Miedo y censura en el Huffington Post ruso

PublicPost, una página web de noticias que durante un tiempo aspiraba a convertirse en el Huffington Post ruso, vio su fin el mes pasado [ru] al convertirse en el último de una serie de medios de comunicación innovadores en ser cerrados este año en la red. Fundado en 2011 y financiado por una colaboración entre la agencia pública de noticias Interfax, el banco Sberbank y el redactor jefe de Echo Moskvy, Alexey Venediktov, PublicPost intentaba mantenerse imparcial en su cobertura política combinando blogs independientes y regionales con reportajes originales. Cuando se publicó la noticia de su inminente cierre en junio de 2013, el redactor jefe interino de PublicPost declaró [ru] que el proyecto no estaba cumpliendo con sus expectativas y el director general afirmó que la razón era puramente económica: no había suficientes visitas diarias [ru] para mantener la financiación.

PublicPost is shut down completely, not even an archive remains.

PublicPost se ha cerrado por completo. No queda ni un solo archivo.

Con ello, PublicPost se une al grupo de las recientemente clausuradas Openspace.ru y Russkaya Zhizn’ [ru], así como Bolshoi Gorod [ru], que perdió gran parte de su financiación y equipo editorial pero técnicamente aún sigue operativa. La similitud entre estos proyectos radica en que aparentemente fueron cerrados por razones financieras pero con fundamentos políticos que han sido negados vehementemente por los inversores. También se asemejan en que a pesar de que se reivindique lo contrario, el cierre de éstas ha suscitado una miríada de teorías que afirman que la política es de alguna manera la culpable.

Ello no quiere decir que algunos analistas no vean a PublicPost como parte de una tendencia global. Para el periodista Andrey Miroshnichenko, que escribe [ru] en Slon.ru, PublicPost es sólo un síntoma de una desinversión generalizada de los nuevos medios de comunicación; una desinversión causada a partes iguales por la falta de dinero, la falta de interés y la falta de éxito. El optimismo de los años posteriores a la crisis (2009 y 2010), cuando se comenzaron a realizar muchas de estas inversiones, se ha esfumado y ahora:

Праздник кончился, гирлянду тушат. Для отрасли это тоже грустно, конечно. Где теперь бюджеты? Нет теперь бюджетов. А рынка и подавно нет – с него живут единицы. Что остается? Украина, корпоративные медиа, погружение в ил до следующего цикла.

La fiesta ha terminado, las luces se están apagando. Malas noticias para la industria, por supuesto. ¿Dónde están los presupuestos ahora? Ahora no hay presupuestos. Y lo que es más, no existe un mercado [real] [para los medios innovadores] – siendo capaz de mantener a unos pocos individuos como mucho. ¿Qué es lo que queda? The Ukraine, medio corporativo, sumergido en el barro hasta el próximo ciclo.

El bloguero pro gobierno Dan Bialik opinaba [ru] que la verdadera razón era el modelo de negocio imperfecto de PublicPost:

[…] пабликпоц основывался не на «юзер дженерейтед контент», а на обычном пиздинге. А по сути, дублировал так называемые «блоги Эха Москвы», которые тоже всего лишь копии других блогов, и не всегда даже с ведома их авторов. В общем, гавно засохло и вонять перестало, не о чем жалеть совершенно.

[…] publicpotz [sic] no estaba basado en «contenido creado por usuarios», sino en el p*to robo común y corriente. Y en esencia, copiaba a los llamados «blogs Echo Moskvy», que son también simples copias de otros blogs, en ocasiones sin permiso de los autores. En resumen, la mierda se ha secado y ha dejado de apestar, ya no hay nada por lo que enojarse.

El antiguo redactor jefe de PublicPost, Nikolai Klimeniuk, contaba una historia completamente diferente en una larguísima publicación [ru] en su página de Facebook. El proyecto iba bien hasta que perdió el ritmo en enero de 2013 cuando se restringió su política editorial y se congelaron las contrataciones. Según Klimeniuk, la razón fue que:

[…] что проект воспринимался как резко антипутинский. Генеральный директор PublicPost, он же – заместитель гендиректора Интерфакса Алексей Горшков, объясняя ситуацию, использовал именно это выражение, а не например, «либеральный», «критический» или «оппозиционный». […] с какого-то момента подчиненные Грефа обращать его внимание на «антипутинские» материалы на PublicPost – в основном это были ругательные блоги […]

[…] el proyecto fue acogido como fuertemente anti Putin. El director general de PublicPost, Alexey Gorshkov, quien también resulta ser el subdirector general de Interfax, utilizó específicamente esta expresión [anti Putin] al describir la situación y no, por ejemplo, «liberal», «crítica» u «opositora». […] en algún momento, los subordinados de [el director de Sberbank, German] Gref comenzaron a fijarse en los contenidos «anti-Putin» que aparecían en PublicPost – la mayor parte de ellos eran blogs ofensivos […]

Esto, a su vez, era debido a la lucha interna en la administración del Kremlin originada por los intentos de Vyacheslav Volodin de controlar los medios de comunicación públicos, incluyendo la agencia de noticias Interfax:

PublicPost, по всей видимости, оказался слабым местом одновременно Грефа и Интерфакса. Из разговоров с людьми, информированными о ситуации, у меня сложилась такая картина: Грефу лично делали выговоры за PublicPost Медведев, Сергей Иванов и Володин. […] Путину приносили распечатки ругательных материалов про него.

Al parecer, PublicPost resultó ser el talón de Aquiles tanto para Gref como para Interfax. Tras hablar con personas que poseen información interna, obtuve la siguiente descripción: Gref recibía una reprimenda personal de Medvedev, Sergey Ivanov y Volodin. […] Putin recibió copias de contenidos ofensivos hacia él.

El detonante, sin embargo, no fue un blog, sino un artículo sobre la posible jubilación de los jefes de las tres cadenas principales de televisión rusas y los cambios de personal en los medios de comunicación públicos y en la administración presidencial. Fue ese artículo, comenta Klimeniuk, el que ocasionó esa intromisión tan clara en la política editorial de PublicPost:

PublicPost было строго запрещено впредь писать про госмедиа. Рекомендовалось по возможности не писать ничего, при невозможности – ничего острого про первых лиц (Медведева и Путина). […] Не использовать выражения «закон подлецов», «марш против палачей», «антисиротский закон» и т.п., а использовать только политически нейтральные выражения […] Рекомендовалось не трогать РПЦ. […] Было дано (и исполнено) указание стереть все «антипутинские» блоги.

PublicPost tenía prohibido escribir sobre los medios de comunicación públicos. Se recomendaba no escribir nada, o al menos nada mordaz, sobre los mandatarios (Putin y Medvedev). […] No utilizar expresiones como «ley de sinvergüenzas», «protesta contra carniceros», «ley anti huérfanos», etc., sino sólo un lenguaje políticamente neutral. […] Se recomendaba no tocar a la Iglesia Ortodoxa rusa. […] Recibimos (y llevamos a cabo) una directiva para borrar todos los blogs «anti Putin».

La usuaria de Facebook Natalia Konradova tenía una versión ligeramente diferente [ru] sobre la gota que finalmente colmó el vaso, según la cual culpa a los blogueros de PublicPost en lugar de a su cobertura original (es cierto que su información no es de primera mano):

какой-то мудак написал блог с заголовком, в котором были слова «Путин» и «мудак»

algún imbécil escribió un blog con un título que incluía las palabras «Putin» e «imbécil»

Independientemente de la posible razón, PublicPost borró numerosos blogs personales de su página web y su política de moderación se volvió incluso más estricta. Anastasiya Mironova, antigua colaboradora de PublicPost, sufrió la nueva política de primera mano [ru]:

[…] вдруг они перестали публиковать мои блоги и заказывать мне репортажи. У меня появилось подозрение на цензуру […] Посты не принимали под предлогом сменивлшейся политики сайта, которая предполагает лишь репортажный материал в блогах.

[…] de repente dejaron de publicar mis blogs y de pedirme fragmentos. Empecé a sospechar que fuera censura […] No se aceptaban mis publicaciones con el pretexto de la nueva política del sitio, la cual aceptaba sólo cobertura informativa [en contraposición con opinión] en los blogs.

Al final, ninguno de los acuerdos funcionó; tras varios meses la publicación fue cerrada. La diferencia es que terminó con un sabor amargo, un sentimiento claramente visible en este comentario [ru] de Mironova:

Не исключено, что среди тех мудаков, которые написали про Путина, была и я. Однако же блоги премодерировались полностью, так что еще неизвестно, кто мудак…

Es posible que yo me encontrara entre los imbéciles que escribieron sobre Putin, pero los blogs estaban completamente moderados, así que no está tan claro quién es el imbécil aquí…

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