¿Qué pasó con el cable? Cubanos debaten acceso a Internet

«El cable tiene una vida útil de 25 años. El tiempo corre.» Así comienza el último post del blog «Desde adentro de Cuba», una cronología que recopila los artículos publicados en los medios estatales de la isla y, específicamente, en el portal digital Cubadebate, sobre el destino de la inversión de 70 millones que dólares que hiciera la nación caribeña en 2007 para mejorar el acceso a Internet y «las velocidades actuales de transmisión de datos, imágenes y voz» en Cuba.

«Desde hace más de cinco años Cuba debate sobre el cablecito», refiere Adrián Jesús Pérez, quien añade:

Habla el informático, pero también el doctor, el panadero y el cuentapropista con un familiar cumpliendo misión internacionalista, o simplemente emigrado a otro país. Uno siempre quiere saber de la familia y esta noticia hace soñar con más facilidades de comunicación.

En mayo de 2012, más de un año después de la llegada del cable a Cuba, el ministro venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jorge Arreaza, declaró que el cable se encontraba operativo y que también mejoraba la conectividad de Venezuela.

Sin embargo, desde la isla no se perciben mejorías en la velocidad de la conexión o en el incremento del acceso a la red. En un artículo publicado en noviembre de 2012 por Luis Toledo Sande, el bloguero recuerda los estereotipos que habían sufrido las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) en el país y enfatiza en la falta de información en torno al acceso a Internet:

Publicado en el blog La Joven Cuba a partir de caricaturas de Gerardo Hernández Nordelo

Publicado en el blog La Joven Cuba a partir de caricaturas de Gerardo Hernández Nordelo

Saltando como liebre, o asomando como topo, el fantasma de la satanización de la tecnología recuerda cierto caso, no remoto, en que —según testigos— un cuadro de alto nivel dijo que los investigadores de un centro analizado estaban tan mal ideológicamente, o eran tan sospechosos, que querían tener computadoras hasta en sus casas. No por gusto se despertaron suspicacias cuando, en días en que se hablaba de la instalación de un cable de fibra óptica para mejorar la informática en el país, algunas voces se apresuraron a advertir que no debíamos hacernos ilusiones, porque el cable no tendría capacidad suficiente para garantizar los servicios de internet en las magnitudes deseadas. Hoy parece que nadie se ilusiona, y no porque dichos servicios no sigan siendo necesarios, sino porque ni siquiera se habla del cable. En eso, al parecer, no hay secretismo, sino secreto, y las causas pueden ser las más atendibles, pero no lo sabemos. Hasta donde alcanza a conocer quien escribe estas notas, nadie ha dado la esperada información.

Por su parte, Alejandro Ulloa, en un post publicado recientemente donde critica la prensa estatal, la falta de información y denuncia los casos de corrupción, entre otros problemas que enfrenta actualmente la sociedad cubana, pregunta «por qué no hay explicación del cable de Venezuela».

Mientras, Noelbis Mompié, refiere su experiencia en un panel desarrollado por la revista cubana Temas sobre «Redes y movimientos sociales en Internet».

Uno de los panelistas hacía referencia a que la Internet es una tecnología extraordinaria y debemos usarla en la medida que podamos pero para Cuba es equivalente a la importación, por un momento pensé, si todos los que están sumidos en la férrea batalla para reducir al mínimo las importaciones piensan así, ahora sí no tendremos Internet jamás. Será por eso que el Internet murió el mismo día en que el cable de fibra óptica llegó a las costas cubanas?

Incluso Yasel Toledo, desde su bitácora Mira Joven, hace énfasis en lo inevitable de la inclusión del cable de fibra óptica entre los temas de conversación actuales.

El señor me hizo más preguntas, muchas en verdad. Hablamos hasta del cable de fibra óptica, de las deserciones de profesionales, de las diferencias entre las misiones a la guerra de Angola y las actuales.

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