Los brasileños estimulan la lectura usando la creatividad y sus propias manos

Geladeiroteca

Las neverotecas instaladas en el campus de la Fundación de la Universidad Regional de Blumenau y en tres escuelas municipales de la región; esta fue pintada por el artista Fernando Pauler. Foto de Terça cultural, publicación autorizada.

Cuando pensamos en una biblioteca, imaginamos un lugar silencioso y lleno de libros esperando a los lectores, los cuales necesitan cumplir estrictamente las normas para poder leerlos: no hacer ruidos en la sala de lectura y devolver los libros prestados en el plazo convenido. Pero algunos brasileños están usando la creatividad y sus propias manos para transformar bicicletas, carritos de la compra, neveras y otros objetos en bibliotecas, y así, incentivar la lectura en locales donde las bibliotecas públicas no llegan.

Es lo que muestra un mapa del blog Bibliotecas do Brasil, organizado por Daniele Carneiro y Juliano Rocha, apasionados por los libros y convencidos de que había muchas iniciativas de incentivo a la lectura desde dentro y fuera del país, organizadas por la propia gente y que solo necesitaban de una voz para divulgarlas.

MAPA_BB

El  mapa tiene cerca de 60 iniciativas de lectura. Para más información, haga clic sobre sobre cada una de ellas. Imagen de Bibliotecas de Brasil, publicación autorizada.

Vimos que essas ações cobriam uma boa parte do Brasil e resolvemos mostrar isso graficamente ao colocar todas as ações em um mapa, para reforçar esta ideia de que os brasileiros gostam de ler quando lhes é dada a oportunidade e de que existem pessoas que acreditam nos livros livres como agentes de mudança nas mais diversas comunidades. Com esse apoio visual, fica mais fácil para os próprios projetos de incentivo à leitura criarem uma rede de contatos para se ajudarem e trocarem experiências. As bibliotecas que mais nos interessam são as bibliotecas comunitárias, bibliotecas livres, minibibliotecas ou bibliotecas públicas que são atuantes e preocupadas em trazer os leitores para seu interior e despertar neles o gosto pela leitura.

Vimos que esas acciones cubrían una buena parte de Brasil y decidimos mostrarlo gráficamente al colocar todas las acciones en un mapa, para reforzar esa idea de que a los brasileños les gusta leer cuando les dan la oportunidad y de que existen personas que creen en los libros como agentes de cambio en diferentes comunidades. Con ese apoyo visual, fue más fácil para los propios proyectos de incentivo a la lectura crear una red de contactos para ayudarse e intercambiar mutuamente experiencias. Las bibliotecas que más nos interesan son las comunitarias, bibliotecas libres, mini bibliotecas o bibliotecas públicas activas y preocupadas en atraer a los lectores a su interior y despertarles el gusto por la lectura.

Preguntados sobre que son las bibliotecas libres, Daniele y Juliano explican que son blibliotecas donde se pueden prestar libros sin necesidad de registrarlos o devolverlos en un determinado plazo de tiempo. Cualquier persona puede sacar un libro, llevárselo a casa el tiempo que quiera, y además con el derecho de prestarlo o llevárselo consigo durante un viaje y dejarlo en otra ciudad.

No todas las iniciativas del mapa funcionan de esta manera, pero tienen en común el deseo de facilitar el acceso a los libros y cambiar la cara de los espacios públicos.

De carritos de la compra a neveras, todo puede transformarse en una biblioteca

Carrinhos de feira transformados em pequenas bibliotecas itinerantes no Shopping Popular da Ceilândia. Foto de Bibliorodas utilizada com permissão.

Carritos de compra se convierten en pequeñas bibliotecas itinerantes en el centro comercial de Ceilàndia. Foto de Bibliorodas, publicación autorizada.

Desde 2011, en Ceilândia, en el Distrito Federal, Clara Etiene y Edna Freitas incentivan la lectura en el mercado popular de la región. Aunque reunieron a algunas personas, no conseguían atraer a los propios comerciantes, quienes decían que no podían abandonar sus propios puestos durante la jornada laboral. Fue cuando decidieron transformar los carritos del mercado en pequeñas bibliotecas móviles, bautizadas más tarde como biblioruedas.

La buena acogida de la solución animó a Clara y Edna a expandir el proyecto: ahora llevan libros a los feriantes y la población del interior de Ceará. «La inexistencia de locales e iniciativas a la lectura en la periferia es alarmante, todavía estamos lejos de superar este problema, pero creemos en el poder emancipador y transformador de la lectura, y es importante que todo el mundo tenga acceso a la misma», nos cuentan las creadoras de la idea en una entrevista por correo electrónico a Global Voices.

En Santa Catarina, ya algunas neveras viejas dejaron de ir al déposito de basura para transformarse en bibliotecas. Los estudiantes de la Fundación de la Universidad Regional de Blumenau instalaron neverotecas en el campo, poniendo libros a disposición de los colegas, profesores, trabajadores y gente que frecuenta el local. El proyecto bautizado como «No deje la cultura en la nevera», se inició en 2012 y recibió ayuda voluntaria de tres artistas para pintar las neveras, además de editores y profesores de universidad que donaron libros. Uno de los responsables de la neveroteca, Alan Filigrana, afirma que los universitarios tomaron la iniciativa porque creen que la lectura es fundamental para el desarrollo del individuo.

Las neverotecas también están en tres escuelas municipales de la región, en las cuales estudian niños y adolescentes. «Escogemos los libros que no normalmente no están al alcance de los alumnos y que son capaces de incentivar su racionamiento crítico. Además de eso, son los propios alumnos quienes pintan las neveras en la escuelas, para que valoren el proyecto y sientan que forman parte del mismo», explica Alan.

Esas son solo dos, de las cerca de 60 iniciativas presentes en el mapa, que también contempla otros países, como por ejemplo, la iniciativa de tres jóvenes brasileñas que hicieron una campaña para recaudar libros y reformar la biblioteca de una escuela de primaria en Maputo, capital de Mozambique, donde estudian aproximadamente 1.300 alumnos de entre 6 y 11 años. Las tres estaban en el país para dar clases en la escuela de primaria de cooperantes durante un intercambio. «Conviviendo con niños que se esfuerzan tanto y muestran tanto interés, vimos que podíamos impactar aún más en sus vidas», dijeron en la presentación de la campaña que llamaron Mozambique quiere leer.

Haga usted mismo una biblioteca libre

folder_montar_biblio_15x21_vig

Tutorial que explica paso a paso cómo montar una biblioteca libre. Haga click para ampliar la información. Foto de «Bibliotecas del Brasil», publicada con autorización.

Los organizadores del mapa y del blog también estimulan a las personas a que se involucren en el incentivo de la lectura enseñándoles a construir sus propias bibliotecas. Para eso, crearon tutoriales con consejos para poner en marcha con éxito nuevas iniciativas, Entre los consejos se incluyen las mejores opciones para el almacenamiento de libros, elección del local donde se instalará la biblioteca, además de la difusión, organización y mantenimiento.

Y es que lo que no faltan son brasileños para atraer a la lectura. Según una investigación, Retratos de lectura en el Brasil, el brasileño apenas lee cinco libros por año, incluyendo los libros que se mandan en la escuela, con tan solo dos fuera de esas sugerencias. Aún es poco, pero iniciativas como estas ayudarán a revertir ese cuadro, colocando los libros en el camino de las personas, en vez de dejarlos reposar en las bibliotecas y estantes de las casas.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.