Activistas llevadas ante la justicia en Portugal

Este articulo es parte de nuestra cobertura en Europa en Crisis.

A raíz de las sucesivas manifestaciones contra la austeridad en Portugal, la actuación de la Policia de Seguridad Pública (PSP) y de la fiscalía (Ministério Público, MP) ha sido fuertemente cuestionada, después que varios manifestantes y activistas hayan sido objeto de persecución penal.

Myriam Zaluar, periodista independiente, profesora y una de las fundadoras del movimento Precários Inflexíveis [pt] (‘Precarios inflexibles’), fue acusada y responderá ante el tribunal por el delito de desobediencia calificada, después de haber organizado una inscripción colectiva en uno de los centros del Instituto de Empleo y Entrenamiento Vocacional (IEFP, por sus siglas en portugués, la oficina del gobierno responsable de la capacitación y empleo). La intención de este acto simbólico de protesta era para alertar sobre el desempleo en Portugal [no todos los desempleados están registrados allí y las estadísticas muestran sólo las cifras de la IEFP].

Myriam se hizo conocida en las redes sociales en 2011, por haber escrito una carta abierta al Presidente del Gobierno, de amplia difusión en las redes sociales [pt], después de que el presidente aconsejase a los desempleados portugueses emigrar.

Apelo à solidariedade com Myriam Zaluar. Imagem divulgada por Artigo 21º

Llamamiento a la solidaridad con Myriam Zaluar. Imágen divulgada por Artigo 21º

Esta vez Myriam quería demostrar que las cifras de desempleo estaban distorsionadas en Portugal, pero la policia consideró que su acción era una manifestación no autorizada —aunque se trataba de solo 4 participantes directos y la distribución de unos folletos— y por lo tanto debería haber informado a las autoridades 48 horas antes. Myriam rechaza la acusación y niega haber cometido ningún delito.

El caso ha generado un acalorado debate en línea, planteando cuestiones como la limitación del derecho a la libre expresión, la definición de manifestación y el poder de intervención de la policía en asuntos políticos. Para Movimento Sem Emprego [pt] (MSE, ‘Movimiento para el Empleo’), esta situación refleja una actitud de intimidación por parte de las autoridades, con el fin de impedir a los ciudadanos llevar a la calle sus revindicaciones. Laura Fortuna Pinto comenta [pt] a través de su Facebook:

Por mais vezes que leia o artigo, ñ consigo perceber o fundamento da acusação. Mas das 4 pessoas presentes no protesto foi a única a ser notificada? Este país está a ficar estranho!!!

Por mucho que lea el articulo, simplemente no puedo entender la base de la acusación. Aun cuando eran 4 las personas presentes en la protesta, ¿[Myriam] fue la única a la que le notificaron la acusación? ¡Este país está poniéndose raro!

En la fecha programada para la primera audiencia —que al final fue aplazada— varias personas se acercaron a dar su apoyo a Myriam, en una manifestación organizada [pt] a través de las redes sociales y difundida por los medios de comunicación tradicionales.

El caso de de Mariana Avelãs

Un caso similar ocurrió con Mariana Avelãs, del movimiento Que se Lixe a Troika [pt] (Que se joda la Troika), compuesto de personas acusadas por haber organizado una conferencia de prensa para anunciar una manifestación el pasado 15 de septiembre, lo que llevó a miles de personas a las calles en España y Portugal contra las medidas de austeridad de los gobiernos. A finales de noviembre, el P3 informó [pt]:

Segundo Mariana Avelãs, nesse dia, a PSP dirigiu-se aos 15 membros, que ergueram uma faixa do movimento, para pedir a identificação de uma pessoa, mas garantiram que “não haveria consequências”. (…)
Contudo, (…) “duas ou três semanas depois” foi informada de que “estava a ser alvo de denúncia de um crime”. A activista social confirmou ter sido constituída arguida a 8 de Novembro pelo crime de organização de manifestação não comunicada. (…)
Mariana Avelãs descreve a acção da polícia como uma tentativa de “criminalizar os movimentos” para dar a ideia de que são “terroristas e revolucionários”.

Según Mariana Avelãs, ese día, la PSP se dirigió a los 15 miembros, que levantaron una pancarta del movimiento, para pedir la identificación de una persona, aunque aseguraron que «no habría consecuencias».(…)
Sin embargo,(…) «dos o tres semanas más tarde», se me informó que «estaba siendo objeto de denuncia por un delito». La activista social confirmó que el 8 de noviembre fue acusada por el delito de haber organizado una manifestación sin haber informado previamente.(…)
Mariana Avelãs describió la acción de la policia como un intento de «criminalizar a los movimientos» para dar la idea de que eran «terroristas y revolucionarios».

Paulo Jorge Vieira [pt] hizo eco de la indignación de Mariana:

Parece ser uma anedota mas não o é. Assim se limita o uso do espaço público na sociedade portuguesa nos nossos dias. A situação é, no seu todo, demasiado grave e realmente limitadora do direitos de associação, manifestação ou simples encontro no espaço público das cidades portuguesas.

Parece un chiste pero no lo es. Así se limita el uso del espacio público en la sociedad portuguesa en nuestros días. La situación es, en su conjunto, demasiado grave y realmente limita los derechos de asociación, manifestación o simple reunión en el espacio público de las ciudades portuguesas.

¿Piedras o cámara?
Una gran manifestación que tuvo lugar el 14 de noviembre  y que llevó a miles de personas a las calles de Europa para protestar contra las medidas de austeridad en Lisboa concluyó supuestamente con algunos manifestantes arrojando piedras frente a la Asamblea Nacional. La respuesta de la PSP se ha discutido mucho en la opinión publica, y ha sido objeto de críticas. En los días posteriores a la manifestación, la policia trató de identificar el mayor número posible de manifestantes, utilizando no sólo las imagenes recogidas por los propios agentes, sino también otros vídeos enviados por los manifestantes en YouTube e incluso —en un caso que terminó con la renuncia del Director de Información del canal público RTP— las imágenes recogidas por las cadenas de televisión en el lugar.

Con incredulidad Paula Montez, participante de la manifestación, recibió algún tiempo después la notificación de la fiscalía, en la que era acusada de asalto a la policia. En un mensaje difundido a través de internet [pt] a mediados de diciembre, Paula dice:

Ontem apresentei-me no DIAP [Departamento de Investigação e Acção Penal] acompanhada de um advogado. Foi-me lido o auto de denúncia e mostradas imagens captadas na manifestação. As imagens todas elas de má qualidade e inconclusivas, mostram-me de braço no ar com um objecto na mão que os “denunciantes” referiram ser pedras. Na verdade o objecto que tenho na mão é nada mais do que a minha máquina fotográfica que costumo elevar devido à minha estatura ser baixa para captar imagens, como sempre tenho feito em todas as manifestações e protestos onde vou[…];além disso, na foto de qualidade duvidosa, onde se vê o meu braço erguido segurando o tal objecto (máquina fotográfica) pode-se ler na legenda que arremessei à polícia cerca de 20 pedras ou outros objectos…
Agora pergunto eu: se a PSP me identificou a arremessar 20 pedras e a colocar em causa a sua integridade física, por que não fui eu detida logo ali? Por que não fui de imediato impedida de mandar mais projécteis que pudessem atentar contra os agentes? Sim, como é possível ter sido vista a atirar coisas, contarem uma a uma as cerca de 20 pedras que eu não atirei, mas que alguém afirma ter-me visto atirar, e deixarem-me à solta para atirar mais?

Ayer me presenté en el DIAP (Departamento de Investigación y Acción Penal) acompañada por un abogado. Me leyeron el auto de la denuncia y me mostraron las imágenes capturadas en la manifestación. Las imágenes recogidas, todas ellas de muy mala calidad y no concluyentes, muestran mi brazo en el aire con un objeto en la mano que los «denunciantes» afirmaban ser piedras. En realidad, el objeto que tengo en la mano no es más que mi cámara que acostumbro levantar debido a mi baja estatura para capturar imágenes, como siempre lo he hecho en todas las manifestaciones y protestas a las que voy (…); además, en la foto de dudosa calidad, donde se ve mi brazo levantado sosteniendo tal objeto (máquina) se puede leer en el pie de foto que le arrojé a la polícia alrededor de 20 piedras u otros objetos…
Ahora me pregunto: si la PSP me identificó lanzando 20 piedras y poniendo en riesgo su integridad física, ¿por qué no me detuvieron ahí mismo? ¿Por qué no me impedieron inmediatamente lanzar más proyectiles que pudieran atentar contra los agentes? Sí, cómo es posible que me vieran lanzando cosas, ellos contaron una por una cerca de 20 piedras que no lancé, pero que alguien asegura haberme visto lanzar, y me dejaron suelta para lanzar más?

Sobre Paula puede caer la acusación de daños por disturbios o por delitos de mayor gravedad. Paula, quien fue notificada de la queja por teléfono, buscó la ayuda de los usuarios de internet para que le colaboraran a probar su inocencia:

Peço a quem tiver imagens minhas na manifestação de 14 de Novembro (ou noutra manifestação qualquer) a tirar fotografias que as envie a fim de constituírem prova neste processo. Obrigada pela vossa solidariedade.

Pido a quien tenga imágenes mías en la manifestación del 14 de noviembre (o en cualquier otra manifestación) tomando fotografías que las envíen para que se conviertan en prueba en este proceso. Gracias por su solidaridad.

Por esta época, se divulgó un vídeo con imágenes de gente en la asamblea arrojando piedras, sugiriendo la presencia de agentes encubiertos, lo que estuvo dando vueltas por internet:

Ivo Gonçalves, en su blog  personal [pt], cuestiona la acción de la PSP y de la fiscalía:

[…]não creio  que a PSP tenha cobertura legal, vocação, e até recursos adequados para fazer recolha e análise de informações na área política.  Daí até à referenciação de todos os múltiplos movimentos cívicos que têm surgido e dos seus activistas como suspeitos, vai um pequeno passo que os últimos acontecimentos levam a crer que já foi transposto. (…)

Finalizando, é evidente que tudo isto vai contribuir para refrear a vontade de participação em manifestações.

(…) Yo no creo que la PSP tenga cobertura legal, la vocación, y hasta los recursos adecuados para recopilar y analizar la información en el ambito político. De ahí hasta la referenciación de todos los múltiples movimientos cívicos que han surgido y de sus activistas como sospechosos, hay un pequeño paso que los últimos acontecimientos llevan a creer que ya fue superado. (…)
Por último, es evidente que todo esto va a ayudar a frenar el deseo de participar en las manifestaciones,

Una nueva audiencia del juicio contra Myriam Zaluar está progamada para el 13 de marzo. Paula Montez y Mariana Avelãs se encuentran libres pero bajo la condición de no cambiar de residencia sin notificar a las autoridades, y deben reportarse a la policía cuando se les solicite. La desobediencia calificada se castiga con prisión de hasta dos años. La participación en motín se castiga con penas de prisión de hasta un año o un multa, y el delito de daños hasta con tres años de prisión.

Este articulo es parte de nuestra cobertura en Europa en Crisis .

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