Obama «destrozado» ante la noticia del último McDonald's cerrado en Rusia

Images edited by Kevin Rothrock.

Imágenes editadas por Kevin Rothrock.

En Rusia, Internet tiene una larga tradición en la creación de cuentas ficticias sobre la vida de poderosos políticos. El más famoso y dotado autor de este género es, sin duda, Maksim Kononenko, la mente tras Vladimir.Vladimirovich.ru, un blog que se actualiza periódicamente y que presenta episodios inventados y humorísticos de la vida de Vladimir Putin como presidente de Rusia. (RuNet Echo entrevistó a Kononenko en 2012.) En la era del microblogueo, el amor de los rusos por las historias satíricas ha dado lugar a la creación de numerosas cuentas-parodia en Twitter, en las que bromistas con talento como @Fake_MIDRF, @heil_girkin, @LevSharansky y otros, entretienen a miles de personas. 

Twitter no ha eliminado las historias satíricas. Podemos encontrarlas por doquier, cuando los eventos de actualidad inspiran a alguien con un bolígrafo afilado. El continuado ataque de Rusia contra la cadena de comida McDonald's, una de las marcas exportadoras americanas más reconocibles, aunque repugnantes, ha despertado a muchos satíricos rusos. El mes pasado, cuando el gobierno cerró McDonald's localizados en icónicos lugares de Moscú, los usuarios de RuNet rápidamente ironizaron, compartiendo fotos de hospitales sucios que los inspectores de sanidad, parece ser, no se molestan en inspeccionar.

Ilya Klishin, editor jefe de TvRain.ru.

Respondiendo a la noticia de hoy sobre cómo un tribunal ha clausurado un segundo McDonald's en Ekaterinburgo, Ilya Klishin, editor jefe de TvRain.ru, creó en Facebook una cuenta para expresar una improbable reacción de Washington cuando recibiesen la noticia.

В кабинет к Бараку Обаме зашел, осторожно постучав, референт; молодой еще парень, дорогой шерстяной костюм ему чуть велик в плечах. В руках синяя папка с тисненным орланом. Президент продолжал читать бумаги, сидя за столом, на Логана (а так звали вошедшего) он не обратил никакого внимания. Пришлось осторожно кашлянуть.
— Мистер президент.
— А, Логан, ты. Что ты мнешься. Рассказывай, что там у тебя, — поседевший в последний год Обама не совсем удачно попытался улыбнуться.
— Я даже не знаю, как это сказать… — референт открыл папку и стал смотреть в распечатанную бумагу.
— Говори.
— В общем, кхм, ну… Суд Екатеринбурга закрыл еще один МакДоналдс, — выпалил Логан.
— Твою мать, — президент выругался так, как никогда себе раньше не позволял. Пунцовый референт молча смотрел в пол, переминаясь с ноги на ногу. — Еще один?
— Д-да, сэр.
В стену полетела тяжелая чернильница, подарок королевы, между прочим. По обоям поползла клякса. Обама сидел, обхватив лицо обеими руками, и, кажется, плакал.
— Это провал, Логан, ты понимаешь? Мы теперь обречены. Мы. Обречены. Точка. Еще одного я не выдержу. Выйди отсюда. Я буду звонить Владу. Мы сдаемся.

Tras tocar la puerta con cuidado, el asistente entró en el despacho de Obama. Seguía siendo un hombre joven —su caro traje de lana le quedaba algo grande en la parte de los hombros. En sus manos, sostenía una carpeta azul con un águila estampada en la portada. El Presidente, sentado en su escritorio, continuaba leyendo documentos. No prestó ninguna atención a Logan (así es como la gente trata a los asistentes).

Logan tuvo que toser intencionadamente para llamar la atención del Presidente.

- «Señor Presidente».
– «Ah, Logan, eres tú. Entrégamelo. Dime que es lo que tienes ahí.» dijo Obama, canoso tras pasar siete años en la Casa Blanca, luchando por sacar una sonrisa.
– «Ni siquiera sé como explicarlo», dijo el asistente abriendo la carpeta y mirando el documento que había dentro.
– «Empieza a hablar».
– «Bueno, mmm, esto … Señor, un juzgado en Ekaterinburgo ha cerrado otro McDonald’s», soltó Logan.
– «Hijos de puta…” maldijo el Presidente por primera vez en la Oficina Oval. El asistente, pasando su peso de un pie a otro nerviosamente, se volvió rojo, enmudeció y miró al suelo.
– «¿Otro?» preguntó Obama.
– «Mmm, sí, señor».
Un pesado tintero voló hasta la pared, casualmente había sido un regalo de la Reina. La tinta resbaló por el papel pintado. Obama se sentó y se cubrió la cara con las manos. Logan creyó oírlo llorar.
– «Estamos acabados, Logan, ¿lo entiendes? Estamos condenados. Estamos. Condenados. Ya está. No puedo soportar ni uno más. Sal de aquí. Voy a llamar a Vlad. Nos rendimos.»

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.