Brasil: Lugareños rechazan la «ciudad fantasma» y regresan al río

El reportaje de Ana Aranha en Vidas em Trânsito [pt], sobre el impacto de las grandes obras en la región amazónica de Rio Madeira, Rondonia, es parte de la cobertura especial #AmazôniaPública [pt] de la Agencia Pública, que será publicada en una serie de cinco artículos en Global Voices Online.

Después de casi dos años en la villa Nova Mutum, ciudad construida por la empresa Energia Sustentável para alojar a los ingenieros y encargados de la planta de Jirau, y a los lugareños desplazados por el embalse, la familia de Batista decidió regresar a la ribera. Construyeron una casa de madera cerca de un arroyo llamado Jirau, al lado de los propios vecinos de la vieja Mutum. Sin embargo, ya se sospecha que esa área también será inundada.

La información circula entre los habitantes y funcionarios de la planta y está siendo investigada por la procuradora Renata Ribeiro Baptista, del Ministerio Público Federal de Rondônia. “Jirau lo niega, pero nosotros estamos siguiéndolos de cerca”, afirma.

Essa situação mostra o dilema dos ribeirinhos. Eles correram de volta para os seus hábitos de vida, que estão ligados à proximidade ao rio. Mas a vida como eles conheciam foi tomada pela usina.

Esta situación muestra el dilema de los lugareños. Ellos volverían rápidamente a retomar sus hábitos de vida, que están ligados a la proximidad al río. Pero la vida que ellos conocieron fue reemplazada por la planta.

“Yo ya no me considero un ciudadano brasileño, me siento un perro con correa que no escoge para dónde va”, dijo Jonas Romani, pescador de 55 años. El vivía en un barrio de Jaci Paraná que fue inundado por la planta de Santo Antônio. Como Batista, se mudó a Jirau y ahora no puede dormir por la posibilidad de tener que mudarse de nuevo.

Se eles não têm certeza se aqui vai alagar, porque não interditam? Deixam a gente vir, construir nossas coisinhas, plantar nossa macaxeira, pra depois alagar tudo de novo?

Si ellos no saben con certeza si esto se va a anegar, ¿por qué no lo prohíben? Dejan que vivamos, construyamos nuestras cocinas, plantemos nuestra mandioca, ¿para después inundar todo de nuevo?

Esmeralda Marinho Gomes habitaba en la villa Mutum Paraná que fue desplazada por encontrarse en el área que sería anegada por la planta de Jirau. Ella cuenta que nunca fue indemnizada. Esmeralda explica cómo los lugareños no se adaptaron a la villa construida por la planta, Nova Mutum, y se mudaron a un lugar cerca del río. Ella está preocupada con lo que va a pasar con la comunidad cuando la obra se concluya y el trabajo se termine.

El proceso de arrancar a la personas del lugar donde construyeron sus vidas está siempre sujeto a injusticias. A las pequeñas y a las grandes. La historia de Esmeralda Marinho Gomes, de 63 años, es una de las grandes.

Ella alquilaba una casa en la vieja Mutum desde 2006. Aunque vivía en un lugar rentado, tenía derecho a recibir una indemnización de R$ 55 mil o una casa pequeña en Nova Mutum. Sin embargo, en la semana que los funcionarios de la planta pasaron para hacer el levantamiento, Esmeralda estaba en la mina. Cuando regresó, comenzó una saga de intentos para entrar en contacto con la planta. Como la comunidad estaba formada por allegados, las casas no tenían documentación oficial y por lo tanto, no había contrato, sólo un acuerdo con el propietario.

Primeiro disseram que era estudo de caso. Depois, que não tinha prova suficiente.

Primero dijeron que era un caso para estudiar. Después, que no tenía pruebas suficientes.

Ella nunca recibió indemnización alguna.

Mientras que los vecinos estaban en Nova Mutum, Esmeralda alquilaba un cuarto en la villa. Cuando los primeros comenzaron a mudarse para la ribera de Jirau, ella se mudó con ellos. Con la salida masiva de los lugareños y los recortes en la planta, el futuro de las 1.600 casas en Nova Mutum comienza a ser motivo de preocupación. Jirau está reduciendo la cantidad de trabajadores progresivamente. Se prevée que la entrega de la obra sea en 2016, fecha en la que el número de funcionarios cercano a la estructura creada para alojarlos será ínfimo. Hasta ahora, no se lleva a cabo ninguna actividad que genere empleos fuera de la construcción de la planta en ese lugar.

“He preparado mi casita en Jaru”, dice Sônia, una ex-habitante de la vieja Mutum quién tiene una tienda de ropa en Nova Mutum.

Quando acabar a obra, acabou o emprego, acabou tudo. Isso aqui vai virar uma cidade-fantasma.

Cuando la obra termine, no habrá trabajo, se acabará todo. Esto se va a convertir en una ciudad fantasma.

El projecto Amazônia Pública [pt] llevó tres equipos de reporteros de la Agencia Pública de reportaje y periodismo de investigación a recorrer tres regiones amazónicas entre julio y octubre del 2012 entre los cuales visitaron las hidroeléctricas de rio Madeira en Rondonia. Todas los reportajes buscan explorar las complejidades de las inversiones actuales en la amazonia, incluyendo las negociaciones y articulaciones políticas, y oir a todos los actores implicados – gobiernos, empresas, sociedad civil – para delinear el contexto en que esos proyectos han sido desarrollados. El objetivo esencial de estos reportajes, así como de toda la producción de Pública, es siempre el interés del público: cómo las acciones y negociaciones políticas y económicas han tenido impacto, en la práctica, en la vida de la población.

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