Víctor Jara: 40 años sin justicia, pero con mucho rock

Foto de Gerardo Espíndola

Foto de Gerardo Espíndola

La noche del 15 de septiembre de 1973, Víctor Jara fue sacado de la fila que llevaba a un grupo de prisioneros del Estadio Chile al Estadio Nacional. Fue la última vez que se le vio con vida por personas que no fueran militares; a la mañana del 16 de septiembre, su cuerpo apareció acribillado junto a otras 6 víctimas en las afueras del Cementerio General.

Pasaron tres décadas para que la Justicia Chilena identificara a los 8 militares involucrados y actualmente pide al Gobierno de Estados Unidos la extradición de uno de ellos. De las armas de estos militares salieron 44 balas que asesinaron a Víctor Jara; sin embargo, el legado del cantor del campo se transformó en leyenda para Chile y hoy, 40 años después de la masacre, es referente obligado para el pensamiento musical en el mundo.

Es Chile en 2013. En su primer concierto en el país, el rockero Bruce Springsteen interrumpió su repertorio para interpretar “Manifiesto”, una de las canciones más simbólicas de Jara. Homenaje de creador a creador, como sello de lo universal que resulta el trabajo del artista chileno, “si eres un músico político, Víctor Jara continúa siendo una gran expresión”, dijo el músico.

“Yo no canto por cantar, ni por tener buena voz. Canto porque la guitarra tiene sentido y razón. Tiene corazón de tierra y alas de palomita. Es como el agua bendita, santigua glorias y penas” (Manifiesto).

Y es que las letras de este Chile íntimo del que habla Jara rompieron las fronteras con más fuerza tras su asesinato. El 22 de septiembre de 1973, el astrónomo soviético Nikolái Stepánovich Chernyj descubrió el asteroide 2644 que orbita el sol en nuestro sistema y lo bautizó como Víctor Jara, conmovido por su reciente y brutal crimen.

Ya su nombre es una estrella en el cielo. Una estrella de rock. Uno de los más rebeldes de los rockeros del mundo, según lo clasificó la revista Rolling Stone en junio de 2013, cuando publicó en su edición “15 rock & roll rebels” [en], y lo ubicó junto a Nirvana, Jerry Lee Lewis y Sex Pistols, entre otros:

The love and justice songs of Chilean folk singer Victor Jara were apparently so threatening to the military leaders who staged the nation's 1973 coup that they had to murder him.

El amor y la justicia en las canciones del folklore chileno del cantante Víctor Jara fueron aparentemente tan amenazantes para los líderes militares que protagonizaron el golpe de 1973, que tuvieron que matarlo.

Mural de Victor Jara en Santiago, Chile. Foto de Gerarado Espíndola.

Mural de Victor Jara en Santiago, Chile. Foto de Gerardo Espíndola.

«¿Dónde está el rock en Víctor Jara?», preguntarán algunos. En toda su obra. Un ejemplo es su grabación de “El Derecho de Vivir en Paz”, que incluyó la guitarra eléctrica, acompañado del grupo de rock Los Blops. Para muchos, este instrumento era un símbolo del imperialismo norteamericano, para Jara una suma más en su creación.

En su faceta como director de teatro, Víctor Jara adaptó y dirigió la obra Viet Rock, el musical de Megan Terry [en], dando vuelta la mirada del musical hacia un discurso pro vietnamita por sobre el discurso norteamericano. Joan Jara, su esposa, fue la coreógrafa de la obra. En una entrevista publicada por el blog Palabra Callejera, ella indica que:

El rock estaba como en el movimiento de la producción de algunas cosas, tremendamente movido… Víctor era un gran coreógrafo, y se movía en la acción en toda la sala, y eso digamos es el espíritu rock, yo creo que es el espíritu rock que se produjo ahí.

Jara Universal

“Habla de tu aldea y serás universal” dijo Tolstoi. Víctor Jara hace patente de la cita. Folclore y rock para la creación mundial. Como el poema [en] del escritor inglés Adrian Mitchell [en], que escribió tras la muerte de Víctor y entregó a Joan Jara cuando ésta visitó Inglaterra. Versos que más tarde fueron leídos por ella en un concierto a beneficio de las víctimas de la dictadura chilena, organizado por el cantante norteamericano Phil Ochs en Estados Unidos. Ochs conoció a Víctor en un viaje a Chile años antes, donde dieron un concierto juntos para los mineros del cobre.

El poema se transformó en canción del folk norteamericano, en voz de Arlo Guthrie, quien también participó del evento solidario donde oyó la declamación.

Desde 1973 en adelante se han realizado más de 10 documentales y cintas sobre Víctor Jara en países como Francia, Alemania, España, Estados Unidos y Chile. Músicos como Bob Dilan, Joan Baez, Astor Piazzola y Los Fabulosos Cadillac, entre otros, han demostrado su admiración.

Funeral de Víctor Jara diciembre de 2009, foto de  Gerardo Espíndola

Funeral de Víctor Jara diciembre de 2009, foto de
Gerardo Espíndola

El legado de Víctor Jara trasciende más allá de las fronteras, como el eco de justicia universal que hoy exige la extradición del ex oficial del Ejército chileno Pedro Pablo Barrientos desde Estados Unidos. Éste debe ser enjuiciado en Chile, debiendo volver a su patria a enfrentar el crimen del músico.

Las manos de Víctor Jara no sangraron como las de un rockero en la pasión del rasguear su guitarra, las manos de Jara fueron destruidas con la culata de un arma de un soldado. Sangrante lo obligaron a cantar y cantó –40 años después, su voz sigue rockeando

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