Panel de apertura: Al ascenso global de los medios ciudadanos

(Este post ha sido coescrito con Matt Stempeck [en].)

¿Son los medios ciudadanos muchos movimientos o uno solo, y cómo podemos trabajar juntos?

El moderador de este debate fue Ethan Zuckerman, cofundador de Global Voices. Mong Palatino (@mongster, página web) es un activista y líder de la juventud, miembro del Congreso de Filipinas y autor de Global Voices [en], donde ha estado escribiendo desde 2004. Amira Al Hussaini es periodista y escritora de Bahréin, y la editora regional de Oriente Medio y África del Norte [en]. Matisse Bustos Hawkes es la gerente de comunicaciones de WITNESS [en], que utiliza un vídeo para abrir los ojos del mundo a las violaciones de los derechos humanos. Faisal Kapadia [en] es un bloguero y periodista pakistaní que ha coordinado ayudas para las catástrofes y campañas a favor de la libertad en Internet en Pakistán.

Gregory Shvedov [en] se quedó estancado en el aeropuerto de Estambul y no pudo acudir al panel. Es un activista ruso de los derechos humanos y fundador de Caucasian Knot [en], una página web de noticias independiente que se centra en los derechos humanos y en temas de interés en la región del Cáucaso.

Ethan empieza contando la historia de la primera Cumbre de Global Voices. Ethan y Rebecca reunieron a algunos de los primeros blogueros de todo el mundo, intentando averiguar cómo utilizar la habilidad de escribir en línea y compartirlo con el resto del mundo. Reunieron a 40 personas de todo el mundo y dijeron: «¿Tenemos algo en común?». La respuesta fue: «Sí». Todos creían que Internet necesitaba ser un espacio para la libertad de expresión y compartían el deseo de conocer lo que pensaba y de lo que hablaba la gente de otros lugares del mundo. Se preguntaron: «¿Es esto un movimiento?» y la respuesta fue: «Por supuesto». Pero ahora, ocho años más tarde, los medios ciudadanos son parte de la vida de todos. Lo que los blogueros hacen no es algo extraño: ahora forma parte de los principales medios de comunicación. Los medios ciudadanos pueden no ser parte de un solo movimiento global; puede haber muchos movimientos locales diferentes y hay una pregunta abierta sobre si tenemos más cosas en común o más diferencias.


Mong entra en escena para hablar de los medios ciudadanos en el sudeste asiático. La región es conocida por Singapur, Bangkok y Kuala Lumpur, o por lugares como Bali. Mong nos habla sobre una serie de campañas de medios sociales en el sudeste asiático.

Citizen Media Summit #GV2012

#bersih significa «limpio» en malayo. Es un movimiento de reforma electoral de Malasia. Sus peticiones son sencillas, pero el gobierno dispersó a las masas con violencia y el movimiento consiguió una audiencia mayor en los medios sociales y el hashtag #bersih. Con ese hashtag, cientos de miles de personas se organizaron en las calles.

Mong nos habla sobre Urban Voice Cambodia [en], un proyecto para planear los desalojos de tierras, seguido por la protesta temática de Avatar [en] en Camboya. Nos cuenta acerca de la protesta por los apagones en Myanmar (Birmania), donde la gente publicó imágenes en su perfil de Facebook, que ayudó a difundir la protesta a muchos centros urbanos.

Las personas del sudeste asiático también utilizan las redes sociales para mostrar sus reacciones ante los desastres. Mong bromea diciendo que la gente desayuna tsunamis y volcanes. En una región donde siempre ocurre un desastre, los usuarios de internet hablan sobre ellos en las redes sociales. Más adelante esos temas se convierten en políticos, como en el caso de #thaiflood. Los ciudadanos de Tailandia utilizaron ese hashtag para compartir información sobre las inundaciones. Más tarde, el hashtag cambió a quejas sobre cómo el gobierno y los principales medios de comunicación han respondido a las inundaciones.

Mong nos cuenta la protesta masiva de planking [en] en las Filipinas, después de que el gobierno prohibiera el planking. En Singapur, la campaña «Love Curry» expresó la solidaridad con los inmigrantes de la India.

Habla sobre las leyes de lesa majestad, normas de Tailandia que llevaron al arresto de Chiranuch Premchaiporn y a la organización política alrededor del hashtag #freejiew [en].

Mong dice que, en general, en el sudeste asiático la gente tiene libertad para:

  • criticar a otro país
  • ponerse en evidencia uno mismo
  • adorar a sus ídolos
  • alabar a la familia real
  • animar y abuchear durante eventos deportivos
  • fomentar la caridad

Mong concluye con una serie de observaciones sobre los medios ciudadanos:

  • La región tiene una mala infraestructura informática, pero eso no ha parado el aumento de las iniciativas y campañas de medios sociales
  • La censura comienza con el alto coste de Internet
  • Debemos mezclar lo online y lo offline. Hubo un #occupySingapore, pero nadie fue
  • Cada vez más políticos fomentan la transparencia y las redes sociales, pero no es suficiente con tener presencia en la red. Los gobiernos podrían distraer a los ciudadanos publicando información trivial

 

La siguiente es Matisse Bustos Hawkes de WITNESS. Ethan presenta la historia de WITNESS, fundada por Peter Gabriel hace 20 años cuando se dio cuenta de que el vídeo iba a transformar los derechos humanos. Ahora WITNESS [en] está viendo cómo su propio campo se transforma por la facilidad con la que la gente puede hacer vídeos.

Matisse nos habla sobre cómo el vídeo está cambiando los derechos humanos. La cantidad de gente haciendo vídeos se ha expandido de forma drástica en los últimos 20 años. Tenemos testigos accidentales, gente en protestas, gente formada y equipada para cubrir eventos, autores de vídeos que los comparten para intimidar o cuyos vídeos son filtrados, y los principales medios de comunicación, que cada vez muestran más los medios ciudadanos.

Los medios ciudadanos se comparten y muestran también en muchos lugares nuevos. La Corte Penal Internacional utiliza los vídeos ciudadanos como prueba; las comunidades producen vídeos para convencer a los políticos de sus intereses, la gente comparte vídeos en las redes sociales, y las comunidades están mostrando imágenes de las calles de temas que les afectan.

Ahora que podemos grabar y compartir vídeos al instante, ¿cómo puede controlar la gente la información que comparte de ellos mismos y de la gente a la que graban? Ella cuenta la historia de una mujer que mientras habla tiene la cara oscurecida en el vídeo para proteger su identidad. Muestra los esfuerzos del gobierno de Irán para buscar fuentes para identificar a los manifestantes. Wael Abbas utiliza la plataforma de emisión en vivo Bamboozer, que comparte la localización de los que están en línea. Sus amigos pueden saber donde está; la policía también.

Matisse nos muestra ObscuraCam [en] (descargar la aplicación en Google Play), una asociación con The Guardian Project que automáticamente identifica y oculta las caras que detecta en las fotos que se tomen y elimina los metadatos que puedan comprometer la identidad propia. ObscuraCam también es genial para tomar fotos de los fines de semana de fiesta si no quieres que tu jefe se entere. InformerCam [en] es una tecnología que encripta los metadatos de vídeo para ayudar a verificar la fuente de un vídeo, pero solo verifica las fuentes fiables.

Grabar y subir vídeos es solo el primer paso. WITNESS acaba de lanzar un canal de YouTube de derechos humanos. Junto con Storyful, WITNESS está creando listas de reproducción de YouTube recopilando temas en común y lugares. Matisse le pide a la gente que sugiera temas y vídeos que deban resaltar en esta plataforma.

¿Cómo podemos compartir contenido de una forma segura y a la vez con autenticidad?  Bastante a menudo a los vídeos importantes les faltan títulos y contexto. Como resultado, les falta el contexto que buscan los espectadores. Otras veces, estos vídeos son eliminados de YouTube. Matisse ofrece a los participantes de la cumbre hablar sobre cómo compartir sus vídeos de manera segura y efectiva.


Después, Ethan presenta a la periodista de Bahréin Amira Al Hussaini como «el corazón y el alma de Global Voices».

Citizen Media Summit #Gv2012

Durante los últimos 18 meses todos hemos estado siguiendo los sucesos del mundo árabe. Ahora vemos a los árabes como personas de verdad con esperanzas y sueños de verdad, que aspiran a muchas cosas que mucha gente da por sentadas: el derecho a hablar, expresarse y pedir cosas al estado que están escritas en la declaración universal de los derechos humanos [en]. Cuando los árabes leyeron «todo el mundo tiene derecho a», se rieron; ¿es siquiera seguro leerlo en voz alta?

En diciembre de 2010, la gente comenzó a hablar en línea, hubo algunas fotos borrosas, luego manifestaciones y después una revolución en Facebook. Y luego se fue Ben Alí. Todo el mundo quedó impactado. Amira no sabía qué había ocurrido; se derrumbó y lloró. Por primera vez en su vida, vio a un gobernante árabe, un faraón, huir. Es un momento que recordará para siempre.

Y entonces el 25 de enero, los amigos egipcios de Amira miraron por la ventana y dijeron: «no pasa nada en las calles». Pero entonces comenzó la revolución con un evento de Facebook y un vídeo viral. Durante 18 días, todo el mundo estaba pegado a la televisión viendo lo que estaba ocurriendo. Al Yazira desempeñó un papel muy importante: nadie puede negarlo. Pero todos se fueron a las redes sociales. La gente que estaba en las calles publicaba en la redes sociales, donde lo veían los egipcios.

En Bahréin, el gobierno grabó a los manifestantes para descubrir quiénes eran. Aunque necesitaban documentarse, hacerlo real y creíble, a la vez necesitaban proteger a la gente. Aun así, la gente conocía los riesgos. Antes de las redes sociales, había también espías observando discursos. Los gobiernos no necesitan muchas pruebas para incriminarte. Solo necesitan creer que podrías tener ocultos en tu mente pensamientos disidentes: primero te arrestarán y luego se inventarán las pruebas.

Concluye pidiéndonos que saludemos a los valientes que arriesgan sus vidas para grabar y documentar las atrocidades que pasan en todo el mundo. Muchos de ellos han visto por primera vez a alguien morir a tiros… y lo grabaron. Los espectadores que vieron esos vídeos rompieron a llorar. Pensemos en las repercusiones para los periodistas ciudadanos que graban esas cosas en la calle e intentemos ver cómo ayudarlos a difundir la palabra.

Amira nos cuenta que estamos conectados cuando algo grande está pasando, y no estamos conectados cuando nos centramos en nuestras cosas. Egipto está llamando mucho la atención porque los blogueros egipcios están bien conectados. Nos pide que apoyemos a la gente que grita en sus luchas y no recibe la atención suficiente.


Faisal Kapadia  nos habla de la blogosfera en Pakistán. Cuando él empezó a escribir en blogs, la gente pensaba que eran personas que tenían mucho tiempo. Entonces, los principales medios de comunicación se interesaron y convirtieron a algunos de ellos en columnistas de los medios masivos.

Citizen Media Summit #Gv2012

Las inundaciones en Pakistán en 2010 ocurrieron cuando cada vez más gente se ponía en línea: 6 millones de pakistaníes en Facebook y 3 millones en Twitter. Cuando llegó la inundación, Faisal y sus amigos utilizaron las redes sociales para conseguir dinero y recursos para ayudar a la gente de la región central. En total, consiguieron 256 000 dólares en varios meses. Comenzaron SARelief [en], una plataforma general para la ayuda para la catástrofe. Para fomentar la transparencia, comprobaron en coordenadas GPS para mostrar dónde estaban y compartir vídeos de sus proyectos. En las siete primeras misiones, pudieron dar cestas de comida a 38 000 personas, construir tiendas para 2 800 personas, ropa para 500 familias y miles de botellas de agua.

Entraron en la ciudad diciendo que estaban llegando, y alguien dijo «¿Necesitáis un almacén? ¿Necesitáis un sitio donde pasar la noche?» En 2011, las inundaciones atacaron de nuevo. Esta vez, muchas organizaciones de ayuda agotaron sus donaciones y la gente no podía donar. A través de las redes sociales fueron capaces de reunir de nuevo 90 000 dólares en un mes, alimentando a 2 000 personas al día durante dos meses y construyendo cuatro campamentos médicos.

En 2012, ahora que la gente se ha dado cuenta del potencial de las redes sociales, han empezado a conectar con los medios de radiodifusión. En febrero, se organizaron para paralizar el programa de Maya Khan [en]. En marzo, el gobierno pakistaní utilizó los fondos de I+D de una empresa de telecomunicaciones para anunciar que querían comprar 10 millones de dólares de material para crear una Gran Muralla de Pakistán [en]. Utilizando los contactos internacionales, fueron capaces de presionar al gobierno para pararlo. Después de eso, ahora han ido a los tribunales contra el gobierno y recibieron una orden de suspensión de la judicatura, la primera de ese tipo en todo el mundo, que impide que el gobierno cierre páginas web si no es a través de un proceso judicial. Ahora tienen que dar parte y darle la oportunidad de rectificar. Faisal nos cuenta sobre el reciente cierre de una página web: hometownshoes.com [en]. Lo curioso sobre por qué esta web fue cerrada es que descubrieron que todas las páginas web con el nombre «shoes» (zapatos) fueron cerradas.

Debate:

Ethan: si hay un tema común en estos relatos, es que estamos descubriendo el poder de las redes sociales para reunir movimientos. Pregunta a Mong si la gente apoya estos movimientos entre las regiones.

Mong: el sudeste asiático tiene grandes comunidades de Internet en Indonesia y Malasia. La mayoría de los usuarios de internet escriben en sus lenguas. En Global Voices, resaltamos muchas de estas historias. En las regiones, los usuarios de internet están potenciando al máximo las redes sociales, pero no necesariamente por razones políticas. El instinto inicial de la gente es escribir sobre temas medioambientales. Pero no pueden evitar hablar de política. Tuitear sobre el medio ambiente puede llevar a la gente a cuestionarse temas políticos. Si hay una conexión entre los temas online y offline, debe propagarse un movimiento.

Ethan le pregunta a Amira sobre la forma en la que los países árabes se inspiran los unos en los otros. ¿La energía de la primavera árabe puede expandirse por toda la región y en Sudán en particular?

Amira: en línea, las personas aprenden las unas de las otras. Mientras la gente aprende qué hacer y qué no, los gobiernos aprenden cómo reprimir. Lo que ha ocurrido en Egipto y Túnez seguirá inspirando a la región y al mundo. También deberíamos hablar sobre la difusión de la tecnología. Mientras que la mayoría de la gente de Egipto tiene acceso a Internet, Yemen tiene poco acceso, pero eso no detuvo a los activistas de mostrarnos lo que ocurre en las calles en los momentos de carnicería. En Libia, es muy difícil conseguir que la gente nos hable desde la calle.

Ethan: recuerda que desde un principio viste a un país como Gabón, lejos del mundo árabe, intentar recoger la energía de la primavera árabe, pero [luego] contenerse por cómo pocos en la calle pueden acceder a los medios de comunicación. Vemos esto en Mali, donde es difícil vigilarlo. Matisse, ¿qué pueden aprender los medios ciudadanos del movimiento de los derechos humanos? Has estado 20 años intentando averiguar cómo documentar las cosas que pasan en lugares donde donde pocas personas tienen acceso a los medios audiovisuales.

Matisse: tenemos experiencia el lugares como Birmania o Myanmar, o el (¿este?) de la República Democrática del Congo. La gente a menudo utiliza cámaras Flip y otras tecnologías sencillas para compartir los medios de mano a mano. Esos lugares no van a estar conectados por Wi-Fi o por redes inalámbricas, pero la gente aún así puede compartir a través de memorias USB, CD y DVD. Las comunidades se unen y transmiten la información. Cuando más adelante hablemos de los medios de comunicación como pruebas, es importante prestar atención a la seguridad de la gente que documenta y los vídeos que graban. Matisse nos señala las guías de promoción [en] de WITNESS. En Siria, la gente pone pruebas en memorias USB o imprimiéndolas y enviándolas a WITNESS a través de la diáspora.

Ethan: quizás deberíamos pensar en cómo nosotros, como nativos digitales, podemos compartir esos recursos en línea. Faisal, me contaste una historia sobre cómo la gente pasó de debatir sobre desastres naturales a organizarse políticamente. Pero el tema principal que debatiste parece ser que Internet es una amenaza. ¿Es este un tema que podría unirnos como movimiento de medios ciudadanos?

Faisal: la gente de Pakistán reconoce la importancia de Internet, pero entraron en ese mundo hace pocos años. Internet está seriamente restringido en muchas partes del mundo. Aunque muchos de nosotros luchamos por la libertad de expresión en línea, los gobiernos también aprenden los unos de los otros. A no ser que luchemos juntos, en cinco años Internet no será como es hoy. Las generaciones del futuro podrán ver esta como la edad de oro de Internet.

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