Con la tensión entre Armenia y Azerbaiyán a causa del levantamiento de armas en semanas recientes, activistas de la sociedad civil y periodistas de estos países se reunieron en un pequeño pueblo étnico azerí, en la vecina Georgia, el mes pasado, y acordaron hacer la planificación de un mecanismo independiente que prevenga y monitorée incidentes dentro de la Línea de Contacto (LC).

A pesar del Acuerdo de Alto de Fuego de 1994, el cual detuvo el conflicto sobre la disputa del territorio de Nagorno-Karabaj, cientos han muerto en el transcurso de 18 años a consecuencia de las escaramuzas. Y sin ningún Acuerdo de Paz definitivo a la vista, el International Crisis Group (ICG) advierte un peligro inminente de que una «guerra accidental» [en] estalle en cualquier momento.

En el evento llevado a cabo en Tekali, participó como co-organizador el actor, director y activista por la paz armenio, Georgi Vanyan (quien en fechas recientes fuera víctima de un ataque nacionalista por intentar proyectar películas no politizadas sobre Azerbaiyán en Armenia), con la intención de calmar la tensión y evitar pérdidas de civiles a lo largo de la LC. El periodista y escritor armenio, Yura Manvelyan, quien escribe para el Caucasian Circle of Peace Journalism, comentó sobre la iniciativa [en]:

Aparte de los muchos proyectos armenio-azeríes, hubo otra razón para reunirse en Tikali: nadie de los que tomaron la palabra se postuló como vocero de las políticas oficiales; nadie definió la postura de los presidentes, ministros ni la de sus asesores. Las declaraciones de los participantes no parecían centrarse en sus «oponentes» del otro lado, sino en ellos mismos y su «propio pueblo». Las muertes recientes en la frontera es un crudo recordatorio del alto precio que hemos pagado por esta atmósfera de odio y por el distanciamiento entre aquellos que derraman su sangre y aquellos que dan las órdenes, y que buscan consolidar su poder y riqueza explotando a su «enemigo externo» y aplazando la justicia

[…]

Una mayoría apabullante de los ahí presentes votó a favor de que los ciudadanos tomaran acción. Además, llegaron a un acuerdo inicial para crear un grupo de reacción rápida que tome la batuta para prevenir el estallido de armas en la frontera, así como investigar la situación en el área colindante a la frontera. Los georgianos podrían también integrarse al grupo si fuera necesario. Para empezar, se podrían integrar residentes de los pueblos fronterizos: doctores, taxistas, granjeros y los ancianos de las aldeas, quienes estarían en constante comunicación directa. Debido a la naturaleza abierta del proyecto, cualquier persona que quisiera podría integrarse al proyecto.

Georgi Vanyan, Tekali, Georgia © Onnik Krikorian

Yura Manvelyan, Tekali, Georgia © Onnik Krikorian

Ilgar Velizade, periodista y analista azerí, también posteó en su blog [en]:

El primer asunto urgente a discutir en esta reunión fue la expectativa de la intervención pública para manejar el conflicto en Karabakh. La opinión de los participantes es que, hasta la fecha, la sociedad no ha tomado medidas para poner fin a la hostilidad en la que se vive y que se mantiene muy alejada de lo que pasa en la frontera. Los participantes hicieron énfasis que, en los 24 años de conflicto, surgió una inmensa división entre los dos pueblos, y que tanto las organizaciones de la sociedad civil armenia como azerí necesitaban ayudarse mutuamente para solucionar esta situación. 

[…]

Así pues, la reunión de Tikali mostró, una vez más, el deseo de los pueblos de Armenia y Azerbaiyán de restablecer la paz en la zona de conflicto tan pronto como sea posible. La esperanza por encontrar medios efectivos que controlen el conflicto vive en el corazón de ambos países. Como decimos, la esperanza muere al último.

Malkhaz Chemia mostrando el diseño del nuevo edificio por la paz en Tekali, Georgia © Onnik Krikorian

Tekali, Georgia © Onnik Krikorian

El analista azerí, Zardusht Alizade en Tekali, Georgia © Onnik Krikorian

Así como otros que opinaron sobre la construcción del edificio por la paz en la Transcaucacia, también Sabine Freizer del International Crisis Group tuiteó sobre el evento.

@peaceforsale: un esfuerzo innovador por la paz – crea la zona de paz http://fb.me/23yx8yl1q

@SabineICG: […] @onewmphoto Guerra o paz entre Armenia + Azerbaiyán, la sociedad civil puede ser el agente principal del cambio. Gran idea: […]

El editor de Global Voices Cáucaso también asistió al evento e hizo un comentario sobre el post de Velizade junto con la iniciativa de Vanyan para la revista Ararat Magazine [en].

Por mucho que Velizalde afirme o que Vanyan desee la gran difusión de esta iniciativa, aún está por verse. Sin embargo, la primera reunión se llevó a cabo en Tekali, el 21 de julio, para establecer el Grupo de Reacción Rápida y de Monitoreo.

Al evento fueron representantes de ONG y del International Crisis Group. También se encontraban Bernarn O'Sullivan y Stephen Young de la Fuerza de Paz Sin Violencia Bruselas, cuya organización ya había trabajado en Georgia, Mindanao/Filipinas, Sudán del Sur y otros lugares.

O’Sullivan habló para la Ararat Magazine, quien sigue la discusión pública: «Nos llama la atención el Proceso de Tekali, principalmente porque es claro que la gente necesita que la sociedad civil actúe en consecuencia y se proteja a sí misma», dijo. «Sin embargo, trabajamos bajo la premisa de aceptación. Sólo vamos a las zonas de conflicto en donde nos aceptan y, por ende, eso incluye a la sociedad civil, pero primordialmente también incluye a los líderes políticos. Por ejemplo, los gobiernos de todas las posturas. El grupo de Tekali dice que no está interesado en involucrarse en cuestiones militares o políticas, pero está en los civiles, de todos los grupos étnicos, protegerse a sí mismos sin recurrir a la violencia. Es por eso que estamos muy interesados en esto».

De acuerdo con los organizadores del evento en Tekali, se llevará a cabo, este mes, la proyección del Caucaseus Film Festival en la pequeña aldea que se convirtió en el centro para establecimiento de la paz.

Niña de la región étnica azerí, Tekali, Georgia © Onnik Krikorian