Rusia: La vehemente política apolítica de la poesía en línea

Proverbialmente, los rusos tienen debilidad por la poesía. Luego de la aparición de informes según los cuales Vladimir Putin planeaba dirigir una bandada de grullas siberianas en peligro en una migración anual, mientras iba en ala delta y vestido como pájaro, muchos bloggers respondieron [ru] con [ru] poemas clásicos sobre grullas, junto con imágenes editadas con Photoshop (ver debajo).

A nadie sorprende que una consecuencia del amplio interés de los rusos en la poesía es que hay muchas comunidades en línea dedicadas a su producción y consumo. Stihi.ru [ru] (‘stihi’ se traduce como ‘poemas’), con una base de usuarios de casi un millón de personas, es de lejos la más grande. Ciertamente, este espacio, dedicado a escribir, publicar y compartir poemas, es una de las mayores comunidades en línea de Rusia. Su fundador, Dmitri Kravchuk, estima [ru] que el 1% de todos los usuarios de RuNet escriben poesía, y muchos de ellos usan su sitio web.

Un ejemplo de una imagen alterada con Photoshop de RuNeet, que trata del último acto de Putin (imagen anónima, de amplia circulación en línea).

Con más de una década de antigüedad, Stihi.ru salió de un pequeño foro LGBT, pero rápidamente se convirtió en lugar para pasar el rato para miles de aspirantes a poetas. La sensación de comunidad y un buen desarrollado sistema de reseña y crítica hace la diferencia entre publicar ahí y usar simplemente plataformas de blogueo como LiveJournal (aunque muchos han encontrado el éxito a través de LiveJournal, como la joven poeta Vera Polozkova [ru], que se inició publicando en su blog de LiveJournal y ahora publica libros comercialmente).

Aun con su sistema de reseña, Stihi.ru está diseñado para ser igualitaria y no verificada. La consecuencia es que puede ser difícil distinguir lo bueno de lo malo. Las acusaciones de grafomanía [en] proliferan, sobre todo de los círculos literarios más de élite. El servicio también atrae críticas por fomentar un espacio que es tan seguro, que no promociona el progreso artístico. A veces, esta crítica migra del mundo en línea a la vida real.

Por ejemplo, hace poco, tres poetas bloguearon sobre asistir a la filmación de un programa de conversación en torno a la poesía. Una de los jóvenes que leía sus poemas en el programa era una estrella menor de Stihi.ru, que (según [ru] la poeta Nadya Delaland) habló extensamente de la necesidad de solamente dar comentarios positivos sin criticar nunca la poesía de otras personas:

Она говорила, что, как бы плохи не были стихи, нельзя напрямую говорить, что они плохи.

Dijo que no importa lo mala que sea la poesía, nunca se debe decir directamente que es mala.

La propia poesía de esta joven era “predecible” y “banal”, según el poeta Boris Kutenkov, que la describió de la siguiente manera [ru]:

Явно дальше Серебряного века ничего не читано, кроме своих соседей по сайту Стихи.ру, где «поэтесса» благополучно обитает в паралитературной провинции, наслаждаясь своим успехом

Es claro que no ha leído nada de la antigua Era Plateada, salvo a sus vecinos en Stihi.ru, donde el “poeta” vive alegremente en un agujero provincial paraliterario, saboreando su propio éxito.

Sorprendentemente, esta joven poeta se ganó el cariño de la audiencia (el programa tenía un elemento para votar). Pero, solamente porque [ru]:

Зал, как выяснилось, был наполнен выходцами со Стихиры, они пришли поддержать Крючкову.

Resultó que el salón estaba lleno de usuarios de Stihi.ru, [y] llegaron para apoyar a Kriuchkova.

Dicho esto, dejemos el juzgamiento a los críticos. Cualquiera sea la calidad del trabajo publicado en Stihi.ru, en el creciente crisol del discurso público ruso, es refrescante encontrar un espacio donde los argumentos pueden ser vehementes, pero apolíticos.

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