Vladímir Putin pronunció otro discurso [ru] en defensa de los valores ortodoxos rusos, en esta ocasión pidiendo a la iglesia que estudie las lecciones del siglo XX. (Uno se imagina que lo que Putin tiene en mente es la opresión religiosa bolchevica a la que parece que culpa de la guerra civil rusa). «Debemos evitar entender el secularismo de una manera vulgar y primitiva», le comunicó al Consejo de Obispos, una reunión masiva del clero ortodoxo. Los comentarios de Putin son difíciles de separar de los varios esfuerzos legislativos del año pasado, incluyendo la censura de internet y las iniciativas anti-homosexuales que supuestamente protegen a los niños de las influencias inmorales.

Algunos activistas sostienen que el reciente conservadurismo cultural del Kremlin tiene como objetivo hostigar a la oposición liberal para que tome posiciones impopulares en temas que a menudo agudizan los sentimientos religiosos en las regiones del país. Algunos afirman que la dura acusación de los miembros del Pussy Riot fue una táctica del Kremlin para movilizar a los protestantes liberales en favor de los artistas demasiado radicales para la corriente política de Rusia.

Vladimir Putin se reúne con los participantes del consejo de obispos. 1 febrero de 2103, Servicio Presidencial Ruso 3.0.

El borrador de la ley para prohibir la «propaganda homosexual» es un caso actual. A finales de enero el bloguero Oleg Kozyrev definió [ru] a la ley anti-homosexual como un intento de distraer a los protestantes «Bolontnaia» de los verdaderos temas del fraude electoral, los prisioneros políticos, etc. Quiere que los activistas expresen su furia y que continúen luchando:

А поэтому я очень надеюсь, что мы по минимуму позволим себя втянуть в этот законодательный троллинг. По возможности надо не вестись на эти законы – все они будут отменены со временем по признакам маразма и бессмысленности.

Y ese es el motivo por el que realmente tengo la esperanza de que continuemos con una participación mínima en esta batalla legislativa. En lo posible, no tenemos la necesidad de apoyar estas leyes. Se anularán con el tiempo, en medio de la locura y estupidez.

El escritor Boris Akunin llegó a la conclusión contraria e hizo un llamamiento [ru] a los de la oposición liberal para que se mantuvieran fieles a sus valores, aunque él, también reconoció que la campaña legislativa conservadora del Kremlin tiene intención de reducir el escrutinio de los temas «electoralmente desfavorables» como, por ejemplo, la asistencia sanitaria.

Putin también mencionó en su discurso fragmentos claves de los comentarios de su jefe de equipo, Sergei Ivanov, que este expresó a otra audiencia formada por figuras ortodoxas en octubre de 2012. En el foro LiveJournal «ru_politics,» parece que el bloguero Yuri Shtengel fue el primero en haberse dado cuenta [ru] de las similitudes entre ambas declaraciones.

Varios periódicos rusos publicaron este hecho. Sin embargo, muchos de ellos exageraron la situación y clamaron que un grupo de blogueros habían descubierto el «plagio» de Putin. El activista ortodoxo y gran crítico de la oposición liberal, Boris Yakemenko, apuntó [ru] a las páginas web de noticias por estos «adornos» y añadió que los comentarios de Putin acerca del secularismo eran simplemente «una afirmación de la obviedad» y no una «revelación» polémica. Disgustado también por la hipérbole, Shtengel actualizó su LiveJournal negando cualquier acusación de plagio y esclareciendo su oposición respecto al contenido del discurso de Putin.

El super famoso bloguero Artemy Lebedev sopesó la necesidad de Rusia de eliminar «el secularismo vulgar y primitivo» escribiendo [ru] con una vulgaridad intencionada:

А я вот, блять, не собираюсь уходить от вульгарного, примитивного понимания светскости. Я на хую вертел всю религиозную хуетень, в гробу видал всех попов, и срать хотел на все чувства всех верующих.

Оставьте мне вульгарную, примитивную светскость и валите нахуй.

Ahora escuchen, j***r, no voy a omitir ninguna interpretación vulgar y primitiva del secularismo. Me gustaría lanzar toda esta j****a fiesta religiosa y a todos los curas a la tumba, c****o, y con gusto me c*****a en todos los sentimientos [religiosos] de todos los creyentes.

Dejen en paz mi secularismo vulgar y primitivo y váyanse a la m****a.

La respuesta de Lebedev demuestra claramente el desafío al que, por lo general, se enfrentan los opositores rusos y en especial los laicos. Por un lado, las tonterías de Lebedev están condenadas a gustar únicamente a una pequeña audiencia. Sin embargo, el mismo sentido de humor intransigente es un ingrediente importante en el pegamento que mantiene unida a la «clase creativa» de Rusia, la cual es ampliamente acreditada de generar la confusión política del país el pasado invierno. Los conservadores religiosos comprometidos, conectados o no, son libres de responder a las preocupaciones de «erosión moral» con una compasión seria. Para los agitadores laicos, los activistas de los derechos homosexuales y todos los demás, parece existir una necesidad casi irresistible de falta de respeto. Ya sean las obscenidades de Lebedev o los giros eclesiásticos de Nadezhda Tolokonnikova, la compulsión de ofender de la oposición ha sido tanto una bendición como una maldición.