En un artículo publicado en Global Post [en], Jaime Stark narra cómo en varios países de América Latina, se ha vuelto habitual usar vehículos aéreos no tripulados, conocidos como drones, para realizar informes de noticias. Sin embargo, en Estados Unidos está prohibido usar drones para coberturas periodísticas u otros fines other comerciales. Cuenta que:

[En Semana Santa en El Salvador], cientos de salvadoreños se reunieron afuera de la Iglesia El Calvario el Viernes Santo, y dos reporteros de Prensa Grafica evaluaban cómo poner en el aire su cámara en un vehículo aéreo no tripulado. Se apiñaron en torno a un control remoto, un teléfono celular enganchado como un visor y conexión inalámbrica de internet. Un reportero sostenía avión sobre su cabeza hasta que el otro aceleró los propulsores hacia el cielo con el control remoto, navegando por encima de los feligreses católicos y los calbes en el suelo.

Poco después, se unió un segundo drone, con lo que se duplicó la cobertura aérea y el sonido de avispón en la procesión de Semana Santa. La escena sugería un futuro mo muy distante cuando los vehículos no tripulados compitan por un espacio aéreo para fotos, al igual que los fotógrafos se disputan el mejor ángulo.