Tecnología para la Transparencia: Cuidemos el Voto

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Artículo [en] escrito originalmente por SusannahVila [en] para Technology for Transparency Network [en], un proyecto de Global Voices.

Vista rápida

Cuenta de Twitter: @CuidemoselVoto

Usa Ushahidi para monitorear y poner en un mapa la falta de ética en las elecciones federales y municipales mexicanas.

Idioma: Español
Fecha de comienzo: 1 de abril de 2009
Presupuesto anual en 2009: $500
Presupuesto anual en 2010: $0
Escala del proyecto:  [en]
Función:  [en]
Tipo de herramientas: ,  [en]
Herramientas específicas: , ,
Ubicación México

Contexto

La transición de México a la democracia fue oficial en el 2000, cuando el por largo tiempo gobernante PRI perdió las elecciones, ante el candidato del PAN, Vicente Fox. El rol de las ONG mexicanas, así como de la comisión independiente llamada IFE, fue esencial para que la transición tenga lugar. Diez años más tarde, la sociedad civil sigue jugando un rol esencial en el panorama político mexicano. Pero, ¿cuán limpias son las elecciones en México hoy en día? Adelantándose a los comicios de 2009, Oscar Salazer y Andrés Lajous se propusieron buscar una respuesta a esta pregunta.

Implementaron Ushahidi, originalmente creado para seguir de cerca los hechos de violencia luego del acto electoral en Kenia, lo que resalta la importancia tanto de la adaptación de esta herramienta con plataforma de código abierto al contexto local como la asociación con ONG establecidas. De esta manera, este proyecto no solo instaba a los ciudadanos a documentar las faltas de ética de los políticos y sus partidos, sino que también daba información a las agencias oficiales de monitoreo de las elecciones con evidencias fehaciente para demostrar los hechos a las autoridades judiciales.

Entrevista

¿Cuáles son los obstáculos más grandes que encuentran para tener éxito?:

El primero fue la credibilidad. El problema más importante era como ganar credibilidad y vender la idea a ONG tradicionales que denunciaban con papel y lapicera. Tuvimos que ganarnos su confianza y no solo implementar el piloto sino también el ideal de que un ciudadano promedio puede ser su propia policía y supervisar las elecciones.

Evaluamos de las implementaciones de Ushahidi y supimos que teníamos que adaptar el marco de trabajo a la sociedad mexicana. El desafío era pensar en una buena marca. Sé cómo piensan los mexicanos y sabíamos que el luchador iba a llamar al atención. Así que crear esta identidad fue un desafío, pero creo que salió bien.

El primer correo electrónico que recibí fue de un tipo preguntado cómo sabía él que yo no era un agente del gobierno que lo estaba persiguiendo. Le dije, tienes razón, no lo sabes. Y el tenía razón, así que por eso nos asociamos con ONG conocidas que aceptaban asociaciones mexicanas que estuvieran trabajando en los problemas de transparencia por los últimos 10 años. También nos asociamos con la industria local y universidades, y mostramos esto en forma prominente en la página web. Esto nos ayudó un montón y fue una buena manera de sortear el inconveniente de la falta de confianza.

Otro obstáculo importante era en como permanecer apolíticos. Se me acercó un partido político que me dijo que quería comprar nuestro sitio. Dijimos adelante, es información pública, y nos dijeron no, queremos usarla para nosotros (porque cada partido político en México tiene su propia red de observadores electorales oficiales), y le dijimos no, no podemos venderlo, o lo usas de forma pública, o no lo usas. Terminaron creando su propia versión del proyecto.

¿Qué problemas busca superar este proyecto?:

Estábamos leyendo un montón de reportes que decían que ya no había corrupción en las elecciones en México, que todo era transparente y que la ésta era una buena democracia. Queríamos averiguar si esto era así o no. Pero el fin principal no era la observación electoral, sino comprometer políticamente a la juventud mexicana. Notamos que la juventud mexicana no estaba tan comprometida con la política como antes.

¿Cuáles son las raíces del problema?:

La falta de responsabilidad en el sistema mexicano: la gente está cansada de denunciar porque no pasa nada. Dicen «OK, todo está corrompido, por lo que si me quejo o lo denuncio nada va a cambiar». Entonces supuse que si les daba una plataforma donde pudieran reportar, etiquetar y poner en un mapa para hacer las denuncias, pero también darles los medios necesarios para sustentarlas, tal vez las necesidades puedan hacer algo sobre esto. Y estabamos en lo cierto.

¿Por qué te involucraste en este proyecto?:

Además de tener mi compañía en Mexico, también soy un consultor de PNUD y del Banco Interamericano de Desarrollo, en el sector de tecnología y gobierno. Conocí Ushahidi, me puse en contacto con Andres Lajous, mi socio. Queríamos hacer algo, pero no estabamos seguros qué, y luego le dije que podíamos usar el mapa de Ushahidi para mapear y monitorear las elecciones, y decidimos hacerlo.

¿Están ofreciendo canales no oficiales de información que deberían ser ofrecidos por el gobierno?:

El gobierno abrió una línea directa, pero aparentemente tres semanas antes de la elección no recibía llamadas, mientras que nuestro sistema tenía ya 200 denuncias.

¿Por qué no da el gobierno esa información?:

Credibilidad. Cuando llamas a un número de teléfono y denuncias algo no sabes qué pasará. Con nuestro proyecto ves el mapa, la ubicación, el video, las fotos y el testimonio escrito. Esta falta de responsabilidad (con respecto a la línea telefónica del gobierno) no motiva al ciudadano promedio a denunciar.

¿Cómo es que la información publicada en su sitio web pasa a estar fuera de Internet?:

Uno de los crímenes electorales más famosos es el comprar los votos. Pero el gobierno local y los partidos políticos ya no pueden pagar dinero en efectivo porque los presupuestos están bien monitoreados por ONG locales y nacionales. Así que la manera en que lo hacen es usando programas sociales para comprar votos. Así, por ejemplo, con el programa de Transferencia Condicional de Dinero [en], los políticos dicen «OK, si quieres recibir el dinero el año que viene, recuerda que este es el partido que te lo da». Eso es muy dificil de monitorear. Por ejemplo, un montón de ciudadanes recibieron panfletos con el logo del partido diciendo cosas como «Sé que estás recibiendo plata del programa así que deberías votar por nuestro partido político para poder seguir recibiéndolo». Los ciudadanos sacaron fotos y lo subieron a la página web. Así documentan la compra de votos, que hasta ahora era dificil de comprobar.

Luego el fiscal especial, una agencia mexicana muy conocida, tomó esas denuncias y las hizo oficial. Fue la primera vez que el fiscal tomó en cuenta las denuncias de los ciudadanos. Entonces usaron Cuidemos El Voto como provedor oficial de contenido. Nos llamaron para decirnos que estaban interesados en formar parte del proyecto, por lo que si vas a la página web verás su logo.

Otro ejemplo fue el efecto secundario: las elecciones federales. Este año se están llevando a cabo elecciones locales. Se organizaron las sociedades civiles y están lanzando su versión local de Cuidemos El Voto. Así que de ahora en más verás que está pasando en el país entero en la página principal, pero mediante la información recibidas a través de las versiones regionales. Y en sub páginas (por ejemplo, puebla.cuidemoselvoto.org) verás que está pasando en áreas locales.

Las sociedades civiles organizan estudiantes y universidades, usando nuestra plataforma como una herramienta. Ese era nuestro objetivo principal: comprometer a les personas. A los estudiantes y a los jóvenes mexicanos.

¿Cuántas personas trabajan en el proyecto?:
8
¿Cuántas horas del día le dedica el equipo al proyecto?:

Cuando Andrés y yo empezamos a trabajar probablemente le dedicamos 3 a 4 horas durante un mes. Los desarrolladores probablemente  trabajaron una semana.

¿Què tareas les llevan màs tiempo?:

Las sesiones de capacitación que damos en los grupos de sociedades civiles que están implementando la plataforma.

¿Cómo atraen nuevos participantes?:

En Puebla, por ejemplo, Cuidemos El Voto es una plataforma importante, pero estamos trabajando junto a un movimiento organizado por una sociedad civil llamado Actívate Por Puebla. Básicamente la sociedad civil se cansó del gobierno actual, ya que se vio envuelto en diferentes escándalos, desde pedofilia hasta el secuestro de un periodista. Por lo tanto, se organizaron. Las universidades y la Confederaciòn de Empleadores Mexicanos también están participando. La industria, la educaciòn y los ciudadanos están trabajando juntos, yendo a las universidades para poner cabinas de Cuidemos El Voto, entregando panfletos y remeras, cosas así. Ya están creando una estrategia mediática para comprometer a los jóvenes mexicanos. Estamos trabajando con ellos para lanzar la campaña por Twitter a la brevedad. El construir capacidades es uno de los desafíos más grandes y estamos enfocándonos en ello en este momento.

¿Cuál fue le método más efectivo para crear conciencia sobre el proyecto?:

No puedo decirlo aún con seguridad, pero diría que Twitter es una herrmienta poderosa. No es tan grande en México como pensamos, pero es bueno llegar a gente influyente, como periodistas importantes. Empezamos a tuitear y comenzaron a entrevistarnos de los diarios dominantes y de la televisión, y así pudimos llegar a personas a las que no llegaríamos de otra forma.

¿Cómo planean sostener económicamente el proyecto?:

Las implementaciones locales se financian con el trabajo gratis de los ciudadanos y de las ONG locales que adoptan las herramientas para usarlas. Recibimos algunas pequeñas donaciones para cubrir gastos relacionados con los códigos cortos [en] de SMS, pero eso es todo. El proyecto costó $500 en total.

¿Qué otros proyectos que se desarrollen en la región deberíamos conocer?:

Ushahidi se implementó para el monitoreo de las elecciones en Bolivia, Colombia, y ciudadanos venezolanos están trabajando para implementarlo.

Mas preguntas

¿Hay algo que no hayamos preguntado que te gustaría responder?:

Ushahidi es una herramienta de mapeo grandiosa en situaciones críticas, pero no fue concebida para mapear las elecciones en Latinoamérica. Allí la violencia no es lo que más nos preocupa. Hay un temor menor a que la violencia crezca en Latinoamérica que en Kenia. Nos preocupa más la transparencia y la corrupción. En la mayor parte de la región tenemos asociaciones civiles bien organizadas, por lo que tenemos la estructura para monitorear las elecciones.

El desarrollo principal de Ushahidi fue para ser un lugar común de denuncias. Si yo le diera acceso administrativo a todos, todos verían las mismas denuncias. ¿Qué pasaría si dos ONG asociadas a dos partidos políticos diferentes tienen acceso a las mismas denuncias y empiezan a aprobarlas o desaprobarlas? No quiero que todo el mundo tenga acceso a esa información. Quiero dar cuentas especiales a distintas ONG, donde solo puedan ver sus denuncias, además de las de los ciuddadanos. Ushahidi no fue diseñada para que muchas ONG trabajen juntas. Por lo tanto estamos alterando esto para estas elecciones locales para que funcione de esta manera.

Otra de las formas en la que adaptamos la plataforma Ushahidi para el contexto de las elecciones mexicanas es la creación de dos tipos distintos de denuncias: oficiales y de los ciudadanos. Las denuncias oficiales provienen de observadores electorales entrenados. No tienen que pasar por un proceso de prueba, son aprobadas automáticamente. Modificamos el sitema para permitir esto. Mientras tanto, las denuncias de los ciudadanos necesitan cierto monitoreo de los administradores. La relación entre la señal y el ruido cuando hay aglomeraciòn es muy alta. Este enfoque nos da mayor credibilidad.

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