Dos periódicos ugandeses vuelven a abrir tras cierre por la policía

Uganda ha permitido a dos periódicos volver a abrir tras un enfrentamiento de once días entre el Gobierno y los medios de comunicación debido a una carta muy polémica sobre un plan para preparar al hijo mayor del Presidente Yoweri Museveni para que sucediera al líder con veintisiete años en el poder.

El 20 de mayo de 2013, la policía cerró [en] el Red Pepper [en] y el Daily Monitor [en], después de que informaran sobre una carta escrita por el coordinador de servicios de inteligencia del país al jefe de la agencia de contrainteligencia, pidiendo que investigara el plan de sucesión, conocido como el Proyecto Muhoozi, y unas alegaciones de que se pretende asesinar a los oponentes al mismo.

El cierre del Daily Monitor también afectó a dos emisoras de radio, 90.4 Dembe FM y 93.3 KFM, que se localizan en el mismo edificio de Namuwonga, en los suburbios de Kampala, la capital de Uganda.

El cierre de los periódicos provocó manifestaciones por todo el país a favor de la libertad de los medios. La policía de Uganda reaccionó [en] utilizando gas lacrimógeno y arrestando a algunos manifestantes.

El 26 de mayo de 2013, el Presidente se reunió con la dirección del grupo de medios de comunicación Nation Media Group, que es el dueño del Daily Monitor, para discutir el asunto. Después, el Gobierno emitió una declaración [en] diciendo que Nation Media Group «sentía mucho haber publicado la historia que causó el cierre del periódico Daily Monitor y de las emisoras KFM y Dembe Radio», y que había acordado «sólo publicar historias con fuentes fiables que hayan sido verificadas».

Cinco días más tarde, las sedes de estos medios volvieron a abrir sus puertas [en] y les fue permitido continuar con su trabajo.

Head Of security at Daily Monitor opens the door after the reopening. Photo from Daily Monitor official Facebook page

Jefe de seguridad del Daily Monitor abriendo sus puertas tras el cierre. Fotografía de la página oficial de Facebook del Daily Monitor

El Daily Monitor dijo [eng] en un artículo de opinión que estaban encantados de volver, puesto que el cierre había traído problemas al personal, a las familias, a los distribuidores, a los vendedores y a muchos otros. Enfatizaron en el hecho de que una prensa libre es algo esencial para un país que pretende crecer de forma pacífica.

No obstante, muchas personas aún piensan que el Gobierno no ha sabido gestionar la situación y que el cierre de estas empresas de comunicación ha establecido un mal precedente para el futuro de la libertad de prensa en Uganda.

Mugumya, periodista y bloguero ugandés escribió [eng] en su blog que los once días de cierre han sido el período más oscuro de los medios de comunicación de Uganda:

Me gustaría aclarar unas cuantas cosas. Al contrario de lo que han dicho muchos en las redes sociales, los acuerdos de algunas organizaciones de medios de comunicación no debilitan a los medios de Uganda.

El asedio ha debilitado a los medios pero los daños son sobretodo financieros y no son tan graves.

No son situaciones como el cierre de medios de comunicación las que se acaban con las empresas, es su ausencia y la incapacidad de aprender la lección.

Estoy convencido de que ninguna empresa de comunicación tendrá problemas para recuperarse a nivel financiero de este bache.

Por otro lado, los acuerdos que tienen con el Gobierno dan una nueva vida a los medios, para nada debilitan a los medios de comunicación de Uganda.

He leído todos los acuerdos y no contienen nada que no estuviera anteriormente en sus políticas editoriales.

Añadió [en]:

La policía tiene demasiado poder, y los tribunales no tienen prácticamente ninguno.

Esto ha quedado claro durante el cerco mediático.

Lo que me ha sorprendido no ha sido que la policía acordonara nuestras oficinas.

La Ley de Policía les da el poder y la autoridad para hacer justo eso.

Lo que me ha parecido sorprendente, muy raro y muy alarmante, es que la policía pueda acordonar las oficinas, cerrándolas durante dos semanas, efectuar una búsqueda intensiva sin presentar cargos contra nadie, y a continuación salir de ahí como si no hubiera pasado nada. Algo corriente en nuestro país.

Mukiibi Mugerwa comentó en la página web del Daily Monitor, para saber [en] si el periódico fue obligado a someterse al Gobierno:

He leído todo esto, y para ser sincero, ¡por primera vez no sé lo que quieren decir! ¿Acaso la desaparición de mensajes forma parte de su nueva política editorial? Les han obligado a someterse hasta el punto de que sólo se comunican con mensajes ocultos? Tendrían que haber sido valientes y haber dicho que «Durante once días y once noches, el Daily Monitor y el Gobierno se han mirado fijamente a los ojos, y sí, ha sido el Gobierno el primero en pestañear»

Charles Kintu, otro lector, expresó [en] sus dudas:

«Seremos justos y precisos» No lo dudo, con las condiciones draconianas y estrictas que han firmado.

El usuario @twsgy‏ [en] escribió en Twitter:

@twsgy: #mediasiege (cerco mediático) pensándolo bien, #monitor&pepper han cometido crímenes bajo la #officialsecretsAct (Ley de Secretos Oficiales) ¿no lo sabe la policía? son repugnantes

La Ley de Secretos Oficiales de 1964 [en] es una ley que, entre otras cosas, dificulta a las fuentes del Gobierno revelar información a los periodistas. Un informe del Banco Mundial muestra que [en] la Ley de Secretos Oficiales plantea grandes dificultades a la Ley de Acceso a la Información de Uganda.

La pregunta sigue siendo, tal y como plantea [en] el periodista ugandés Mugumya en su blog tratando el cierre, «¿se convertirá esto en nuestro día a día en Uganda?»

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