Como no hay teléfono de emergencias, Kenia pide ayuda por Twitter

Philip Ogola - Cruz roja de Kenia

Philip Ogola dirige el centro de medios sociales de la Cruz roja de Kenia desde su despacho en Nairobi. Foto de Valerie Hamilton (utilizada con permiso de PRI.org)

Este artículo y el informe radiofónico [en] de Valerie Hamilton para The World aparecieron originalmente en PRI.org [en] el 24 de setiembre de 2013, y se reproduce como parte de un acuerdo de uso compartido de contenidos.

Cuando los pistoleros de al-Shabab atacaron el centro comercial Westgate en Nairobi, Philip Ogola se puso en marcha… con un tuit.

PELIGRO: Eviten el @WestgateMallKe en Weslands informan de un violento tiroteo ambulancia de #RedCross [cruz roja] @EMS_Kenya en el lugar ^PO

Ogola dirige el centro de medios sociales de la Cruz Roja de Kenia, un compendio de pantallas de ordenador en el cuartel general de la Cruz Roja en Nairobi. Allí es donde lo visité a principios de este mes, antes de los ataques.

En el último año, Ogolo ha convertido los medios sociales de la Cruz Roja de Kenia en un 911 virtual [911 es el número de teléfono de emergencias en EE.UU.], recabando información sobre emergencias y publicando boletines sobre seguridad 24 horas al día.

«Es asombrosa la cantidad de información que consigo en la red» dice Ogola. «Consigues la ubicación exacta del incidente, fotos, número de heridos y dónde se encuentran. Antes era francamente difícil».

Ogola dice que ha ayudado a coordinar la respuesta a cientos de emergencias, conectando con usuarios de medios sociales en el lugar y con servicios de emergencias de todo el país. Todo ello con la ayuda de ciudadanos corrientes y sus teléfonos móviles.

«Los keniatas pensaron, «eh, es cierto que puedo salvar la vida de alguien pulsando un botón», dice. «Y se hizo viral»»

Así es como funciona: alguien ve un accidente, un tiroteo o un incendio; lo tuitea, lo dice en Facebook o envía un mensaje a la Cruz Roja de Kenia. Ogola rastrea la nube, escaneando los medios sociales a la búsqueda de fotos, etiquetas de ubicación y cualquier información sobre el mismo incidente. A los pocos minutos, entrega toda esa información a los primeros servicios de socorro que lleguen al lugar.

«Si nos llega un tuit de seguridad se lo reenviamos a la policía. Si recibimos una alerta por el incendio de un edificio, se lo reenviamos a los bomberos, y llamamos a un equipo de apoyo» dice Ogola. «Lo cierto es que nos hemos convertido en la herramienta de información para todo tipo de incidentes. Nunca habíamos tenido una herramienta de información en Kenia».

Los servicios kenianos de emergencia sufren un notorio abandono. Lo que comenzó como un pequeño fuego en el aeropuerto internacional de Jomo Kenyatta este verano, acabó reduciendo a cenizas toda una terminal antes que los bomberos lo pudieran controlar. No hay un número nacional de emergencias como el 911 para crisis médicas, ni un plan nacional integral de desastres.

Pero cientos de kenianos están conectados con los medios sociales de la Cruz Roja a través de sus teléfonos móviles, Twitter y servicios de mensajería. A menudo, en las emergencias, la primera llamada que hacen es a la Cruz Roja.

«Incluso el gobierno recurre a veces a nosotros en lugar de poner en marcha sus propios sistemas», dice Joanne Gitau, coordinadora de ambulancias del servicio técnico de emergencias de la Cruz Roja, «sobre todo cuando las emergencias son a gran escala».

El ataque terrorista al centro comercial de Westgate ha sido la mayor crisis en Kenia desde las bombas en las embajadas de 1998. La cruz roja y los medios sociales han estado en primera fila. Unos días después del ataque, Philip Ogola me habló a través de Skype de la gente que estuvo atrapada dentro, tuiteando a la Cruz Roja para pedir ayuda

«Me llegaban tuits de personas escondidas en el aparcamiento del sótano. Me llegaban tuits de los heridos. Me llegaban tuits de personas que estaban escondidas en el edificio», dijo. «Me llegaban tuits del público diciendo «mi madre está dentro»»

Ogola hizo circular la etiqueta #RedCrossTrace para reunir los tuits que llegaban del Westgate con los familiares preocupados de fuera. Desde su iPad, en la estación de triaje en el exterior del centro comercial, publicó información sobre las víctimas, primeros auxilios, personas desaparecidas y servicios de asesoramiento psicológico, y ayudó a organizar una campaña de donación de sangre en todo el país.

Ahora, Twitter se ha llenado de comentarios que lo llaman héroe. Él dice que no podría haber hecho gran cosa sin los medios sociales.

«Haría sido totalmente imposible hacerse con la situación sobre el terreno, conocer las necesidades de la gente, incluso publicar información de lo que necesitábamos nosotros. Para mí fue sencillo tuitear y decir «Eh, chicos, necesitamos jeringas, gasas, agua». Y las ondas se expandieron de forma instantánea».

La Cruz Roja de Kenia tiene más de 100 000 seguidores en Twitter, y 26 000 en Facebook. En un día normal, según dice Ogola, sus comentarios llegan a 5 millones de personas.

Desde el ataque al Westgate, dice, se han hecho virales, alcanzando los 50 millones de personas en todo el mundo.

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