Cientos arrestados por difundir «rumores» sobre el campo de batalla ideológico chino

El presidente chino, Xi Jinping, quiere que el control ideológico [zh] sea la prioridad número uno del Partido Comunista de China en los próximos meses. El 19 de agosto, en una reunión de jefes de propaganda del partido, responsables de supervisar los principales medios de comunicación en línea y fuera de línea, Xi ordenó [en] al aparato de propaganda del PCC construir «un fuerte ejército en Internet» para «tomar el terreno de los nuevos medios».

«El [punto] más impresionante es que Xi dijo que el Partido Comunista debe ser combativo, en lugar de ser pasivo, y debe librar una guerra para ganarse la opinión pública» dijo un experto en medios al South China Morning Post [en] de Hong Kong, a condición de mantener el anonimato.

Bajo esta iniciativa, los censores del gobierno se centrarán en la eliminación de «rumores» en linea. Esto puede marcar una nueva era, aún más difícil para los usuarios de Internet en China, donde cualquier tipo de información que no proviene de los canales oficiales del gobierno puede considerarse un rumor.

Y la represión ya está en marcha. El activista chino Wen Yunchao ha documentado [zh] más de 42 redadas de internautas desde el 20 de agosto. Dos semanas después del anuncio, más de 450 internautas habían sido arrestados y puestos bajo detención administrativa. Algunos afrontan cargos de provocar disturbios, chantaje e inventar hechos.

Los detenidos no son sólo disidentes políticos tradicionales ─ van desde líderes de opinión en línea a propietarios de negocios en línea independientes. A continuación destacamos algunos casos emblemáticos.

Lego art based on Tiananmen Square massacre. Photo by Eric Constantineau. (CC BY-NC 2.0)

Arte Lego basado en la masacre de Tiananmén. Foto de Eric Constantineau. (CC BY-NC 2.0)

Erradicar ‘las marinas de guerra de Internet’

La guerra de Xi Jinping por hacerse con el terreno de los nuevos medios se puso en marcha de inmediato, con el arresto de dos conocidas personalidades de Sina Weibo [en] Qin Huohuo (Qin Zhhui) y Lierchasi (Yang Xiuyu) el 20 de agosto en Pekín. El canal de la Televisión Central de China y los principales periódicos informaron sobre la detención, haciendo hincapié en un negocio de marketing en línea que los dos hombres dirigían, que implicaba inventar escándalos en línea, escribir comentarios difamatorios, borrar comentarios negativos y difundir rumores.

En empresas de este tipo, conocidas como marinas de guerra de Internet [en], empresas de marketing en línea moldean la opinión pública, por lo general sobre determinados productos comerciales. Para aumentar su influencia, las ‘marinas’ tienden a difundir historias sensacionalistas que no siguen la línea del partido.

Qin y Yang admitieron haber participado en el desarrollo y distribución de historias virales sobre el escándalo de la Cruz Roja China [en] y un accidente de tren en Wenzhou [en] que ocurrió en 2011. Aunque la historia de la colisión de trenes fue ampliamente difundida por los medios de comunicación oficiales, Qin y Yang añadieron detalles polémicos y sin fundamento en sus informes, como los 30 millones de euros de indemnización concedida a la familia de una victima italiana [en] de la colisión.

El caso más reciente que les metió en problemas implicaba una historia ficticia que atacaba al modelo a imitar de la propaganda del Partido Comunista de China, Lei Feng. Al comentar la imagen de Lei, Qin dijo [zh]:

En 1959, la chaqueta de cuero de Lei Feng, los pantalones de lana, las botas de cuero le habrían costado 90 yuanes, ¡pero su salario mensual era sólo 6 yuanes!

A diferencia de otros escándalos de carácter no político, esta historia de Lei Feng se considera de carácter político, ya que empaña la imagen del modelo del Partido para los jóvenes, un área importante en el campo de batalla ideológico. Qin y Yang fueron acusados ​​de provocar «disturbios» y «dirigir un negocio ilegal». Sus arrestos fijaron el estándar para unidades policiales en todo el país para acabar con las ‘marinas de guerra’ de gestión privada. Una vez que estas empresas sean eliminadas​​, los críticos creen que el partido de los 50 centavos del PCC, un grupo de comentaristas de opinión en línea contratados por el PCC para canalizar la opinión pública, monopolizará el sector de las ‘marinas de guerra’.

Las relaciones comerciales de Qin y Yang no les han hecho ganarse demasiada simpatía pública y pocos se han puesto en pie para defenderles. La guerra del PCC contra otros disidentes en línea─los líderes de opinión individuales que son críticos con el gobierno chino─ ha ganado así legitimidad.

¿Se han vuelto locos los líderes de opinión?

El 10 de agosto, la Oficina Estatal de Información en Internet (IIO, por sus siglas en inglés) organizó un foro público con famosos líderes de opinión, donde les coaccionó a aceptar una serie de pautas de autocensura (las denominadas «líneas de base» en la terminología oficial). Los que se negaron a ser controlados ya han sido amenazados con procesamiento por otros delitos. El empresario y destacado comentarista en línea Charles Xue, que se negó a respetar las líneas de base, fue detenido poco después bajo cargos de solicitar servicios de prostitución. Esto, sin duda, ha tenido un efecto negativo para los líderes de opinión en línea.

Por si la amenaza no fuese suficientemente clara, varios editoriales publicados en medios de comunicación controlados por el Estado han advertido [zh] a otros líderes de opinión en línea que deben adherirse a las líneas de base si quieren evitar acabar ellos como Charles Xue.

Insultar a héroes del Partido Comunista

El enjuiciamiento de Qin y Yan indicó que las historias imaginarias e irrespetuosas sobre héroes del PCC se consideran «rumores». Aparte de la parodia de Qin sobre Lei Feng, un internauta de Guangzhou fue detenido por publicar un relato ficiticio de Los cinco héroes de la montaña Lang Ya [zh], una historia de propaganda del PCC sobre la guerra contra el Japón. El internauta escribió [zh] en Sina Weibo que los cinco héroes, normalmente retratados de forma positiva, en realidad eran matones en su pueblo. Luchaban contra los japoneses porque los pobladores locales pidieron a los soldados japoneses que les expulsaran de la aldea. El internauta fue castigado sin juicio previo con una detención administrativa de una semana el 30 de agosto.

Vigilancia de la corrupción en línea, difamación y testimonios no confirmados

Con más y más periodistas e internautas recurriendo a los medios sociales para denunciar la corrupción [en], se han convertido en objetivos principales en el campo de batalla ideológico del gobierno. En un ejemplo, el periodista de Pekín, Liu Fu, fue acusado de «provocar disturbios». Antes de su detención, Liu publicó en Weibo denuncias de conducta corrupta de Ma Zhengqi, subdirector de la Administración Estatal de Industria y Comercio del país. Liu Fu ha puesto al descubierto una serie de casos de corrupción a través de su labor periodística y en la mayoría de los casos, los funcionarios en cuestión han sido declarados culpables.

También han sido arrestados internautas que escriben comentarios difamatorios sobre testimonios individuales y no confirmados de peleas callejeras, accidentes y actividades ilegales como la extracción de riñones.

Esta no es la primera vez que el PCC ha hecho campaña contra los rumores en línea. Pero los líderes de opinión de una gran variedad de puntos de vista se han pronunciado en contra de la definición abusiva de «rumor», con muchos argumentando que la mejor manera de combatir los rumores es defender la libertad de expresión y dejar que el público vea la verdad. Pero ahora el PCC ha cambiado su táctica, atacando a empresas y líderes de opinión al señalar actividades del pasado en el caso de Qin y Yang y exhibir la participación de Charles Xue en prostitución. El efecto negativo es generalizado. Junto con los filtros de medios sociales y un flujo constante de eliminación de contenido en línea, es cada vez más difícil encontrar opiniones disidentes en línea. Por ahora, parece que el PCC ha ganado ventaja en la batalla ideológica.

1 comentario

  • La televisión sigue la misma línea, aproximadamente 2.262 canales deben transmitir obligatoriamente propaganda política cuando el Partido así lo requiera, y si percibieron alguna vez subsidios por parte del PCC, algo común en el sistema, deben devolverlos por partida doble apenas hayan alcanzado un relativo éxito “empresarial”. Además, siendo las cadenas de televisión los infalibles aparatos de control del Estado –porque en un país cuya sociedad con bajos niveles de formación educativa prefiere informarse por medio del televisor que leyendo el periódico– el régimen presta mucha atención a los contenidos que se emiten, o lo que oficialmente se diría, cuida de preservar la “armonía” en la sociedad china.

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