Sonia Garro ha estado encarcelada en Cuba por más de un año. Ella es integrante de las controversiales Damas de Blanco, un grupo de mujeres activistas a favor de la liberación de prisioneros políticos en Cuba. Garro y su esposo fueron apresados en un violento allanamiento de la policía a su casa en la primavera de 2012. Estuvo en prisión durante varios meses antes de recibir acusación formal alguna. Originalmente se le acusó por «terrorismo», y ahora a Garro se le imputa por atentado, desorden público y asesinato en grado de tentativa contra uno de los policías relacionados con el allanamiento.

Sonia Garro Alfonso por Tracey Eaton en Vimeo.

La periodista y activista por la transparencia Tracey Eaton entrevistó a Garro en 2012.

La ideología quema, pero la información es escasa
Los casos como el de Garro son difíciles de seguir en ambos lados del Estrecho de la Florida. Los medios estatales de Cuba representan a los críticos serios del gobierno como «mercenarios» financiados por el dinero del gobierno de los Estados Unidos, mientras que los canales estadounidenses regularmente aseguran que todos los cubanos viven con el cerebro lavado por el gobierno de Castro o que están sometidos a una idea enferma de libertad. Ninguno de los lados convence particularmente. 

Es difícil encontrar la razón de la prisión de Garro y la causa del allanamiento en su hogar. Los medios estatales cubanos Granma y Cubadebate no han dicho una palabra sobre su caso. Redes disidentes y medios extranjeros [en] reportan que Garro ha sido una activa partidaria de la oposición desde 2009: sus actividades incluyen desde iniciar un centro comunitario independiente a unirse a las Damas de Blanco, un grupo conocido por recibir fondos del gobierno de Estados Unidos. Para los ciudadanos, es ilegal recibir apoyo financiero de las agencias del gobierno estadounidense -esto podría ser una justificación para su arresto dentro de Cuba, a pesar de lo cuestionable de la medida según el marco internacional de derechos humanos. Pero Garro es una de varias mujeres relacionadas con las Damas de Blanco. Puede que haya un motivo específico sobre sus actividades que condujeron al allanamiento en la casa.

Lamentablemente, hay poca transparencia sobre los procesos judiciales en Cuba, por lo que las órdenes de búsqueda y captura, imputaciones y documentos relacionados no están disponibles para el público. De cualquier forma, el largo período en el que la activista estuvo presa sin acusación sugiere que posiblemente no hay una causa legal sólida para su encarcelamiento. Sin más información, parece que Sonia Garro está en prisión debido a sus actividades políticas.

¿Cruzó la raya?
En un artículo para Diario de Cuba, Ivan García escribió:

Aunque nadie conoce a ciencia cierta cuál es la delgada línea que separa lo permisivo de aquello que el Gobierno considera delito. Sonia Garro tampoco lo sabe. Ella está convencida de que solo reclamaba sus derechos.

En las populares conceptualizaciones del discurso político de Cuba, sus autores se refieren frecuentemente a la «línea» que menciona García. Este concepto puede ser problemático en diferentes ocasiones, pero cuando se trata de apoyo financiero, la ubicación del proverbial término es tan clara como el día.

Tras cruzar esta línea, uno se convierte en un «gusano» o traidor, sospechoso de comportamiento subversivo. Aquellos que cruzan la línea se arriesgan a perder sus trabajos, perder los vínculos con familia y amigos, a ser acosados por partidarios del gobierno y algunas veces a acciones legales. ¿Están activas las Damas por sus creencias políticas o sobre todo por ganancia monetaria? ¿Están trabajando por las dos causas? Es difícil saberlo.

Algunos cubanos evitan los inconvenientes políticos de este paradigma y limitan sus críticas a áreas de políticas públicas y regulaciones, no a la ideología. Pero otros, aquellos cuyas vidas han cambiado definitivamente por castigos severos debido a actividad política o crímenes pequeños (por igual), generalmente están más dispuestos a sufrir las consecuencias de hacer críticas amplias y duras al sistema y de aceptar ayudas del exterior que contribuyan con su sustento (a pesar que esto último pueda marginar a estas personas dentro de la sociedad). Sonia Garro asumió riesgos enormes al relacionarse con actividades antigobierno y unirse a las Damas. Y ahora está pagando un precio grande por ello.