Tayikistán: Naturaleza prístina y el eco de su historia

Irkht, Badajshán. Fotografía: Bakhritdin Isamutdinov

Irkht, Badajshán. Fotografía: Bakhriddin Isamutdinov.

Todas las fotos aquí son del autor o fueron usadas con permiso.

Rodeado de montañas y etéreos lagos alpinos por doquier, Tayikistán es un verdadero santuario para los amantes de la naturaleza si es que se está dispuesto a sortear los caminos surcados y soportar la engorrosa burocracia.

Tras haber pagado un boleto de avión con miles de escalas para llegar a la capital -Dusambé- y los aproximadamente 60 dólares por la visa de turista, esperan verdaderos tesoros apartados de la civilización.

Aquellos que encuentran Tayikistán en un mapa deciden venir para escalar las montañas. Pero para quienes no tienen mucha destreza en el manejo del equipo de montaña, los viajes por carretera los pueden llevar mucho más allá de lo imaginado.

La carretera del Pamir obtuvo el tercer lugar del top ten de lugares de la ex-URSS que no se pueden dejar de visitar, tal como se publicó en mayo de 2015 en la revista National Geographic Traveler, además de ser considerada como uno de los viajes en carretera más emocionantes y desafiantes del mundo.

Mientras se escucha el traqueteo del jeep a lo largo del camino, entre Dusambé y Murghab (al este), los viajeros pueden admirar los poblados afganos, al otro lado del río Amu Dari. Parecieran ser de otro planeta, pues este cuerpo de agua serpenteante los mantuvo separados de la antigua Unión Soviética.

Desde varias partes del trayecto, se puede contemplar el Pico Ismail Samani, el más alto de la ya desintegrada URSS, para después leer los petroglifos  y también sumergirse en profunda meditación sobre los restos del antiguo templo zoroastro. Después, al llegar a Murghab, uno puede deleitarse con un platillo de carne de yak, criados principalmente por pastores kirguises.

Dusambé puede ser un punto de partida a la segunda ciudad más grande del país, Khodjent, que ofrece una excursión espectacular al recorrer los Montes Fann en el norte y oeste del país.

Mountain climbing. Photo by Bakhriddin Isamutdinov

Alpinismo. Fotografía: Bakhriddin Isamutdinov.

Afghan villages on other side of the river. Photo by Abdulfattoh Shafiev

Poblados afganos al otro lado del río. Fotografía: Abdulfattoh Shafiev.

Road to Badakhshan. Photo by Abdulfattoh Shafiev

Camino a la provincia de Badajshán. Fotografía: Abdulfattoh Shafiev.

Zarafshan valley. Photo by Abdulfattoh Shafiev

Valle de Zaravshán. Fotografía: Abdulfattoh Shafiev.

Ziddeh village in Varzob. Photo by Bahrom Jalilov

Poblado de Ziddeh en Varzob. Fotografía: Bahrom Jalilov.

En el Valle de Zaravshán se asientan algunos de los lagos más hermosos de Asia Central: Iskandarkul, conocido por las historias del legendario Alejandro Magno, se encuentra a 2,195 mts. sobre el nivel del mar. Percibido desde su ángulo derecho, se aprecia cómo el lago es un espejo de la naturaleza que lo rodea. En sus aguas cristalinas, se reflejan límpidos los Picos Fann como en un cuento de hadas. Más adelante, se encuentran los impresionantes siete lagos sasánidos, algunas veces llamados las princesas sasánidas.

Kharikul, Jirgatal. Photo by Bahriddin Isamutdinov

Kharikul, Jirgatal. Fotografía: Bahriddin Isamutdinov.

Haftkul lake in Zarafshan valley. Photographer: Nozim Qalandarov

Lago Haftkul en el Valle de Zaravshán. Fotografía: Nozim Qalandarov.

Iskandarkul lake in Zarafshan valley. Photographer: Nozim Qalandarov

Lago Iskandarkul en el Valle de Zaravshán. Fotografía: Nozim Qalandarov.

Los tayikos creen que las legendarias ciudades de Bujará y Samarcanda les pertenecen culturalmente; sin embargo, esta Ruta de la Seda le fue entregada a Uzbekistán cuando los bolcheviques comenzaron a construir artificialmente las repúblicas soviéticas, con muy pocas referencias a las culturas locales de Asia Central.

Aun sin las Perlas de Asia Central -así también conocidas-, Tayikistán tiene muchos sitios históricos. Por ejemplo, la Fortaleza de Gissar, ubicada a 20 km. de la capital y de la carretera nueva de Dusambé, es el único asentamiento del Estado de Shuman, el cual celebra su tercer milenio este año.

Hisor Fortress. Photographer: Nozim Qalandarov

Fortaleza de Hissar. Fotografía: Nozim Qalandarov.

Reconstructed Hulbuk Palace, Khatlon. Photo by Abdulfattoh Shafiev

Reconstrucción del Palacio Hilbuk, Khatlon. Fotografía: Abdulfattoh Shafiev.

Khujand city museum. Photo by Abdulfattoh Shafiev

El museo de la ciudad de Khujand. Fotografía: Abdulfattoh Shafiev.

Para más información sobre la historia del norte del país, uno puede ir a visitar la mezquita de Sheikh Muslihiddin en Khujand y la ciudad de Istaravshan, fundada por Alejandro Magno como la ciudad de Alejandría.

Ahora bien, en el sur, está el monasterio budista Ajina-Tepe, en donde se descubrió, en 1966, la estatua más grande de Buda que se haya encontrado en Asia Central. Esta pieza fue restaurada de la cintura para arriba y está en el Museo Nacional de Antigüedades de Tayikistán en Dusambé.

Yamchun fortress, Wakhan Corridor. Photo by Bahriddin Isamutdinov

Fortaleza de Yamchun, Corredor Wakhan. Fotografía. Bahriddin Isamutdinov.

Murghob. Photo by Abdulfattoh Shafiev

Murghob. Fotografía: Abdulfattoh Shafiev.

Murghob. Photo by Bahriddin Isamutdinov

Murghob. Fotografía: Bahriddin Isamutdinov.

Además del Buda semi-restaurado, Dusambé tiene un sinfín de atracciones turísticas, que incluyen la segunda asta de bandera más alta del mundo y las casas de té más grandes. También, si es que dentro de un par de años, uno decide regresar a este país, no se debe dejar de visitar la mezquita y el teatro más grandes de Asia Central.

No dejes que las estadísticas del Foro Mundial Económico (lugar 109 de 141 países en el índice de Competitividad en Viajes y Turismo) te detengan. ¡Viaja a Tayikistán!

Night vision of Dushanbe city. Photo by Bahrom Jalilov

Vista noctura de la ciudad de Dusambé. Fotografía: Bahrom Jalilov.

Nawrooz Palace in Dushanbe city. Photo by Bahrom Jalilov

Palacio de Nawrooz en la ciudad de Dusambé. Fotografía: Bahrom Jalilov.

The second tallest flagpole in the world. Dushanbe. Photographer: Nozim Qalandarov

La segunda asta de bandera más alta del mundo. Dusambé. Fotografía: Nozim Qalandarov.

Tajikistan is known for colourful handicraft production. Photo by Bahriddin Isamutdinov

Tayikistán es conocido por su colorida artesanía. Fotografía: Bahriddin Isamutdinov.

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