¿Sufre de fiebre de actualización de dispositivos? Este proyecto puede ser la cura

Curing upgrade fever the Restart Project way. Image by RestartProject (CC BY-NC 2.0).

Curando la fiebre de actualización de dispositivos al estilo del proyecto Restart. Imagen por RestartProject (CC BY-NC 2.0).

Esta es la historia de cómo rescaté mi amor por la tecnología de las comunicaciones literalmente arremangándome. 

Desde que mi papá trajo a casa un Apple Macintosh—uno de los primeros modelos—he sido una usuaria entusiasta de tecnología. Mi hermano y yo usábamos MacPaint e imprimíamos nuestras obras de arte en una impresora de matriz de puntos. Luego vino el diseño de páginas y más tarde el blogueo. Comencé mi primer blog en 2001, en Timor Oriental, un nuevo país “en el fin del mundo”. Trabajaba en una vieja PowerBook, transfiriendo los posts al blog vía disquettes a la computadora en mi lugar de trabajo, que tenía conexión satelital con el mundo exterior.

Bloguear para mí era bastante similar a un fanzine. Lo que amaba de la actividad no era tanto el aspecto “muchos a muchos”, sino el “muchos a pocos”. Amaba escribir para las 12 personas en el mundo a las que les interesaban los mismos oscuros temas que a mí. Era una manera poderosa de conectarnos, todo posibilitado por computadoras e internet y a ninguna de las dos las daba por sentado.

Más tarde, llegó Twitter y me atrapó. Luego renuncié a mi trabajo diario y me convertí en una empleada independiente esclava del smartphone, constantemente frustrada por este dispositivo y sintiendo la presión de actualizarlo por cada nuevo modelo. Mi trabajo diario, en una ONG internacional para el desarrollo, ya me había sensibilizado acerca del modo absurdo en que en Europa y en Norteamérica devoramos y descartamos los aparatos. Trabajé durante años con gente en Asia, Latinoamérica y África que aprovechaban al máximo lo que tenían, con cuidadoso mantenimiento y restaurando sus equipos. Luego volvía a casa y veía a la misma gente que se negaba a recibir bolsas plásticas en el mercado reemplazando sus teléfonos celulares por otros más modernos cada nueve meses. 

Comencé a sentir una creciente inquietud respecto a los instrumentos que me habían proporcionado tanto placer, el sentimiento de estar conectado con amigos, familia y con extraños que piensan de manera similar en todo el mundo. Luego de décadas de amar la tecnología, me sentí obligada a hacer algo para cambiar mi propia conducta y probar cuántas personas me querían acompañar en el cambio.

Con mi amigo Ugo Vallauri comenzamos a organizar «Restart Parties» (Fiestas para arrancar de nuevo) en Londres que reunían a los más talentosos técnicos en reparaciones y arreglos y a frustrados propietarios de electrónicos. La idea no era ofrecer servicio de reparación gratuito sino capacitar a los dueños de los aparatos para que puedan abrir sus dispositivos, aprender cómo funcionan e intentar repararlos. En el proceso la gente aprendería a comprar aparatos pensando en la larga duración y a ser usuarios de tecnología más inteligentes.

En dos años, organizamos más de 55 eventos en bares, iglesias, galerías y centros comunitarios, generando un ahorro estimado de 895 kilogramos de basura. Más importante aún, descubrimos un enorme potencial para el cambio a nivel de las bases, sin el liderazgo de ningún gobierno, empresa «verde» o mega ONG.

A tablet and a hand blender get a new lease on life at a "Restart Party" in London, UK. Image by RestartParty (CC BY-NC 2.0).

Una tablet y una batidora manual vuelven a la vida en la «Fiesta para arrancar de nuevo» en Londres, UK. Imagen por RestartProject (CC BY-NC 2.0).

Nuestra inspiración para actuar provino del mismo lugar que nuestro blogueo, el interés en vivir y trabajar en el exterior. De hecho una inspiración clave fue el contacto con la cultura de reparar y reutilizar en lugares como Kenia y Brasil, donde aún hay profesionales que ganan dinero reparando todo clase de artefactos.

Una influencia más subconciente fue el “mutirão”, un grupo de personas donde cada uno aporta lo que puede a un esfuerzo colectivo. (El origen de la palabra fue rastreado hasta la palabra guaraní «motirô», aunque su etimología continúa siendo desconocida.) El mutirão se caracteriza por una estructura flexible. El liderazgo, si es que tal cosa existe, es fluido y no institucionalizado. A menudo, el mutirão puede ser convocado para solucionar un problema inmediato en común, por ejemplo para pintar una pared, limpiar un drenaje o construir viviendas o escuelas.

Otra influencia [en] es el educador y activista brasileño Paulo Freire y su énfasis en el aprendizaje transformador, dialógico. 

Hoy contamos con amigos en cinco países recreando nuestra idea y comenzando sus propias comunidades dedicadas a la reparación de electrónicos. Nuestros contactos en otros diez países están contentos de organizar sus propias «Fiestas para arrancar de nuevo». Esta explosión de actividad desde las bases fue posible gracias al poder social de internet, ya que fuimos compartiendo en línea cada paso de nuestro viaje [en]. Una gran parte de la tarea involucra difundir nuestros materiales, como fotografías [en] e instructivos de «cómo hacer», bajo licencia Creative Commons [en].

Las comunidades de reparación de electrónicos para nosotros son sólo el comienzo: nuestra misión es reparar nuestra relación con la electrónica. Nos gustaría hacer más para conectarnos con los servicios técnicos comerciales, probar nuevos modelos de negocios para la reparación y la reutilización, así como también trabajar con maestros, niños y padres para promover la conciencia crítica. También tenemos en mente compartir proyectos más revolucionarios, al estilo guerrilla. Y vamos a compartir cada paso en ese camino.

Bringing a toy bus back to life at a "Restart Party" in Brixton, London, UK. Image by RestartProject (CC BY-NC 2.0).

Trayendo de vuelta a la vida a un autobús de juguete en una «Fiesta para volver a arrancar» (Restart Party) en Brixton, Londres, UK. Imagen por RestartProject (CC BY-NC 2.0).

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.