Los resultados electorales en Tobago mandan un claro mensaje

Ya se conocen los resultados de las elecciones de Tobago y los blogueros no parecen sorprendidos. El titular, Orville London, Secretario General de la Cámara de Representantes (THA), ganó por goleada [en], mientras que el principal oponente, Ashworth Jack, en representación de la Organización del Pueblo de Tobago (TOP) [en], vinculado a la actual administración del país, no ha conseguido ni un solo escaño.

The Eternal Pantomime [en] satirizaba que no podía esperarse mucho más, dado que la campaña electoral del TOP parecía «una fiesta en un gueto que ha salido mal». Y continuaba dando ejemplo de sus errores:

En una isla tan devotamente protestante como Tobago, que sospecha de cualquier práctica poco ortodoxa, ¿a quién se le ocurre poner a leer en un púlpito al Primer Ministro, que es desagradable, hindú y baptista espiritual?

Tampoco se puede, bajo ningún concepto, utilizar niños para enviar un burdo mensaje al secretario general de la THA. Los tobaguenses todavía admiran cosas como los buenos modales, la clase y la respetabilidad. Sandbox entertainment ha introducido un nivel de simpleza y vulgaridad en una campaña electoral que no suelen ser tan controvertidas o agitadas. La respuesta del TOP al comentario de Hilton Sandy sobre el barco de Calcuta [en] solo ha servido para aumentar el calor de los debates en varios grados y para enojar a los tobaguenses y a los trinitenses por igual.

Plain Talk [en] dijo de los resultados de las elecciones: «El lunes, al pueblo de Tobago se le dio la oportunidad de enviar un mensaje y la aprovechó. Y ese mensaje fue…»:

Para la Organización del Pueblo de Tobago, el lunes fue un desastre de proporciones bíblicas, de fuego, azufre y pestilencia todo junto, una pérdida tan inimaginable que palabras como épica y sin precedentes no son capaces de expresar la enorme magnitud de la humillación, y hay que preguntarse, ¿puede haber un TOP después de esto?

No obstante, en su estimación, el Congreso Nacional Unido (el mayor partido político de la coalición Asociación por el Pueblo, en el gobierno) tiene la culpa de la dura derrota:

El Congreso Nacional Unido ha barrido al TOP y hay que reconocer su mérito, y deben aceptarlo. La obscena y deshumanizada campaña que intentó retratar a los orgullosos tobaguenses como oportunistas, las estupideces sin sentido que hasta la náusea ha repetido una Primera Ministra completamente caduca, el obsceno y cansino doble juego de indecencia por parte de Jack Warner y Anil Roberts, los frenéticos desplazamientos y las descaradas mentiras les dieron a los tobaguenses una visión de primera mano de todo a lo que se enfrenta Trinidad, y lo rechazaron con una precisión rayana en el prejuicio.

The Eternal Pantomime [en] añadía que los resultados de las elecciones a la Cámara de Representantes de Tobago tendrán un efecto a largo plazo:

[Las elecciones] tendrán un serio impacto en cómo se desarrollarán los próximos 30 meses de política. Porque más o menos en ese tiempo, tanto el UNC como el PNM se enfrentarán de nuevo a una elección general. El THA determinará la naturaleza de las elecciones municipales… si es que llega a haberlas. Y el resultado de las elecciones municipales marcará el tono de las siguientes elecciones generales.

El artículo, escrito la semana antes de las elecciones, continuaba detallando los errores del gobierno a lo largo de los últimos tres meses. Como se demostró, son precisamente esos problemas los que parecen haber influido en el voto de la gente. Y en la entrada que escribió en su blog después de conocerse los resultados [en], The Eternal Pantomime estaba encantada de señalar cómo la Primera Ministra «colgó a su propio Jack en este maravilloso póker de elecciones que acaba de empañar completamente». Comenzaba por dar un contexto político, y después seguía así:

Esta columna no trata de la defensa de London, sino más bien del fracaso de Kamla.

[Las elecciones a la Cámara de Representantes] deberían haber sido un referéndum del rendimiento de Orville London como Secretario General durante los últimos 12 años, y en su lugar, por la inteligencia de London y la tremenda vulgaridad de Kamla y sus siervos, se convirtió, no en una evaluación de la actuación de London en la THA, sino de la de Kamla Persad-Bissessar desde mayo de 2010 hasta la semana pasada.

Indica algunos errores fatales de la campaña de la Primera Ministra y el TOP:

Kamla… alardeaba a gritos en el escenario del Mid-Centre de cómo iban a ganar las elecciones y a arrinconar a Rowley y a London. Ese fue el primer tropezón. Estás haciendo campaña en Tobago y no en Trinidad, ¿cómo se te ocurre insultar y atacar a dos hijos de la tierra que han hecho sentirse tan orgullosos a los tobaguenses?

Y en el mismo mítin, Persad-Bissessar comenzó su propia apología de la raza con su discurso de «sabemos quién es el enemigo… a vuestros puestos», en referencia a la futura campaña electoral. Aunque los trinitenses no ven nada malo en esos comentarios de tipo «nosotros contra ellos»… ¡Los tobaguenses los conocemos muy bien y no nos gustan! Ese fue el segundo tropezón.

Por otra parte, London utilizó la transparencia y la responsabilidad en su beneficio. Se subió a Internet un completo archivo, que también se envió a la Comisión de Integridad. ¡Responda a eso! El gobierno no dijo ni pío durante semanas después de que lo subieran.

Después vino la cuestión de la casa [hubo preguntas sobre la fuente de financiación de la residencia privada de Ashworth Jack; él afirmó que se había pagado con la venta de productos agricolas] y a mí se me escapaba una sonrisa cada vez que Jack mentía o evitaba las preguntas. La transparencia y la responsabilidad volvían para perseguirle. Después, la incapacidad de Jack de presentar documentos ante la Comisión de Integridad. Y ese fue el siguiente tropezón. Jack estaba haciendo que Tobago y los tobaguenses parecieran corruptos. Jack… de verdad… ¿desde hace cuánto eres de Tobago y no sabes que la corrupción se asocia con los truconenses, no con los tobaguenses?

El artículo se centra después en los detalles:

Y al final, todo lo que los tobaguenses querían era una Constitución revisada que les diera la prometida autonomía. Sin camiones de música, sin cheques de comida, sin promesas imposibles. Solo un escueto proyecto de ley que les diera lo que pedían.

Pero en su lugar, Kamla, incapaz de cumplir la menor de las promesas, salió con un proyecto de ley mal pergeñado que envió al Parlamento a toda prisa para poder continuar con su orgía de gastos… y los tobaguenses se quedaron mirando.

De hecho, lo hicieron aún mejor y se vistieron las camisetas amarillas, montaron los camiones de música, aceptaron los folletos y luego… votaron al PNM.

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