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Cuba: besada por la diversidad y la igualdad

Categorías: Latinoamérica, Cuba, Activismo digital, LGBTQI+

«Ven con algo rojo y besa a alguien, ¡porque todas las formas de amor importan!» Esta fue la convocatoria lanzada el pasado jueves 28 de junio por el proyecto Arcoiris [1], un grupo cubano que se autodefine como «colectivo LGBT anticapitalista e independiente» y exige el reconocimiento legal a las familias homoparentales y la despatologización de la transexualidad, entre otras demandas.

La invitación para la «Besada por la diversidad y la igualdad» cerca de la Plaza de la Revolución en La Habana, replicada por varios [2] blogs [3], proponía:

Es 28 de junio: nuestros besos serán homenaje a quienes murieron y mueren por el odio a lo diferente. Nuestros besos son el voto porque un día el 17 de mayo y el 28 de junio ya no signifiquen nada.

La cita, que logró reunir a más de 20 personas, conmemoró el aniversario de los disturbios de Stonewall Inn en Nueva York en el año 1969, que desencadenaron el movimiento a favor de los derechos de la comunidad LGBT y devino en el Día del Orgullo LGBT.

Besada por la Diversidad y la Igualdad en La Habana, Cuba. (Foto: Cortesía de Jorge Luis Baños)

Besada por la diversidad y la igualdad en La Habana, Cuba. (Foto: Cortesía de Jorge Luis Baños)

Según los organizadores [1]:

Besarse es una muestra de cariño cotidiana, pero para muchos ojos constituye escándalo público si ocurre entre personas no heterosexuales. Al besarnos todos y todas, por amor o fraternidad, ejercitamos nuestra igualdad ciudadana y ponemos en evidencia los dobles raseros morales que generan la homofobia, el sexismo, las lógicas discriminatorias que marcan las raíces de nuestra cultura y debemos cambiar.

Sobre los retos para la repetición de este tipo de iniciativas desde la ciudadanía en Cuba, la bloguera cubana Yasmín Silvia señaló [4]:

¡Por supuesto que el resultado fue excelente! Había gente que no era del Observatorio Crítico, ni de Bloggers Cuba, y sumamos más de veinte. Esa modesta cantidad se logró a través de mensajes de texto, correos electrónicos, invitaciones de FB y llamadas por teléfono. Se logró saltando sobre el obstinado silencio institucional que no puede —¿por naturaleza o falta de deseos?— reconocer que las sexualidades no son monopolio del Estado, sino tema que corresponde a la sociedad toda (…) La cosa perturbadora está en quienes sabían y no fueron.