El año 2013 ha sido un año duro para Túnez: dos políticos asesinados, protestas, fuerzas militares y de seguridad como blanco de grupos armados y una crisis política interminable.
El 6 de febrero, Chokri Belaid, alto dirigente de la oposición y crítico acérrimo de Islamistas de Túnez, fue asesinado a tiros a las puertas de su casa. Su familia acusó al partido islamista gobernante, el Partido del Renacimiento o Ennahdha, mientras que el gobierno culpaba a Ansar al-Sharia.
Mientras se difundía la noticia del asesinato de Belaid, los opositores asaltaban las calles de Túnez, se enfrentaban a la policía e incendiaban las oficinas de Ennahdha.
El Día de la República [25 de julio], de nuevo se iniciaron protestas contra el gobierno en el país como consecuencia del segundo asesinato en un periodo inferior a seis meses. Mohamed Brahmi, un miembro de la oposición en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), fue asesinado a tiros a las puertas de su casa en pleno día. Tanto la familia de Brahmi como la oposición culparon a Ennahdha. El partido negó cualquier implicación.
Después del asesinato de Brahmi se iniciaron nuevas protestas y Túnez se hundió en una crisis política que duró meses.
En 2013, Túnez también fue testigo de un aumento de la presencia de grupos armados que tenían como objetivo a las fuerzas militares y de seguridad. A lo largo del año, las autoridades tunecinas han estado buscando a estos grupos en la región montañosa de Chaambi, a unos 290 kilómetros de la capital, Tunis, donde las explosiones de minas dejaron atrás un recuento muy numeroso de heridos y muertos entre militares y policías.
El 30 de julio, ocho soldados fueron asesinados en una emboscada en Chaambi, atentado que conllevó una fuerte conmoción para el país.
El último agosto, el gobierno tunecino nombró al movimiento Ansar al-Sharia Tunisia (AST) «organización terrorista» responsable del asesinato de Belaid y Brahmi y de estar vinculado a los grupos armados que habían actuado en Chaambi. AST es un grupo islamista radical que exige la puesta en funcionamiento de la ley islámica en Túnez.
En octubre, ocho agentes de seguridad también fueron asesinados durante diferentes altercados con pistoleros en Sidi Ali Ben Aoun (provincia de Sidi Bouzid) y Gboullat (provincia de Beja). Ese mismo mes, un terrorista suicida se inmoló en una playa en la ciudad turística de Susa. El terrorista suicida se mató solo y no dejó muertos ni heridos.
Mientras 2013 llegaba a su final se nombraba a Mehdi Jomma, Ministro de Industria de la coalición tripartita del gobierno actual, nuevo Primer Ministro tras una serie de conversaciones entre el gobierno y la oposición.
Mientras tanto, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) está planteándose adoptar una constitución y crear una comisión electoral que se ocupe de organizar las elecciones presidenciales y parlamentarias a mediados de enero. ¿Traerá 2014 el final de la crisis política tunecina y coronará a la transición democrática prolongada durante tres años con unas elecciones libres y justas? Solo el tiempo lo dirá.