Mientras la vecina Ruanda es noticia por la conmemoración del genocidio de 1994 y la creciente tensión con Francia, Burundi se ve perjudicada por una ignorada crisis política y un brote de violencia [en] que de nuevo enfrenta a los hutus y los tutsis. Según Tshitenge Lubabu de Burundi, los actuales líderes políticos son la raíz de la crisis [fr] :
La plupart de nos dirigeants, bien ou mal élus, malgré de longues années de pouvoir, se sont illustrés par leur impéritie [..] Tous les mensonges sont bons pour confisquer le pouvoir. Quand leurs mandats, limités par la Constitution, arrivent à terme, des courtisans zélés, jamais repus, les supplient de ne pas partir. Comme si, sans eux, le soleil risquait de ne plus apparaître
La mayoría de nuestros dirigentes, bien o mal elegidos, a pesar de estar muchos años en el poder, se han distinguido por su incompetencia […]. Cualquier mentira vale para seguir en el poder. Cuando sus mandatos, limitados por la Constitución, llegan a su fin, sus afanados cortesanos, nunca satisfechos, les suplican que no se marchen. Como si, sin ellos, el sol ya no pudiera salir más.