen much more closely,
To the gaps of words unsaid,
And give the 147 back their names,
So their memories won't just fade.

Su alma quería expresarse,
preguntar cuál era su crimen,
ella quería hacerlo razonar,
si solo él le diera más tiempo.

Los ojos del joven inyectados de sangre por su cólera,
los ojos de la joven llorosos de miedo,
él lucha por hacer callar su conciencia;
ella lucha para no llorar.

Se detienen un momento y respiran juntos,
dos corazones que palpitan sincronizados,
el fusil entre ellos no tiene ninguna palpitación,
un intruso en su primer encuentro.

Escuchemos de mas cerca,
los silencios entre las palabras no pronunciadas,
y démosle a los 147 sus nombres,
para que su recuerdo no se borre.

Mientras que otro poema dice:

Face down helplessly I stand,
Tears hitting hard the unarmed ground,
147 the number lingering in my mind,
Remembering they will they will not be around.

Estoy aquí impotente con la cabeza baja,
las lágrimas caen al suelo desarmado,
147, esta cifra embruja mi espíritu,
recordándome que no estarán más entre nosotros

Después de una parte más bien emotiva se pidió a los participantes escribir mensajes y ponerlos en sobres sellados que serían enviados por correo a las familias de las víctimas llevando mensajes de esperanza y demostrar que el mundo — incluso en Pekín — no los olvidaría.

En este momento de la vigilia, un oficial de la fuerza de seguridad del parque vino a anunciarles que todas las velas debieran ser apagadas y que la gente debía salir del área del parque donde estaban. Un estudiante trató de negociar y darse más tiempo para completar la vigilia, pero el oficial se quedó parado allí informando a sus superiores por walkie-talkie y urgiendo a cada uno abandonar el lugar.

Percepción china de Garissa y de la vigilia

Hubo alrededor de 10 participantes chinos en la vigilia, una mezcla de estudiantes, profesores y amigos de Kenia participando en la vigilia. Tina Kinuthia explica cómo algunos se comprometieron:

We got great support. A person who runs a travel agency saw a posting in Jinru Feizhou, volunteered to translate the poster and shared in her community, this is how we got Chinese people coming.

Obtuvimos un gran apoyo. Una persona que tiene una agencia de viajes vio el afiche en Jinru Feizhou, voluntariamente lo tradujo y compartió en su comunidad, así fue como hubo personas chinas que vinieron.

Un participante es un exestudiante de Nairobi quien recuerda algunas palabras de swahili y dijo que había venido porque sentía que:

Nairobi is part of my home, and I care about Kenya.

Nairobi es parte de mi casa y me preocupo por Kenia.

Otro participante chino explicó que:

Most of the people around me are shocked, we even had a discussion in our class on how to avoid such things happening, and what should be the role of government, universities and students?

Gran parte de quienes me rodean están consternados, incluso tuvimos una discusión en nuestra clase sobre ¿cómo evitar que sucedan tales cosas y cuál debería ser el rol del gobierno, universidades y estudiantes?

Como uno de los organizadores africanos señala:

Chinese people seem well aware, but without a platform to mourn and support Africa, there is no place for them to express themselves.

Los chinos parecen muy conscientes pero sin una plataforma para llorar y apoyar a África, no tienen un lugar para expresarse.

Mientras que el grupo de WeChat permanece activo, el evento está adquiriendo una segunda vida en el mundo. La oficina África 2.0 Kenya distribuirá los mensajes a las familias de las víctimas y ha pedido la foto enmarcada del improvisado altar para ponerlo en su oficina de Nairobi como una señal tangible de la solidaridad en todo el mundo.

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