La Copa del Mundo de fútbol genera pasiones, encuentros, alegría, expectativas, amistad, reuniones entre amigos y familiares. Pero también, para quienes no conocen mucho de tecnicismos deportivos, el mundial despierta suspiros [2], entre otras cosas. En Argentina, el jugador Ezequiel Lavezzi [3], también conocido como «Pocho», ha generado una ola de fans femeninas a partir del momento que se quitó su camiseta.
La página de Facebook Movimiento para que el Pocho Lavezzi juegue sin camiseta [4] ya ha reunido 381,500 fans desde su creación el día 25 de junio de 2014. En la cuenta de Twitter de Lavezzi (@PochoLavezzi [5]), con cada tuit del jugador, las admiradoras escriben:
Escuchame @PochoLavezzi [5] la próxima salís en pelotas o no entras!
— ♥ PeNeLoPe ♥ (@LaMasConchuda) julio 1, 2014 [6]
Hola @PochoLavezzi [5] VAMOS A FESTEJAR EN BOLAS!!!!
— la huerfi (@huerfanita_) julio 1, 2014 [7]
«¡El Pocho Lavezzi imitó la caída de Sabella e hizo reír a sus compañeros!». Lo mío no es calentura, es AMOR. pic.twitter.com/L3Z9vZ0otY [8]
— NATI MESSI JOTA (@natijota) julio 7, 2014 [9]
Por si fuera poco, el jugador ya tiene su propia cumbia:
Y ellos, ¿qué dicen? Según la página La Nueva [10] en su post «Las chicas del Pocho Lavezzi» [11] dice:
Y la verdad que el Pocho puede tener su pinta. Eso no se discute. Lo que se discute es la falta de clase: qué feas quedan las frases “te como todo”, “papito”, “mirá esos abdominales”…
Y ni hablar del mal gusto de “si el Pocho me mira, ¿sabés cómo largo al gordo?”, “mi marido tiene la misma plancha de ravioles (por los abdominales marcados) pero adentro”.
[…] Ya sabemos que somos menos deseados que el Pocho Lavezzi. Pero no hace falta que lo digan tan seguido, en voz tan alta y de manera tan grosera.
De otro lado, en Basta de Sexismo [12] sostienen que nada es muy distinto a lo que hacen los varones [13]:
¡Pero cuánta hipocresía en los varones que se escandalizan ahora porque algunas mujeres miran más los abdominales y pectorales de los jugadores que sus performances deportivas! ¡Cuánto cinismo en todos los que señalan el doble discurso de las mujeres, tipo: «¿No era que estaba mal cosificar a las mujeres? ¿Por qué hacen lo mismo ustedes ahora?»
Ojo, tienen razón, la cosificación es degradante sea cual sea el género.
Pero pregunto: ¿cuántos de ellos, cuando sus amigos, familiares, colegas, cosificaban a mujeres, les dijeron lo mismo y les explicaron, como ahora explican a las mujeres Lavezzi-maniáticas, que cosificar es degradante?
Le dejamos la siguiente imagen para que cada quien saque sus propias conclusiones: