«¡Democraticen el desarrollo!» dicen las mujeres del movimiento por el desvío de la autopista en Trinidad

Dr. Wayne Kublalsingh outside the Office of the Prime Minister in Port of Spain, on the 16th day of his second hunger strike. Photo by Abigail Hadeed; used with permission.

Dr. Wayne Kublalsingh frente a la oficina de la Primera Ministra en Port of Spain, en el día 16 de su segunda huelga de hambre. Foto por Abigail Hadeed; usada con permiso. 

En el día 16 de su segunda huelga de hambre contra la construcción de una sección de autopista que desplazaría a una comunidad por completo y amenazaría un área ambiental sensible, el Dr. Wayne Kublalsingh estuvo rodeado de partidarios, activistas y simpatizantes, la mayoría de los cuales eran mujeres. 

La reunión pretendía llevar a las mujeres del Movimiento por el desvío de la autopista al centro de la escena y hacer que el país entienda que personas reales están siendo afectadas por el impasse, que se ha multiplicado bastante más allá del asunto de la ruta y ha crecido para representar, como en las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, todo lo que está mal en el mundo — en esta instancia, la creciente insatisfacción pública respecto a cuestiones de transparencia, democracia y la manera en que las preocupaciones de la sociedad civil a menudo son ignoradas por aquellos elegidos para servir al público.

La profesora universitaria y activista, Dr. Gabrielle Hosein, que colaboró en la organización de la reunión de mujeres, dijo en su blog:

Fifteen days into this second hunger strike, I’m left feeling overwhelmed at how much it takes for citizens to be heard. Does it really take this much time and sacrifice to successfully secure accountable government? People are critical of Kublalsingh’s choice of strategy, but the alternative is lifelong commitment to disallowing corruption or lack of transparency in whatever form. None of us may choose to die, but how many of us make this other choice instead?

Quince días de su segunda huelga de hambre, quedé abrumada por todo lo que deben hacer los ciudadanos para que los escuchen. ¿En realidad requiere tanto tiempo y sacrificio asegurar con éxito un gobierno responsable? Las personas son críticas de la estrategia elegida por Kublalsingh, pero la alternativa es un compromiso de por vida rechazando la corrupción o la falta de transparencia en cualquiera de sus formas. ¿Ninguno de nosotros elegiría morir, pero cuántos de nosotros tomaría esta otra decisión en su lugar?

A supporter at the gathering for the Women of the Highway Re-Route Movement in Trinidad. Photo by Abigail Hadeed; used with permission.

Una simpatizante de la causa en la reunión para las Mujeres del Movimiento por el desvío de la autopista en Trinidad. Foto por Abigail Hadeed; usada con permiso.  

Un comunicado de prensa firmado por una de las más decididas y leales mujeres del Movimiento por el desvío de la autopista, Leela Boodhai, destacó de lo que se trataba la protesta — no sólo la petición de un hombre, sino el futuro de una nación. 

El comunicado identificó las maneras concretas en las que las mujeres serían afectadas. Habría alteraciones en la vida familiar, ya que la comunidad opera en gran medida en el espíritu de «se requiere un pueblo para criar un niño», dependiendo de las familias extendidas para colaborar. La autopista también afectaría la habilidad de las mujeres de seguir trabajando mientras los niños están en casa, especialmente teniendo en cuenta que para muchas el «lugar de trabajo [está] dentro de la misma comunidad» y pequeños negocios desaparecerán o serán reubicados, lo que resultará en menor clientela y por lo tanto menores ingresos. La pérdida de tierras a causa del desplazamiento tendría un efecto negativo en la habilidad de las mujeres para «colaborar con los hombres en la siembra de cultivos para suplementar los ingresos familiares».

Ambos, las personas mayores y los niños no han sido «considerados de manera adecuada» en el plan del gobierno para la autopista. El Movimiento por el desvío de la autopista sostiene que la amenaza de ser desplazados ha causado «trauma severo» a las personas que han vivido toda su vida en la comunidad, donde la tierra pasaba de generación en generación. La mayoría de los niños «tienen acceso fácil y seguro a las escuelas a través de la red de rutas que conectan la zona» y la reubicación será un enorme cambio para ellos — uno que muchas familias podrían no soportar. 

Enough is enough - protestors call for the country's leaders to listen. Photo by Abigail Hadeed; used with permission.

Ya basta- manifestantes exigen a los líderes del país que los escuchen. Foto por Abigail Hadeed; usada con permiso. 

El movimiento ha presentado su «Propuesta de conectividad óptima», que sugiere una ruta alternativa para la autopista que no afectaría de manera adversa a la comunidad y al ambiente que la rodea. El gobierno a pesar de las recomendaciones del Informe Armstrong que revisó los registros relacionados con la construcción de la autopista, no ha considerado la propuesta. 

La publicación de Hosein en el blog prosigue:

I have read about the women of the Highway Re-route movement […] and thought [Prime Minister Kamla] Persad-Bissessar should explain to the population why she first marched with these women when out of power, then ignored them once in.

I saw press photos of their sit-ins outside the PM’s office, their camp being illegally demolished […] and their brave blocking of tractors. Knowing that, amidst looking after sick family, managing traffic stress and earning a living, no citizen anywhere petitions and protests time after time without valid reason, I wanted to learn more about why this movement had not given up.

By the time of Wayne Kublalsingh’s first hunger strike, I came to understand that there were billion dollar non-tendered contracts at stake, unnecessary destruction of parts of the Oropouche Lagoon, massive, avoidable quarrying of the Northern Range, and demolition of long-established religious and familial communities.

He leído acerca de las mujeres del movimiento por el desvío de la autopista […] y pensé que la [Primera Ministra Kamla] Persad-Bissessar debe explicarle a la población por qué primero marchó con estas mujeres cuando no estaba en el poder y luego las ignoró cuando llegó a su cargo. 

He visto fotos de las sentadas frente a la oficina de la PM, de cómo su campamento era demolido de manera ilegal […] y de cómo impidieron el paso de tractores con valor. Sabiendo que, además de cuidar a los familiares enfermos, manejar el stress del tránsito y ganarse la vida, ningún ciudadano en ninguna parte peticiona y protesta una y otra vez sin una razón válida, quise aprender más acerca de por qué este movimiento no se ha rendido.  

En el momento de la primera huelga de hambre de Wayne Kublalsingh, llegué a entender que había en juego miles de millones de dólares en contratos no licitados, la destrucción innecesaria de partes de la Oropouche Lagoon, la masiva, evitable excavación de Northern Range, y la demolición de comunidades familiares y religiosas de gran tradición.

A section of the crowd at the gathering in support of the Women of the Highway Re-Route Movement. Photo by Abigail Hadeed; used with permission.

Una parte de la multitud en la reunión en apoyo a las mujeres del Movimiento por el desvío de la autopista. Foto por Abigail Hadeed; usada con permiso.  

Ella también señaló que el asunto de la transparencia está surgiendo una y otra vez en diferentes proyectos de «desarrollo» en todo el país:

We want development, but development that is more than concretization. Development includes a right to information, truth and the best plan possible for future generations, not just the partial truths and wasteful plans that governments choose. After all, who bears the costs? We do.

Queremos desarrollo, pero desarrollo que sea más que llenar todo de cemento. El desarrollo incluye el derecho a la información, a la verdad y el mejor plan posible para las generaciones futuras, no sólo las verdades parciales y los planes antieconómicos que el gobierno elige. Después de todo ¿quién soporta los costos? Nosotros lo hacemos.

En representación de Global Voices, asistí a la reunión y hablé con Leela Boodhai, que enfatizó que su causa era representativa de todas las mujeres y que la batalla del Dr. Kublalsingh luchando en nombre del Movimiento por el desvío de la autopista era en verdad por el país, la integridad y la responsabilidad de los funcionarios. «Algunos nos marginarían como ‘mujeres campesinas’,» ella dijo, «pero nos levantaremos, porque esto afectará a la próxima generación.» Ella expresó su desilusión acerca del enfoque de la primera mujer primer ministro en Trinidad y Tobago. «Pusimos una mujer en ese cargo y pensamos que ella representaría las virtudes del hogar; que ayudaría al crecimiento. «En cambio, la primer ministro se ha alejado de la controversia.

Boodhai lamentó la destrucción que ha ocurrido hasta ahora, tanto concreta como intangible — un punto especialmente conmovedor es que cuando el Dr. Kublalsingh yacía estoicamente a unos pocos pies de distancia; ella se puso visiblemente molesta cuando le preguntaron acerca de la decisión del Dr. de embarcarse en su segunda huelga de hambre. «Nosotros hemos tratado de convencerlo de no hacerla,» dijo. «Pero debemos respetarlo.» Desde 2005, cuando los residentes se acercaron a él para que hablara por su causa el Dr. Kublalsingh ha movilizado a la comunidad y destacado el asunto a nivel nacional. «Todos los consejos que él nos dió fueron buenos y cada acción que hizo tuvo resultado positivo,» ella explicó. Ella tiene fe que esta protesta saldrá bien.

Supporters at the gathering proving that the protest action is about much more than a highway. Photo by Abigail Hadeed; used with permission.

Simpatizantes en la reunión demostrando que la medida de protesta va más allá que contra una autopista. Foto por Abigail Hadeed; usada con permiso.

Los partidarios de la protesta obviamente esperan lo mismo. Ellos aparecieron con carteles con las palabras que mostraban lo que es importante para ellos. Un incondicional, Dalton Dorman, preguntó descaradamente si alguna vez había oído del «informe Neil Armstrong.» Puesto que el Presidente del Comité de revisión independiente era el Dr. James Armstrong, dije que no, mientras lo miraba en la manera más diplomática para corregirlo. Él no lo dejó pasar: «Bueno, nosotros lo llamamos el Informe Neil Amstrong, porque aparentemente está en el espacio.»

Actress Cecilia Salazar in the role of the late real-life whistleblower Gene Miles. Photo by Abigail Hadeed; used with permission.

La actriz Cecilia Salazar en el rol de la desaparecida denunciante de la vida real Gene Miles. Foto por Abigail Hadeed; usada con permiso.

La actriz Cecilia Salazar, que representó el rol de Gene Miles, una denunciante servidora pública que expuso la corrupción generalizada en la década de 1960 en lo que se conoció como «el fraude de la gasolinera», estuvo presente como un recordatorio aleccionador de que la corrupción ha azotado el país durante décadas. Miles hizo público que muchos de los políticos de alto rango estaban otorgando licencias para gasolineras a cambio de sobornos; su nombre fue difamado por aquellos que estaban en el poder y murió prematuramente, víctima de injurias y en soledad.

La Dra. Hosein terminó su publicación en el blog refiriéndose a los principios fundamentales:

Citizens may debate strategy, may not even like each other, and may disagree, but we are our only source of solidarity. Politicians will say yes to our face and then lock us out on the street. They will not account for billions spent unless we insist that is it ours, not their money. They will hire PR guys to convince us we are each other’s enemy. But, plain talk, no communities spend eight years of their lives petitioning and protesting unless truth about injustice is at the heart of their cause.

Los ciudadanos pueden debatir estrategias, pueden incluso no agradarse, y pueden no estar de acuerdo, pero nosotros somos nuestra única fuente de solidaridad. Los políticos dirán que sí en nuestra cara y luego nos dejarán en la calle. Ellos no responderán por los miles de millones gastados a menos que insistamos en que es nuestro dinero, no el de ellos. Ellos contratarán expertos en relaciones públicas para convencernos de que nosotros somos enemigos de los demás. Pero, simplemente, ninguna comunidad pasa ocho años de sus vidas peticionando y protestando a menos que la verdad de la injusticia esté en el centro de su causa.

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