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¿Qué significa realmente la WCIT para los usuarios de internet?

Categorías: Derecho, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, GV Advox

La Conferencia Mundial sobre Telecomunicaciones Internacionales [1] (WCIT; eng) en Dubai falló en alcanzar un consenso el jueves 20, dejando frustrados a muchos delegados luego de dos semanas de intensas negociaciones.

Los gobiernos se habían reunido en Dubai para revisar un tratado clave de la Unión Internacional de Telecomunicaciones [2] [ITU; en], una agencia de la ONU que establece parámetros para las redes telefónicas internacionales. Lo que hizo única a la conferencia fue que muchos países querían ampliar el tratado para cubrir las políticas relacionadas a internet. Documentos filtrados [3] [en] dirigidos a la conferencia incluían propuestas que habrían alentado la vigilancia, la censura y otras prácticas que pudieran limitar los derechos del usuario.

Los gobiernos llegaron a la conferencia con metas muy diferentes respecto a internet y, al final, el tratado no satisfació a todos los que formaron parte -89 países [4] [en] (de 151 asistentes) firmaron el tratado. Algunos se negaron, mientras otros aún están deliberando si firmar o no.

Delegados elevando las tarjetas de sus países en la WCIT. Fotografía de Dominique Lazanski, en Twitter (@dml)

El texto final del tratado no incluye de forma explícita a internet. Pero sí incluye artículos sobre la “seguridad y solidez de las redes” y “las comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas” (ejemplo: spam) -temas polémicos que han sido debatidos extensamente a niveles nacional e internacional. Las peores versiones de estas propuestas pudieron haber sido utilizadas para legitimar las prácticas de censura y vigilancia de algunos Estados Miembro, pero en su forma actual, ya que no incluyen a internet, es difícil decir cuán dañinas pudieran ser. Las naciones que firmen el tratado están obligadas a tratar de implementar estas medidas en sus propias legislaciones, pero dado el lenguaje vago y relativamente genérico utilizado en estos artículos clave, no está claro qué significarán en la práctica.

Los signatarios también firmaron una resolución declarando el interés de la ITU en convertirse en un jugador significativo entre los grupos de legislación global en internet. Esto dejó a muchas nacionaes preocupadas [5] además -la ITU es una institución dirigida por gobiernos [6] [en] relativamente cerrada- con poca oportunidad para activistas o expertos de influir en sus decisiones. Quedó claro durante la conferencia que las negociaciones entre países no fueron siempre llevadas por su compromiso a incrementar el acceso a las redes para todos sus ciudadanos [7] [en], sino por sus propios intereses políticos y económicos. Se podría apostar que la mayoría de los países que firmaron el tratado no lo hicieron con la meta clara de afianzar el control sobre internet.

Aunque puede que no inflinja un daño inmediato, en el futuro el tratado pudiera ayudar a posicionar a la ITU para convertirse en una nueva autoridad para establecer políticas concernientes a la ciberseguridad, la neutralidad en la red y otros tópicos críticos que afecten los derechos del usuario a la privacidad y la libertad de expresión en línea. No afectará las leyes de los países que no firmen -y hasta en muchos de esos estados latinoamericanos y africanos que sí firmaron el tratado, probablemente habrá pocos cambios en cómo afectan las políticas gubernamentales a la experiencia digital del usuario. Pero en Rusia, antiguos estados soviéticos, varios países de Asia Oriental y la mayor parte del Oriente Medio y Norte de África, los usuarios podrían comenzar a enfrentar controles más estrictos.

Una entidad como la ITU finalmente no autoriza a estos países a aprobar medidas estrictas, pero el lenguaje vago del tratado puede ser leído con amplitud -puede facilitar a estos países la justificación de sus acciones y la creación de políticas nuevas más represivas con la aparente bendición de la agencia de la ONU. Cuando el tratado entre en vigencia (en 2015), los activistas y usuarios deben prestar mucha atención a cómo responden sus gobiernos y qué tipos de cambios legales le siguen.

Mapa del tráfico global en internet, por Joana Breidenbach. Aprobado para reproducción.

Al final del día, el tratado no cambiará drásticamente [8] [en] el estado de la política en internet del mundo, pero pudiera avanzar en dirección a una red fracturada donde las experiencias del usuario difieren sustancialmente de un país a otro. Para estar seguros, hemos estado observando por años el surgimiento de estas diferencias. Mientras los lectores pueden estar más familiarizados con casos extremos como China, Bielorrusia, Irán o Siria, es importante recordar que casi todos los gobiernos del mundo están considerando formas de controlar internet. Gobiernos como el Reino Unido, India, Perú o Estados Unidos están trabajando para crear políticas que ataquen problemas como la piratería, pornografía y la legitimación del ciberdelito, pero a menudo van más allá de esto y como resultado terminan limitando los derechos del usuario.

Incluso en lugares como Islandia, un país conocido por políticas que favorecen los intereses de los usuarios, estos cambios impactarán en la experiencia del usuario. Internet es un medio global -las limitaciones sobrer la expresión y la privacidad en cualquier país mermará el infinitamente rico universo de ideas, creatividad y acción social que nos da la red.

La narrativa de una internet abierta refleja un ideal o meta -mientras los activiadas hablan a menudo de preservar la apertura de internet, una meta más realista pudiera ser mantener la internet tan abierta como sea posible. Debido a que la ITU se convierte en un actor con mayor prominencia en la creación de políticas globales para internet, los usuarios, expertos y activistas deben observar de cerca y trabajar juntos para defender sus derechos no solo en casa, sino en todo el mundo.